Un verdadero terremoto político sacude por estos días al gobierno de Gabriel Boric, tras la renuncia el jueves 17 de octubre del subsecretario de Interior, Manuel Monsalve, militante socialista, ex diputado, médico de profesión, rostro del combate contra la delincuencia y una de las figuras mejor evaluadas, con un 54% de aprobación.
Monsalve dimitió desde La Moneda, a solo un par de horas de que una nota del vespertino La Segunda revelara que desde el lunes 14 de octubre pesaba sobre él una denuncia por abuso sexual contra una subalterna de 32 años de su propia cartera, acusación de la cual el Gobierno estaba al tanto.
En el breve punto de prensa, Monsalve dijo tener la “absoluta convicción” de no haber cometido delito alguno. “En el marco de la investigación, demostraré mi inocencia”, aseguró, incumpliendo la promesa hecha al presidente Boric de no aprovechar la instancia para declararse inocente, de antemano, ante todo Chile.
La denuncia fue confirmada ese día a la prensa por el fiscal Xavier Armendáriz y provocó un inédito enroque donde el actual ministro de Justicia, Luis Cordero, lo reemplazó en el cargo. En paralelo, se supo que la policía de Investigaciones (PDI) ya le había incautado el teléfono y por la tarde, el Partido Socialista suspendió su militancia y las reacciones no se hicieron esperar.
La acusación
Según La Tercera, la principal prueba del Ministerio Público es un peritaje del Servicio Médico Legal (SML) hecho a la víctima, que más tarde cambiaría la figura de abuso sexual por violación. Y aunque el hecho en cuestión ocurrió el 22 de septiembre, la víctima aseguró en su declaración que todo comenzó el domingo 1 de ese mes, cuando Monsalve la citó por primera vez para hablar de trabajo, en horas absolutamente extra laborales.
Ése día fueron a un parque y él le dio un beso sin su consentimiento, acusó.
Al día siguiente su superior, Gabriel de la Fuente, el jefe de gabinete de Monsalve, le dijo que dentro de sus obligaciones labores estaban las de acompañar al subsecretario a sus reuniones en Santiago y también en regiones, lo que obviamente implicaría un aumento de sueldo, por lo que la mujer estuvo de acuerdo.
Así las cosas, la víctima y Monsalve se reunieron a comer en un local de comida peruana el 22 de septiembre, a fin de conversar temas laborales, ocasión en la que bebieron una cantidad no menor de alcohol, dijo la denunciante. La mujer sostuvo haber despertado al día siguiente en el hotel donde suele alojarse el ahora ex subsecretario en Santiago, sin recordar mucho de cómo había llegado hasta allí, desnuda y con manchas de sangre en su ropa.
Al preguntarle sobre por qué tenía manchas de sangre, la víctima señaló que Monsalve adujo que él tampoco recordaba mucho, pero que al parecer hubo un entrevero en el taxi en el que ella habría intentado huir. Debido a ello, la Fiscalía también adjuntó dichas prendas como pruebas, aunque aún no se sabe nada de la declaración del taxista, considerada clave para la investigación.
La noticia corrió como reguero de pólvora y ése mismo día Canal 13 confirmó que la PDI ya había incautado el teléfono de Monsalve y revisado además las cámaras del hotel donde habrían ocurrido los hechos, diligencias ambas hechas en estricta reserva. Al finalizar la jornada, el Tribunal Supremo del Partido Socialista (PS) suspendió su militancia.
El control de daños
La primera en salir a hacer control de daños fue la ministra de Interior, Carolina Tohá, quien en un punto de prensa reconoció que ella recibió la primera información de parte de director de la PDI, Eduardo Cerna, el martes 15 en la tarde, y que se la traspasó de inmediato al Presidente, quien se reunió con Monsalve esa misma noche.
“En ese instante se decidió que lo primero que había que hacer es que él viajara a su casa donde está su familia en la región del Bío Bío para informarles de la situación, para volverse a reunir el día de hoy (jueves) terminada la presentación del presupuesto, a definir el curso de acción. Y en el transcurso de esas horas es que el subsecretario definió esta renuncia que se ha dado a conocer”, aseguró Tohá.
