- El ministro Eduardo del Castillo confirmó el fallecimiento del subteniente Alain Álvarez Flores, este sábado
- El oficial fue embestido por un individuo ligado al narcotráfico, en el contexto de bloqueos de simpatizantes de Evo Morales
- Bolivia vive semanas de crisis con bloqueos, toma de rehenes y pérdidas millonarias.
Lo esencial: el subteniente Alain Álvarez Flores murió luego de ser atropellado el 26 de octubre en el Trópico de Cochabamba, durante operativos para liberar rutas bloqueadas por seguidores de Evo Morales. El responsable, detenido y en prisión preventiva, está acusado de intento de fuga al evadir a la Policía en un contexto de protestas políticas por acusaciones contra Morales, que han generado caos y enfrentamientos. En tanto, la Policía sigue enfrentándose con los manifestantes por el restablecimiento del orden y la libre circulación en la zona.
El ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo, lamentó este sábado el fallecimiento de un miembro de la Policía que había sido atropellado el pasado 26 de octubre, en el marco de los operativos por los bloqueos de los seguidores de Evo Morales, en el Trópico de Cochabamba.
“El señor comandante general de la Policía Boliviana, general mayor Augusto Juan Russo Sandoval a nombre de la institución del Verde Olivo, expresa sus más sentidas condolencias por el sensible fallecimiento de quien en vida fue el subteniente Alain Álvarez Flores. Elevamos nuestras plegarias para que sus seres queridos y familiares encuentren fortaleza en estos difíciles momentos”, escribió el funcionario en sus redes sociales.
Álvarez Flores fue uno de los tantos oficiales desplegados en el bastión de Morales, con el fin de restablecer el orden y garantizar la libre circulación en los caminos, amenazados desde hace casi tres semanas por sus simpatizantes. Sin embargo, en medio de estas maniobras, “fue embestido por un individuo vinculado al tráfico de drogas, que intentaba evadir a las autoridades”, informó la Policía.
Enseguida, fue trasladado en helicóptero al hospital Kamiya, en Santa Cruz, donde tras pasar varios días en coma y ser sometido a varias cirugías, “falleció en el sagrado cumplimiento del deber”, sumaron.
El sujeto a bordo del vehículo en cuestión fue aprehendido poco después del incidente y se encuentra en prisión preventiva, a la espera de la pertinente investigación que determine su condena.
Bolivia lleva semanas convulsionada por una crisis política, surgida por la puja entre Luis Arce y Evo Morales por la conducción del Movimiento al Socialismo, que se extendió hasta el ámbito social y económico. Tras conocerse la primera denuncia por tráfico de personas y estupro contra el ex Presidente, y una posible orden de detención, sus seguidores salieron a manifestarse en contra de lo que consideran una persecución política del Gobierno.
Así, tomaron los principales caminos del país e irrumpieron en cuarteles militares, tomando rehenes a los oficiales e impidiendo el paso de camiones con mercaderías de todo tipo. Las medidas de fuerza dejaron al menos 200 militares secuestrados, provocaron el desabastecimiento de cientos de productos en varias regiones y ocasionaron pérdidas millonarias, por lo que el Ejecutivo ordenó operativos de desbloqueo de caminos.
“Como gobierno democráticamente electo, en el marco de nuestras facultades constitucionales y con el apoyo del pueblo, continuaremos llevando adelante acciones orientadas a restablecer el orden público precautelando la vida de las bolivianas y bolivianos, la paz social, así como el derecho del pueblo al libre tránsito, al trabajo, al acceso a combustible, alimentos y medicamentos”, dijo la víspera Arce.
Morales, sin embargo, le pidió no dar curso a su iniciativa ya que, de hacerlo, “será usted quien cargue con la responsabilidad de dividir y herir a Bolivia de forma irremediable y sin retorno”. Inclusive, anunció el inicio de una huelga de hambre para impulsar la apertura de una mesa de diálogo que permita buscar soluciones.
A pesar de este ida y vuelta de los políticos en redes sociales, las fuerzas de seguridad avanzaron en el Trópico de Cochabamba y consiguieron despejar parte de los caminos, así como detener a unas 66 personas, que han sido trasladadas a La Paz para ser investigados y juzgados por los delitos de terrorismo, alzamiento armado, tráfico de armas, tenencia ilícita, instigación pública a delinquir, atentados contra la seguridad del transporte y servicios públicos, asociación delictuosa y secuestro.
(Con información de Europa Press)