Cinco muertos y dos heridos en nueva masacre en una zona de minería ilegal en la Amazonía ecuatoriana

Las autoridades apuntan a grupos como Los Choneros y Los Lobos en esta masacre, que demuestra el creciente control de organizaciones criminales en el país (IMÁGENES SENSIBLES)

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Se cree que dos bandas narcoterroristas están detrás de la masacre. (X/Jonathan Carrera)
Se cree que dos bandas narcoterroristas están detrás de la masacre. (X/Jonathan Carrera)

Un nuevo episodio de violencia golpea a la Amazonía ecuatoriana. En la provincia de Orellana, en el cantón Joya de los Sachas, cinco personas fueron asesinadas y dos resultaron heridas en un ataque armado relacionado con disputas entre bandas criminales dedicadas a la minería ilegal en la zona de alto Punino, sector Las Guayusas. Este suceso se suma a una creciente ola de violencia en Ecuador, que ha llevado al país a registrar la tasa de homicidios más alta de Latinoamérica en 2023, según estadísticas oficiales.

De acuerdo con la Policía Nacional, el ataque ocurrió la noche del miércoles 23 de octubre, aproximadamente a las 20:00, cuando un grupo de mineros ilegales intentó ingresar maquinaria pesada a la zona, lo que desencadenó el tiroteo, como reportó la agencia de noticias EFE. La violencia se originó en lo que las autoridades consideran un conflicto de territorio entre bandas que operan en la zona. Según el jefe de la Policía Nacional en la región, Edison Padilla, entrevistado por Ecuavisa, los cuerpos presentaban hasta cinco impactos de bala.

Durante el ataque, los agresores incendiaron dos camiones y abandonaron otro vehículo en las cercanías, lo que las autoridades atribuyen a un intento de intimidación y control sobre las operaciones de minería en la zona.

Los cinco muertos eran jóvenes entre 18 y 26 años. (X/Jonathan Carrera)
Los cinco muertos eran jóvenes entre 18 y 26 años. (X/Jonathan Carrera)

En el lugar se encontraron cuatro cuerpos tendidos en la vía, mientras que otro fue hallado dentro de una camioneta con múltiples impactos de proyectiles. Entre las víctimas se encuentran Jeremi Andrés Medina (18 años), Josué Eliberto Veloz Jipa (19 años), Milton Fabián Canga Pantoja (24 años), Kevin Fernando Rosado Intriago (26 años), y Elian Jair Camacho Zapata (23 años), cuya nacionalidad no ha sido confirmada.

De acuerdo con la Fiscalía, “al momento se efectúan las autopsias respectivas y se levantaron indicios”. La Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased) acudió al sitio del crimen para acordonar la escena y realizar el levantamiento de los cuerpos, proceso que duró cerca de 12 horas debido a las dificultades en el acceso.

El área en la que se registró la masacre es una de las más afectadas por la minería ilegal en Ecuador. La zona de Punino ha perdido alrededor de 1.500 hectáreas de bosques debido a la extracción ilícita de oro, según el Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP). La presencia de bandas criminales, como Los Choneros y Los Lobos, ha intensificado las disputas por el control de estos enclaves de minería ilegal, de acuerdo con EFE.

Los criminales incineraron dos vehículos. (X/Jonathan Carrera)
Los criminales incineraron dos vehículos. (X/Jonathan Carrera)

A pesar de las medidas adoptadas, la violencia vinculada a la minería ilegal y al narcotráfico continúa en aumento. La región amazónica, rica en recursos naturales, se ha convertido en un terreno fértil para las actividades ilícitas. La Fiscalía informó este jueves que mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos sobre la muerte violenta de cinco personas.

Las bandas del crimen organizado en Ecuador, que operan principalmente en el narcotráfico, han ampliado sus actividades hacia otros sectores ilegales como la extracción de minerales, lo que ha intensificado su presencia en varias regiones del país. Este fenómeno ha generado una ola de violencia en el país, especialmente en áreas de frontera y zonas ricas en recursos naturales, donde estas organizaciones se disputan el control territorial. La expansión hacia la minería ilegal les permite diversificar sus ingresos y consolidar su influencia en sectores donde la presencia estatal es limitada, generando un clima de inseguridad para las comunidades locales.

La violencia desatada por estos grupos se manifiesta en masacres, asesinatos selectivos y enfrentamientos armados que buscan intimidar tanto a rivales como a autoridades. La Policía y la Fiscalía señalan que estas bandas, entre las que destacan Los Choneros y Los Lobos, no solo pelean por el control de rutas del narcotráfico, sino también de áreas mineras ilegales, donde extraen oro de manera indiscriminada.

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