Después vino el turno de la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, quien se mostró más bien elusiva.
“Esto evidentemente es un hecho de relevancia pública, pero no nos puede llevar a pasar por encima de derechos fundamentales de alguien que denuncia delitos sexuales, como es su privacidad y su honra”, señaló.
Tocante a la renuncia de Monsalve y su alegato de inocencia, sostuvo que “en nuestro país, de acuerdo a nuestra legislación y de acuerdo a los planes para la erradicación de violencia que hemos establecido, las víctimas tienen todas las garantías de que van a poder llevar un juicio en el que no se les revictimice”.
Reacciones
Por supuesto, las reacciones desde todos los sectores políticos no tardaron en llegar. Francisca Bello (diputada FA), señaló que “la renuncia del ex subsecretario Monsalve es lo necesario. La violencia sexual es un tema que hay que tratar con la mayor responsabilidad posible. Mi apoyo irrestricto es a la víctima”.
Por su parte, el diputado independiente, Stephan Schubert, interpeló: “Ministra Carolina Tohá, aclare cuándo se enteró de los hechos y la denuncia que involucraría a ex subsecretario Monsalve, ya que el presunto delito habría ocurrido en septiembre. ¿Por qué no actuó antes?”.
Desde su propia tienda, la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, indicó que “esperamos que se investigue con la máxima objetividad como corresponde respecto a la ley (…) Valoramos la renuncia del subsecretario Monsalve porque él ha señalado que el gobierno necesita continuidad”.
La baja en la popularidad del Gobierno
Ese fin de semana fue pródigo en noticias: la víctima presentó una querella por violación y cambió de abogado, la Fiscalía anunció una posible obstrucción a la investigación - pues Monsalve tuvo acceso a las cámaras de seguridad de su hotel-, y la última entrega de la encuestadora Cadem confirmó que el mandatario y todos los miembros de su Gabinete tuvieron una importante baja en su popularidad.
La más afectada por el ‘Caso Monsalve’ fue, sin duda, la ministra Carolina Tohá, cuya aprobación se desplomó 11 puntos.
Pero quizás la noticia que caló más hondo fue el testimonio anónimo que la madre de la víctima entregó a Mega Investiga.
“Yo estoy destrozada, para mí, mi vida se terminó ese día. Son detalles que me duelen mucho. Yo soy una mujer mayor (...) Eduqué a una ingeniera con tanto sacrificio para haber pasado por esto. Entonces hay que dejar que la investigación siga (...) Fue horroroso. A mí no me quedan lágrimas. Nosotros somos una familia humilde acá del sur y ella se fue a trabajar a Santiago con sueños”, confesó.
“Ella me contó todo. Esto estalló, esto explotó y ahora hay que dejar que la justicia haga lo que tiene que hacer (...) Está muy mal, ella tiene crisis, tiene ataques de llanto, grita”, agregó.
Tocante a la renuncia de Monsalve desde La Moneda y su escueta declaración en la que aseguró ser inocente, la madre de la joven dijo tajante: “Quisiera contar tantas cosas, pero no puedo”.
El lunes trascendió que Manuel Monsalve conocía a la familia de la denunciante y que incluso su padre, un reconocido dirigente socialista de la región del BioBío, había trabajado en su campaña para diputado, cargo que ocupó por cuatro períodos.
Ese día, diversos medios informaron además que la denunciante cambió de abogado, dejando su representación en manos de María Elena Santibáñez, especialista en delitos sexuales.
Las maniobras para adelantarse a la denuncia
El miércoles se llevó a cabo en el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago la audiencia de cautela de garantía del caso, en el que la defensa conoció la totalidad de los hechos por los cuales se investiga al ex subsecretario de Interior.
