Cuando asumió como intendente de Maldonado (Uruguay) en el año 2000, Enrique Antía expresaba como un deseo que quería ponerle fin al barrio Kennedy, un histórico asentamiento del departamento. Este lunes, el jefe comunal encabezó junto al presidente Luis Lacalle Pou un acto en el que se demolió la última casa del barrio irregular. A tres kilómetros, se generó una nueva zona para 530 familias.
El intendente se mostró feliz de concretar un “viejo sueño”, que comenzó a vislumbrar a comienzos de siglo. Sin embargo, aseguró que nunca pensó que se vaya a concretar la obra en tan poco tiempo, dado que en dos años la construcción del nuevo barrio estuvo finalizada.
El realojo de asentamientos era un compromiso que estaba en el programa de gobierno de Lacalle Pou. “Lo que era antes un campo, hoy es un barrio”, destacó. Antía agradeció a CAF-Banco de Desarrollo para América Latina por la “confianza” a la hora de financiar la obra y “acelerar los tiempos” para que se concretara. También le agradeció al banco estatal República.
El lunes se mudaron las últimas tres familias que quedaban en el Kennedy hacia el nuevo barrio y se demolió el centro comunal que estaba en la zona. En el lugar ahora se construirá un centro de salud, una escuela, un centro para menores y canchas de fútbol. “Queda un barrio de verdad”, celebró el intendente.
Antía recordó que, antes de que Lacalle Pou fuera presidente, participó del desalojo del asentamiento El Placer. “Quedó encantado con el proyecto de realojo de El Placer, que es un antecedente que no permitió tener credibilidad para encarar esto. Cuando fuimos a pedirle la garantía soberana, que nosotros no podíamos tenerla, el antecedente de haber cumplido de la manera que se cumplió (provocó) el sí inmediato del presidente”, recordó Antía en su discurso.
La inversión del nuevo barrio requirió USD 55 millones. El presidente destacó que el tratamiento de los asentamientos irregulares requirió “voluntad, herramientas, trabajo con la comunidad y duplicar recursos”. En Maldonado, el mandatario presenció la demolición de la última vivienda.
El nuevo barrio está instalado a tres kilómetros del anterior y las autoridades fueron hasta allí después de presenciar la demolición de la última vivienda. Ya se había completado la mudanza de las 530 familias.
En su discurso, Lacalle Pou expresó que la concreción del proyecto es la consecuencia de la “obstinada eficiencia de la voluntad, acompañada con una dosis positiva de terquedad” de parte del intendente Antía. El mandatario señaló que parte de los objetivos del gobierno se centraron en atender los asentamientos irregulares. “Los hechos son claros. Somos un gobierno con un profundo contenido humanista y sensibilidad social”, dijo el presidente. Señaló que, para él, la libertad del individuo depende de cuatro factores: la vivienda, el trabajo, la salud y la seguridad.
Esto le dio el pie para hacer una especie de rendición de cuentas de su gestión, que termina el próximo 1° de marzo. Lacalle Pou sostuvo que, cuando llegue ese día, se habrán creado más de 100.000 puestos de trabajo. Comentó que fueron entregadas 210 ambulancias en centros de salud de todo el país, que “hacen la diferencia entre la vida y la muerte”.
La comunicación de Presidencia destaca que las 530 familias fueron realojadas en viviendas realizadas con paneles de hormigón armado y bloques de hormigón celular. Están ubicadas en un predio de 40 hectáreas con un centro de atención a la infancia y a la familia, un merendero, una escuela de tiempo completo, una policlínica del prestador de salud estatal, un centro de atención a las mujeres, una zona deportiva y recreativa y locales comerciales.