Los resultados de las elecciones nacionales de Uruguay muestran al país dividido en dos. Si bien el Frente Amplio obtuvo el 44% de los votos sobre el 27% del Partido Nacional, la suma de los partidos que forman el bloque oficialista supera a la coalición de izquierda (47%). Este escenario anticipa que el balotaje del próximo 24 de noviembre será más parejo de lo que, en la previa, preveían las encuestas.
Los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta, el opositor Yamandú Orsi y el oficialista Álvaro Delgado, tuvieron reuniones este lunes para comenzar a definir la estrategia para las últimas cuatro semanas de campaña electoral. Y en los dos comandos creen que los resultados del domingo les dejaron buenas noticias, a las que se aferran para encarar la recta final.
Orsi se reunió este lunes con el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, su compañera de fórmula, Carolina Cosse, y el jefe de la campaña, Alejandro Sánchez. Este martes, además, tiene previsto tener otros encuentros con la orgánica de la coalición de izquierda y con los líderes de los espacios que llegaron al Parlamento.
La principal ventaja de Orsi de cara al balotaje –y en un eventual gobierno– es que el Frente Amplio tiene mayoría en el Senado, lo que le permite poder nombrar directores de entes, ascender cargos militares y designar embajadores, además de tener una mayor capacidad de negociación en los proyectos de ley que se envíen. En la Cámara de Diputados, en tanto, ninguno de los bloques políticos tiene mayoría parlamentaria.
Orsi busca capitalizar esta ventaja y, entrevistado este lunes en el noticiero Telemundo, declaró que el Frente Amplio puede asegurar gobernabilidad. “De ganar las elecciones en el balotaje tendríamos una mayoría sólida en el Senado y ninguno de los dos conglomerados –la coalición y el Frente Amplio– tiene mayoría en la Cámara de Representantes”, señaló. El presidenciable de la izquierda dijo que está “en bastante mejores condiciones” que Delgado para “asegurar esa estabilidad que el país necesita”. Orsi adelantó que la estrategia de la coalición de izquierda es “conversar con todo el mundo”.
La votación del Frente Amplio no superó las expectativas que tenían algunos dirigentes –que incluso aseguraban que la elección ya estaba ganada–, sin embargo tuvo varios elementos para destacar. El lema tuvo cinco puntos más de apoyo en comparación a la elección de 2019, creció en casi todos los departamentos y ganó en lugares en los que históricamente triunfaba el Partido Nacional. “Esto habla de una muy buena votación de cara al balotaje. Parte con una base que tendrá que capitalizar en sus giras por el interior. Pero habla del éxito de la estrategia de Orsi de ir pueblo a pueblo”, interpretó en Canal 12 la directora de la consultora Cifra, Mariana Pomiés.
La mayor fortaleza de Delgado, en tanto, está en la unidad que mostró la coalición oficialista la noche misma de la elección y en que la suma de los partidos supera al Frente Amplio.
Este lunes, Delgado se reunió con los líderes de sus socios minoritarios –Andrés Ojeda, Guido Manini Ríos, Pablo Mieres y Eduardo Lust–, al tiempo que los equipos técnicos de los partidos se pusieron a coordinar un programa único que será presentado antes de las elecciones de octubre.
Históricamente, el Frente Amplio ha tenido ventajas en los balotajes y recupera votos entre las elecciones de octubre y noviembre. En el oficialismo creen que este año eso no va a suceder porque, por primera vez, hay una mayor fidelización del bloque de partidos. El candidato cree que el 47% votado el domingo es el piso que tendrá la coalición de cara al balotaje. Entrevistado este lunes en el noticiero Subrayado, Delgado dijo que está “convencido de que no va a haber fuga de votos” de partidos de la coalición de gobierno hacia el Frente Amplio.