Una redistribución de recursos de la Administración del Control de Drogas (DEA, por su sigla en inglés) motivó el cierre de su oficina en Uruguay en 2019. Desde entonces, el país insiste en el regreso de la agencia antidrogas de Estados Unidos y busca aumentar la cooperación en la lucha contra el narcotráfico, pero no ha tenido éxito en ese pedido. Sin embargo, el gobierno norteamericano parece ir por un camino intermedio.
Aunque desde su oficina en Buenos Aires, la DEA prevé reforzar el seguimiento de Uruguay, según informó la embajadora de Estados Unidos en el país, Heide Fulton, a la agencia AFP. “La DEA ha estado realizando una revisión global de su presencia en todo el mundo, tratando de asegurarse de que está en la mejor posición para abordar los desafíos que han surgido hoy”, declaró la diplomática. Parte de esa revisión general de la estrategia incluye la recomendación de destinar otro funcionario en Buenos Aires para centrarse específicamente en Uruguay.
Fulton celebró ese paso que tomó la DEA y destacó que responde a una “expresión continua de interés” de parte del gobierno de Lacalle Pou para mejorar el vínculo con la agencia antidrogas.
“Cuando se consideran todas las herramientas que tenemos para trabajar virtualmente, que han permitido este acompañamiento continuo y permanente, y ahora tener otra persona dedicada a Uruguay que viajará regularmente, esta recomendación es un paso importante”, celebró la embajadora de Estados Unidos en Uruguay.
Fulton ha llegado a varios acuerdos con el ministro del Interior, Nicolás Martinelli. Por ejemplo, a principios de año firmaron un memorando que preveía que los países se compartan información para determinar el estatus migratorios de los viajeros y los posibles vínculos con el terrorismo. Fue un paso más que dieron los gobiernos para que a los uruguayos no se les exija la visa cuando viajan al país norteamericano.
En la entrevista con AFP, Fulton destacó que desde su llegada a Uruguay en marzo de 2023 trabajó de cerca con las autoridades locales en temas como el control fronterizo, la ciberseguridad, la lucha contra el lavado de dinero y en la capacitación y formación para contrarrestar el narcotráfico y las organizaciones criminales transnacionales.
La embajadora espera que este buen vínculo continúe a partir del 1° de marzo, cuando asuma el gobierno que gane las elecciones de octubre y el eventual balotaje de noviembre.
“Dada la importancia de la seguridad para cada uno de los candidatos, como todos han expresado, anticipo que continuaremos trabajando con quien gane para seguir abordando este tema. Es de nuestro interés ayudar al Estado uruguayo, quienquiera que esté a cargo de él, a seguir fortaleciendo a Uruguay para proteger la democracia que goza”, señaló.
En septiembre del año pasado, el entonces prosecretario de Presidencia, Rodrigo Ferrés –un funcionario del gobierno cercano al presidente Lacalle Pou– se reunió con Fulton y le planteó el interés por aumentar la cooperación internacional para la lucha contra el narcotráfico. Y le reiteró el pedido de que la DEA vuelva a instalar su oficina en el país.
El ex ministro del Interior Luis Alberto Heber declaró el año pasado al diario El País que este gobierno empezó “a tener una muy buena relación con la DEA” y planteó: “¿Por qué se fue la DEA de acá? Es una buena pregunta”. Sin embargo, no expresó su hipótesis sobre el retiro de esa oficina del país. “Están en Buenos Aires, pero vienen muy seguido para acá. Yo aspiro a que antes de terminar este gobierno la DEA esté acá”, dijo Heber.