Las elecciones presidenciales en Uruguay no suelen ser un factor de incertidumbre en los mercados internacionales. Pero esta vez, la instancia electoral estaba acompañada de un plebiscito sobre seguridad social que, entre otros puntos, proponía eliminar los fondos privados de pensiones. Los inversores extranjeros sí prestaban atención a lo que sucedería con esta propuesta, que finalmente fue rechazada.
Tras conocerse los resultados, la cotización del dólar abrió la semana con una caída mayor a 1% y cotizó por debajo de 41 pesos uruguayos. Finalmente, el tipo de cambio interbancario cerró el lunes con una caída de 1,4% hasta 40,98 pesos uruguayos y retrocedió a niveles observados a mediados de septiembre, escribió en la red social X el economista Aldo Lema. Este resultado se dio en un día de “relativa estabilidad global y regional del dólar”.
El viernes 25, antes de las elecciones, el economista había señalado que los mercados internacionales cerraron la semana “asumiendo como escenario más probable” la no aprobación del plebiscito de seguridad social. La cotización del dólar cerró el viernes a 41,47 pesos uruguayos y el riesgo país fue de 86 puntos básicos, en la medición de República AFAP.
El plebiscito en seguridad social buscaba establecer en la Constitución la edad de retiro en 60 años, equiparar las pasividades mínimas con el salario mínimo nacional y eliminar los fondos privados de pensiones. La propuesta había sido impulsada por el PIT-CNT, la central sindical de Uruguay, y no tenía el respaldo de buena parte del sistema políticos. Bancos de inversión internacionales y las cámaras empresariales habían advertido sobre lo negativa que sería esta propuesta.
Para que fuera aprobada, necesitaba llegar al 50% de los votos emitidos el domingo. Sin embargo, el escrutinio primario de la Corte Electoral muestra que apenas llegó al 38,8%, por lo que la propuesta fue rechazada.
La posible aprobación del plebiscito generó incertidumbre durante la campaña electoral. Algunos inversores –principalmente los no residentes– se desprendieron de sus títulos en pesos uruguayos para “reducir” su exposición a Uruguay. El dólar subió durante algunas jornadas hasta que se estabilizó en torno a los 42 pesos uruguayos.
El director del Centro de Estudios para la Realidad Económica y Social (Ceres), Ignacio Munyo, comentó durante la campaña que este era un tema de preocupación en los inversores extranjeros.”Cada vez que nos reunimos con organismos internacionales, bancos internacionales y calificadoras de riesgo en los últimos seis meses, la primera y casi única pregunta es qué pasa con el plebiscito. Es la gran preocupación”, señaló.
Un informe de Gastón Bengochea Corredor de Bolsa, en tanto, interpretó que la suba del dólar durante la campaña se debió “a factores domésticos de cara al plebiscito de la seguridad social”. “De aprobarse, es probable que aumente el riesgo país y esto, entre otras cosas, depreciaría la moneda local y apreciaría el dólar”, señaló uno de los informes que realizaron previamente.
El sistema jubilatorio que quedó vigente en Uruguay se basa en varios pilares. Tiene un componente de reparto intergeneracional –los actuales trabajadores le pagan la jubilación a los jubilados– y otro componente de ahorro individual. Esto significa que una parte del aporte del trabajador se dirige hacia una de las cuatro AFAP que hay en el país, que invierten ese dinero en distintos títulos para maximizar el ingreso y que, al momento de retirarse, tenga una mayor jubilación. Por este trabajo, las administradoras de fondos previsionales cobran una comisión, que les da el “lucro” que se cuestiona desde la izquierda.
Una de las AFAP funciona bajo el derecho privado, pero tiene accionistas estatales. Las otras son 100% privadas y forman parte de una gremial que las reúne, la Asociación Nacional de AFAP (Anafap). En un comunicado, las administradoras privadas celebraron la decisión de los uruguayos en las urnas.