En la cita, el fiscal regional metropolitano Centro Norte, Xavier Armendáriz, reveló al menos tres maniobras calificadas como “irregulares” que la ex autoridad habría realizado previo a que se conociera la denuncia, a saber:
El celular
La primera apunta directamente a la Policía de Investigaciones (PDI), puesto que Manuel Monsalve pidió a su área de Inteligencia que realizara peritajes a su teléfono celular, cuestión que es ilegal.
Según una nota de La Tercera, Monsalve entregó a la policía un celular el viernes 11 de este mes -antes de iniciarse la investigación-, el que le fue devuelto una vez revisado. Ese mismo teléfono fue el que entregó al Ministerio Púbico el martes 15 de octubre, pero la Fiscalía pidió la semana pasada una nueva orden de allanamiento, puesto que sabían que había otros dispositivos en su poder.
Dicho allanamiento se concretó el viernes 18, y aunque los detectives buscaban dos celulares, finalmente encontraron tres, incautándolos todos. Ello provocó un reclamo de la abogada defensora, María Inés Horvitz, quien aseguró que el decomiso del tercer celular no estaba contemplado en la orden de entrada y registro original, por lo que presentó un recurso de amparo y una denuncia de ilegalidad en contra el Ministerio Público y la PDI.
Este jueves, la Jefa Nacional de Inteligencia Policial, Prefecta Inspectora Cristina Vilches Montenegro - con más de tres décadas en la institución -, fue llamada a “retiro absoluto” por el Director de la PDI, Eduardo Cerna, convirtiéndose ipso facto en la primera víctima oficial del caso.
Las gestiones “sigilosas”
El persecutor dejó en evidencia además que hubo diligencias de la PDI que fueron ordenadas por Monsalve. “Lo que nosotros sabemos es que ha habido gestiones previas sin que mediara ninguna denuncia, ni ninguna comunicación oficial a autoridades superiores por parte del imputado”, señaló Armendáriz.
Según el fiscal, el ahora suspendido militante del PS “ordenó llevar adelante diligencias con sigilo”, para contactar a la denunciante, las que llegaron al círculo íntimo de la víctima. “Y el primer detective que habló con la víctima, fue una persona dentro del curso de estas diligencias ordenadas por parte del imputado. Se acercaron a su departamento”, detalló.
Debido a ello, Armendáriz sostuvo que “por un lado, tenemos una persona de peso en un delito en un contexto de la esfera de la sexualidad de una persona, que es subordinada suya, y que lleva adelante actuaciones que podrían significar pérdida de evidencias”.
La revisión de cámaras
El tercer hecho investigado dice relación con la revisión de cámaras del hotel y del restaurante que el propio Monsalve reconoció al presidente Gabriel Boric haber hecho.
“El subsecretario Monsalve me comentó ese martes en la noche que él había revisado las cámaras del hotel”, confirmó el mandatario el viernes 18, en una bullada conferencia de prensa que incluyó un fenomenal reto a una asesora comunicacional.
“Respecto de si hubo alteración de prueba, de si hubo obstrucción a la justicia, no tengo ningún conocimiento de aquello. Eso es lo que se tiene que investigar”, añadió Boric.
Finalmente, el fiscal Xavier Armendáriz señaló en la audiencia que Monsalve le aseguró no tener recuerdos de lo ocurrido aquella noche. “Me gustaría decir que no me acuerdo de nada de lo que sucedió en los hechos y lo demás me lo reservo con mi abogado”, declaró Monsalve, apuntando a que él y la víctima podrían haber sido drogados.
Ese mismo día, la ministra de Interior, Carolina Tohá - superior directa de Monsalve -, reconoció que el Gobierno estaba “golpeado” y con “mucha rabia”.
La amenaza de muerte
El jueves, María Elena Santibáñez, abogada querellante, realizó una grave denuncia al asegurar en entrevista con T13 que la víctima habría recibido “amenazas veladas de muerte” por parte de personas cercanas al “círculo donde trabajaba”.
Según la letrada, a su defendida le llegaron mensajes intimidantes con frases como “sabes que puedes aparecer muerta” o que “podía pasarle algo a ella o a otra persona”, a mediados de esta semana. “Se quedó helada”, señaló.
