Cuentas alegres saca la oposición tras las elecciones municipales realizadas este fin de semana, en las que en jornada doble los chilenos eligieron nuevos alcaldes, concejales, gobernadores y consejeros regionales. Ello, puesto que según los resultados prácticamente definitivos entregados esta madrugada por el Servicio Electoral (Servel), el conglomerado Chile Vamos - que agrupa a los partidos de la derecha tradicional -, ganó 35 alcaldías, mientras que el Partido Republicano (la ultraderecha) obtuvo 8 sillones edilicios. En contraste, el oficialismo perdió 40, golpeado duramente por el ‘Caso Monsalve’, según todos los analistas.
Así lo confirma también la última encuesta de Cadem, que este domingo arrojó que el 61% de los chilenos cree que el presidente Gabriel Boric no fue “transparente” en la conferencia de prensa que dio tras la renuncia del ahora ex subsecretario de Interior, acusado de violación por una subalterna.
Según la medición, la desaprobación presidencial se elevó al 67% y un 74% de los consultados dijo que el país, definitivamente, “va por mal camino”. Las ministras que resultaron mayormente damnificadas fueron Carolina Tohá (con una aprobación de solo 23%), Camila Vallejo (25%) y Antonia Orellana (26%).
“Estas elecciones tienen de dulce y de agraz para todos los sectores”, dijo la noche de este domingo el mandatario chileno, en un punto de prensa desde La Moneda rodeado precisamente de estas ministras, su comité político. Sin embargo, los números del Servel dicen otra cosa.
Y es que el oficialismo pasó de gobernar en 2021 a un 40,1% del país -unos 7.885.640 habitantes-, a un 38,4% (unos 7.722.808 hab). Por su parte, la oposición gobernaba a 4.258.492 habitantes (21,6%) y este 2024 subió a 7.479.051 habitantes, es decir, a un 37,2%.
Una hora antes de la conferencia de Boric, la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, y los presidentes de todos los partidos del bloque felicitaban exultantes en la Plaza de Armas al flamante vencedor de la comuna más importante del país, la ‘madre de todas las batallas’: Santiago. Mario Desbordes, ex carabinero, destronó allí a la alcaldesa comunista Irací Hassler, apelando al voto extranjero y propinando la estocada más dolorosa al Gobierno.
Sin embargo, el oficialismo si se anotó una gran victoria: Tomás Vodanovic (FA) fue reelegido con un 70% de las preferencias en la comuna santiaguina de Maipú, lo que lo convirtió ipso facto en la posible carta presidencial con mayor proyección del oficialismo, tras el desplome en la popularidad de Carolina Tohá y el resto del gabinete de Gobierno.
Por otra parte, la derecha sufrió la sensible baja de Marcela Cubillos, la ex ministra de Educación del Gobierno de Piñera que ganaba USD 18 mil como docente en la cuestionada Universidad San Sebastián, quien perdió en la competencia por la alcaldía de la comuna de Las Condes ante la concejala Catalina San Martín, de derecha, pero menos ‘dura’. Así, quedan bajo tierra sus posibles aspiraciones presidenciales para este 2025.
Tampoco celebró Karla Rubilar (Chile Vamos), ex diputada, ex intendenta de Santiago y ex ministra del segundo gobierno de Piñera, quien perdió en la pelea por la populosa comuna de Puente Alto - bastión de la derecha hace 24 años - ante el independiente de izquierda, Matías Toledo, probablemente la revelación más importante de estas elecciones.
Otros que ganaron el escaño en la derecha fueron el ex diputado UDI Jaime Bellolio en Providencia, el heredero de la mayor fortuna de Chile, ‘Maxi’ Lucksic en Huechuraba, y Sebastián Sichel en Ñuñoa, quien resucitó políticamente tras ser candidato presidencial en 2021.
Queda esperar ahora el resultado en un mes más de la segunda vuelta del ítem ‘Gobernadores’ en 11 regiones, puesto que solo cinco candidatos lograron más del 40% de los votos - dos independientes, dos UDI y dos socialistas -, como lo exige la ley en este caso.
El lado B
Por supuesto, la doble jornada de votación no estuvo exenta de momentos insólitos y chascarros. En la comuna de Puente Alto, dos hombre se ‘miraron feo’ y se trenzaron a golpes; en Temuco, un votante se demoró una hora en marcar y sellar las cuatro papeletas - cuando terminó fue ovacionado -, y en Teno una cabra se paseó muy campante por un local de votación. Más insólito fue aún el caso del presidente de mesa que se hizo un improvisado asado en un sandwichera, a vista y paciencia de todo el mundo.
Tocante a celebridades, el futbolista de Colo Colo, Arturo Vidal, fue a votar y aprovechó de tirarle un palo a su archirrival, la Universidad de Chile, al depositar sus votos: “Primero el blanco, segundo el azul, como siempre”, bromeó mientras transmitía en vivo desde su cuenta de Instagram, eso sí, antes de votar.