En abril de 2023, tres jóvenes mujeres fueron brutalmente torturadas y degolladas, sus cuerpos encontrados enterrados a orillas de un río en Esmeraldas, al norte de Ecuador. Tras un doloroso proceso judicial, los familiares de Nayeli Tapia, Denisse Reyna y Yuliana Macías finalmente escucharon la ratificación de la sentencia contra dos de los responsables del crimen.
La Corte Provincial de Esmeraldas ratificó la sentencia de Andrés Marcelo Zambrano y Omar Iván Ordóñez Espinel, que los condena a 34 años y ocho meses de prisión por el asesinato de las jóvenes, un fallo que marca un paso importante hacia la justicia en medio de una tragedia que conmocionó al país.
Paulina Rueda, tía de Yuliana Macías y quien se ha convertido en vocera del caso, indicó a Expreso que: “(Los familiares) estamos alegres, sentimos tranquilidad porque una vez más se ha hecho justicia”. Sin embargo, el proceso judicial parece no terminar con la ratificación de la condena, pues la defensa de los acusados ha comunicado que apelarán la sentencia en la Corte Nacional de Justicia, la última instancia disponible en Ecuador.
La primera sentencia se dictó el 17 de mayo de 2024, a un año y un mes del crimen. Entonces los jueces, además de los 34 años de cárcel, también resolvieron el pago de USD 300.000 dólares a favor de la familia de las víctimas y una multa de USD 613.180 (equivalente a 1.333 salarios básicos unificados). Entonces, la Fiscalía presentó como evidencia las actas de levantamiento de los cadáveres, informes periciales y forenses, además de los testimonios de los propietarios del local donde se alquiló el vehículo utilizado para transportar a las víctimas, y de personas que identificaron a uno de los acusados con una de las víctimas.
El crimen
La madrugada del 5 de abril de 2023, Nayeli Tapia, Denisse Reyna y Yuliana Macías fueron asesinadas y sus cuerpos fueron abandonados a orillas del río Esmeraldas, en Quinindé, la segunda urbe más grande y poblada de la provincia de Esmeraldas. Las jóvenes dejaron sus casas el 4 de abril y desde entonces su paradero era desconocido. Los agentes de criminalística y los médicos forenses informaron que las mujeres fueron torturadas y degolladas.
Las jóvenes de entre 19 y 22 años salieron de sus casas para viajar a la playa a reunirse con amigos, según los testimonios que los familiares dieron a la Policía. Entonces Rueda contó a este medio que su sobrina dijo que se encontraría con una amiga: “Ella salía, pero siempre se reportaba”, dijo. Al no tener noticias sobre la joven, Rueda notificó, el 5 de abril, que estaba desaparecida. Poco tiempo después las autoridades le pidieron que viajara de Santo Domingo a Quinindé, a una hora de distancia, para reconocer el cuerpo. Rueda ha explicado que al reunirse con los parientes de Nayeli y Denisse se habló de un viaje a la playa.
Según ha relatado Rueda, cuando vio el cuerpo de su sobrina pudo evidenciar los golpes, la herida del degollamiento, además de que estaba maniatada y con la boca tapada. El rostro estaba casi descompuesto, así que la reconocieron por los dedos de sus pies.
Los cuerpos de las jóvenes fueron encontrados por unos pescadores que se percataron que un perro olfateaba la tierra y percibieron un fétido olor. Las mujeres estaban maniatadas y con la boca cubierta. “Eran jóvenes, tenían ropa de playa, ternos de baño, ropa ligera, shorts”, narró Diego Velasteguí, entonces subrogante del comando distrital de la Policía de Quinindé.
A pocos días del crimen el coronel Julio Vásquez, entonces comandante de la zona de Esmeraldas, dijo a Infobae que un caso como este, que implica tanta crueldad con las víctimas, es sorpresivo especialmente cuando se trata de “tres jóvenes que no están vinculadas a temas extraños”.
Los últimos mensajes
Con base en los testimonios de dos parientes de las mujeres, el martes 4 de abril, a las 09h00, un auto negro recogió a Denisse Reyna, de 19 años, de su casa. A la joven la habrían invitado a una playa en Esmeraldas, pero como aún no estaba segura de ir, les dijo a sus familiares que se iba a desayunar. Denisse junto a la persona que la recogió pasaron por Nayeli Tapia, de 22 años, que había arribado desde Quito. Ambas volvieron por la tarde a la casa de Denisse y avisaron que irían a la playa con unos amigos.
Por la noche, recogieron a Yuliana Macías, de 21 años. Entonces Rueda contó que su sobrina vivía con su abuelita y que les avisó que se encontraría con una amiga. Es por ello que cuando se reportó la desaparición y luego los familiares se reunieron para reconocer los cuerpos, Rueda se enteró del viaje a la playa.
Aquella noche del 4 de abril todo parecía normal. Yuliana incluso cargó una historia en su estado de WhatsApp. En esa publicación, que sería la última, aparecían las tres jóvenes cantando dentro del auto. Unas horas antes de su desaparición tanto Denisse como Nayeli enviaron mensajes a sus allegados, algo marchaba mal. Denisse estaba en contacto con una de sus amigas y le dijo “siento que algo va a pasar y si algo me pasa recuerda que te amo mucho”, según relató Vistazo.
Por su parte, a las 23h10 de ese 4 de abril, Nayeli le envió su ubicación en tiempo real a su hermana: “Solo te envío por si acaso”, le escribió. La localización se detuvo en una zona cercana al río donde las jóvenes fueron enterradas.