La jurista dijo además que la víctima se encuentra conmocionada y que ha tenido pocas oportunidades para hablar con ella. “Está muy mal”, indicó.
Por su parte, el Presidente Gabriel Boric endureció el tono y sostuvo en conferencia de prensa que cuando una mujer presenta una denuncia de este tipo “nuestro deber es creerle. Yo le creo”.
Ello, tras las críticas - incluso de su propio sector - por la mentada conferencia de prensa que dio tras la renuncia de Monsalve, en la que se complicó explicando.
“Quiero decirle, en particular, a las mujeres de nuestro país, que nuestro compromiso es garantizar su derecho a vivir una vida libre de violencia. Y que cuando una mujer denuncia algo tan grave como una violación, es inimaginable lo que debe haber pasado para tomar la decisión de denunciar, más aún contra alguien que ostenta más poder”, partió señalando.
“Nuestro deber es creerle. Yo le creo. Y es deber de la justicia, sin presión alguna, determinar de manera imparcial la culpabilidad o no del acusado”, dijo taxativo.
El nuevo subsecretario de Interior, Luis Cordero, confirmó que el Gobierno no ha tenido contacto con Manuel Monsalve desde el día que renunció.
“El Ejecutivo tiene completo desconocimiento de la situación de él (Monsalve), desde el momento en que presentó su renuncia y abandonó el Palacio de La Moneda”, según consignó BioBíoChile.
Tocante a las voces que piden la cabeza de la ministra Tohá, superior directa de Monsalve - cuyo puesto pende de un hilo -, la autoridad argumentó que “los roles asignados por la ley al subsecretario, están determinados por la ley y son de responsabilidad personal y directa. Y de las irregularidades cometidas, son actos personales y de la función personal que le correspondía al ex subsecretario Monsalve y nada tiene que ver con el desempeño de la ministra Tohá”, sostuvo Cordero.
También respaldó al director de la PDI, Eduardo Cerna, a propósito de las diligencias “con sigilo” hechas por detectives.
“No hay antecedentes que comprometan la responsabilidad del director Cerna y, por lo tanto, él debe seguir cumpliendo su función con fidelidad a la Constitución y a la ley, como lo está haciendo al día de hoy”, remató.
La segunda agresión sexual
El viernes, diversos medios informaron que la ex autoridad renunció a sus 32 años de militancia en el Partido Socialista y una nota de 24 Horas reveló que el pasado 11 de octubre, Monsalve le ordenó a la PDI incautar los videos de las cámaras de seguridad de distintas calles del centro de Santiago, colindantes al hotel donde se alojaba.
Las grabaciones corresponderían a la tarde y noche del 22 de septiembre, día en que ocurrieron los hechos, y para que los funcionarios municipales entregaran dichos registros, los detectives habrían mostrado una orden de un fiscal que tenía como causa un secuestro.
Finalmente, este sábado un nuevo antecedente vino a oscurecer aún más el panorama para Monsalve, ya que que según La Tercera, la Fiscalía investiga una segunda agresión sexual ocurrida la mañana siguiente a ese 22 de septiembre.
Según el testimonio de la víctima, tras despertar aún en “estado de shock” y con signos de una resaca descomunal, Monsalve “procedió a darme dos pastillas para mi malestar”. La denunciante volvió a dormir y al despertar, sufrió un nuevo intento de agresión, que no pasaría a mayores puesto que la ex autoridad le habría dicho que parecía que la estaba “forzando”. Poco después la joven abandonaría el hotel.
Dichos antecedentes darían por tierra con la primera versión que Monsalve dio al fiscal Armendáriz, de que ambos habrían sido drogados y que no recordaba nada de lo ocurrido.
Así las cosas, el ex subsecretario pasó en menos de una semana a ser investigado por violación, abuso sexual y también por obstrucción e infracción a la Ley de Inteligencia. Debido a ello, y de ser encontrado culpable, Monsalve arriesga duras penas que podrían sumar hasta 20 años de cárcel.