El régimen cubano afirmó que la recuperación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) se aumentó este lunes con la entrada en operaciones de varias unidades generadoras, remontando gradualmente el apagón total del viernes y las subsiguientes recaídas, aunque aún no alcanza a un tercio del país.
La puesta en marcha de unidades de las centrales termoeléctricas Antonio Guiteras y Máximo Gómez, de las provincias del oeste Matanzas y Artemisa, centrales flotantes y motores diesel han propiciado la recuperación progresiva del servicio en la zona occidental, según informaron directivos del Ministerio de Energía y Minas (MINEM) y de la compañía estatal Unión Eléctrica (UNE).
Este lunes el suministro de energía eléctrica llegó a más de 1,2 millones de clientes, lo cual significa que cerca del 30 % del total disponía ya de ese servicio, según dijo el titular del MINEM, Vicente de la O Levy a medios estatales.
El domingo ocurrió el tercer apagón total del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) de Cuba en menos de 72 horas luego de que el servicio eléctrico colapsara dos días antes después de varias semanas de empeoramiento de una crisis energética que arrastra la isla desde hace varios años.
La causa de este tercer apagón se produjo por un “fallo de transmisión”, cuando se había logrado conectar en un mismo subsistema a las zonas de Mariel (oeste) y Holguín (este), separadas por más de 600 kilómetros.
El director de Electricidad del MINEM, Lázaro Guerra, explicó a la televisión estatal que ahora el sistema eléctrico de la zona occidental “se ha consolidado” con la estrategia aplicada de fortalecimiento de los sistemas regionales de occidente, centro y oriente.
“No quiere decir que van a terminar los apagones” porque aún van a existir afectaciones al servicio debido a que no se podrá disponer de la totalidad de la carga cuando el SEN esté restablecido, pero “habrá una mejor cobertura de electricidad”.
Actualmente 769.810 clientes pertenecientes al 89,3 % de los circuitos de La Habana -con más de 2,2 millones de habitantes- cuentan ya con servicio eléctrico, según comunicó la empresa eléctrica de la capital.
El SEN se encuentra en un estado muy precario por la escasez de combustible -fruto de la falta de divisas para importarlo- y las frecuentes averías en las obsoletas centrales termoeléctricas, con cuatro décadas de explotación y carencia crónica de inversiones.
Los apagones son habituales desde hace años, pero la situación se ha agravado en las últimas semanas. En los últimos días se han registrado jornadas con tasas de afectación máxima superiores al 50 %, esto es, momentos en que la mitad del país estaba simultáneamente sin corriente.
Los frecuentes apagones dañan la economía cubana -que en 2023 se contrajo un 1,9 %- e impulsan el descontento social en una sociedad afectada por una crisis económica agravada en los últimos años.
El régimen, por su parte, ha insistido en sus amenazas en contra de los ciudadanos de procesar legalmente a quienes protesten en reclamo por las graves fallas del servicio.
(Con información de EFE)