Los centros de votación para las elecciones municipales y regionales de Chile cerraron este sábado y volverán a abrir este domingo a las 8:00 hora local (12:00 GMT) para unos comicios que están considerados un termómetro de las presidenciales de 2025.
Más de 15,4 millones de chilenos están llamados a las urnas a elegir a un total de 345 alcaldes, 16 gobernadores, 2.256 concejales y 302 consejeros regionales en unas elecciones que se celebran en un ambiente de gran crispación política y que están marcados por el aumento de la delincuencia y por distintos escándalos que salpican tanto al oficialismo como a la oposición de derecha.
La primera jornada transcurrió con normalidad, aunque se registraron largas filas debido a que el tiempo de votación es alto por el gran número de cargos a elegir. Los centros electorales estuvieron abiertos hasta las 18:00 hora local (21:00 GMT) y el conteo de papeletas comenzará este domingo a esa misma hora.
“Los procesos electorales constituyen encuentros de la comunidad, que habitualmente se desarrollan no solo con normalidad y tranquilidad sino con espíritu cívico. Hoy no ha sido la excepción”, dijo en rueda de prensa el subsecretario del Interior, Luis Cordero.
El director del Servicio Electoral de Chile (Servel), Andrés Tagle, explicó en otro punto de prensa que las urnas serán selladas y custodiadas por la noche del sábado por las Fuerzas Armadas y otros funcionarios. Tagle adelantó además que la cantidad de votantes que acudieron esta primera jornada a votar fue “importante”.
Se trata de las primeras municipales y regionales realizadas con el nuevo sistema de voto obligatorio, reestablecido en 2022 después de diez años de participación voluntaria, y se espera una participación cercana al 80%.
Las elecciones se celebran en un ambiente de gran crispación política y están marcados por el aumento de la delincuencia y por distintos escándalos que salpican tanto al oficialismo como a la oposición de derecha.
El Gobierno de Gabriel Boric medirá su gestión de la crisis de inseguridad en las urnas y de la denuncia por presunta violación contra el ex subsecretario del Interior Manuel Monsalve, hasta la semana pasada uno de los políticos mejor evaluados y cuya renuncia ha abierto fisuras en el oficialismo.
La diversa coalición que gobierna Chile, integrada por el Frente Amplio de Boric, el Partido Comunista y la centroizquierda, concurrirá unida a los comicios y lo hará junto a la Democracia Cristiana (DC), que no forma parte del Ejecutivo, pero es su aliada en muchas votaciones.
Según analistas, esto podría favorecer al oficialismo y compensar el impacto del “Caso Monsalve”, frente a una oposición que acude muy fragmentada y que no logró un acuerdo entre la derecha tradicional de Chile Vamos y la ultraderecha del Partido Republicano.
Chile Vamos, por su parte, tratará de contener una posible fuga de votos a Republicanos por distintos escándalos de corrupción que le han afectado en los últimos tiempos, en especial el “Caso Audios”, una megatrama de tráfico de influencias que ha salpicado hasta la Corte Suprema y de la que aún no se conocen todas sus aristas.
Es incierto el impacto de la serie de escándalos que han sacudido a la sociedad chilena las últimas semanas. El primero fue el caso “Hermosilla” sobre la red de tráfico de influencias que montó el prestigioso abogado de la élite Luis Hermosilla y que impactó en la derecha tradicional por los vínculos que estableció con ese sector.
“Es difícil predecir el resultado de la elección, sobre todo porque ahora estamos con nuevas reglas”, dijo a la agencia AFP el analista de la Universidad Diego Portales, Rodrigo Espinoza.
Debido a los casos de corrupción, “la ciudadanía tal vez no se ve encantada o no sienta la confianza suficiente para depositar su voto en una u otra alternativa”, observó.
El oficialismo y la DC gobiernan en 15 de las 16 regiones del país -a excepción de la sureña Araucanía, donde en 2021 ganaron los liberales- y en importantes alcaldías como Santiago Centro, Valparaíso, Viña del Mar y Concepción.
Boric, pidió este sábado votar con “convicción” en el primer día de las elecciones municipales y regionales y dijo que espera que las autoridades electas sean “honestas, austeras y actúen siempre en función del bien común”.
“Estamos en un contexto de voto obligatorio, pero es importante que, además de la obligación legal, sintamos y entendamos la importancia del voto, la importancia de construir la sociedad en conjunto, de elegir con convicción a nuestras autoridades”, indicó el mandatario progresista tras votar en su natal Punta Arenas, en el extremo sur.
“Las autoridades tienen que estar a la altura del cargo, autoridades que esperamos sean honestas, austeras y que actúen siempre en función del bien común para servir a quienes representan y jamás servirse de ellos”, indicó Boric.
El Gobierno medirá en las urnas su gestión de la crisis de inseguridad que afecta al país. El aumento de los delitos violentos ha llevado a que la seguridad sea la principal preocupación de la ciudadanía.
Un factor importante será también el voto migrante, con 786.000 extranjeros, en su mayoría peruanos, venezolanos y haitianos, habilitados para votar. En comunas como Santiago e Independencia, de la capital, representan casi un tercio del padrón.
Chile permite el voto de extranjeros en todas las elecciones después de cinco años de residencia en el país.
(Con información de EFE y AFP)