El barrio Marconi, en la periferia de Montevideo, es una de las zonas rojas de la capital uruguaya. La Policía tiene intervenido el lugar hace más de un año porque varios grupos delictivos se disputan el control del territorio. Son bandas que en su mayoría están integradas por personas jóvenes, que tienen un gran arsenal de armas y que provocan miedo a los vecinos de la zona.
Ese terror quedó reflejado en una carta que escribieron profesores de la Escuela de Oficios Don Bosco, que en los últimos meses sufrió la muerte de tres alumnos. Los docentes entendieron que había que “hacer algo” y redactaron la misiva, que publicó este lunes El Observador.
El texto fue escrito para alertar a la comunidad y a las autoridades sobre la situación de violencia que se vive en el barrio. Allí se viven “tiroteos constantes, narcotráfico y tráfico de armas” y “enfrentamientos entre bandas que toman lugar en todo el barrio”. Todo sucede a pocos metros de los centros educativos de la zona, adonde asisten los niños y los adolescentes del barrio.
“La violencia del barrio se reproduce también en una creciente represión policial desmedidamente violenta y estas medidas estatales de repliegue generan un círculo vicioso en el que el más poderoso es el más violento”, expresan en el texto.
Los tiroteos se sienten a cualquier hora cerca de la escuela de oficios del barrio, declararon el medio uruguayo Noel Giudici y Elena Castellanos, la animadora y la profesora de dibujo del centro educativo. “Y es mentira que las balas no pasan muros”, dijo Castellanos.
La escuela cuenta con un extenso predio que tiene dos canchas de cemento y muchos espacios verdes. Antes podían hacer actividades allí, pero comenzaron a ser canceladas por los problemas de la seguridad, que llevaron a que se redujeran al máximo las salidas al exterior. “Antes los tiroteos eran a la noche, ahora pasan a cualquier hora”, señalan las docentes. En algunas ocasiones, los disparos se escucharon en el medio de la clase, lo que obliga a profesores y alumnos a quedarse “cuerpo a tierra” hasta que termine el ruido.
Tres alumnos fueron asesinados en los últimos tres meses. La coordinadora del equipo de psicólogos, Analía Cancela, aseguró que el problema en años anteriores fue similar. “En 2022 me pasé en el cementerio”, comentó.
Y narró a El Observador situaciones trágicas que le sucedieron a los alumnos. Uno de ellos, recordó, estaba mal parado y recibió un tiro. Otro fue baleado por un policía que fue atacado por otras personas y disparó para todos lados para defenderse. Otros perdieron a familiares o allegados, que fueron víctimas de los enfrentamientos. Otros quedaron parapléjicos o con secuelas.
En la Policía uruguaya aseguran que el barrio está intervenido, pero que no es una de las zonas más comprometidas del país. Aunque reconocen que lo que más se ven son los asesinatos. La fiscal de Homicidios Adriana Edelman aseguró que el trabajo allí “bajó enormemente” luego de varias investigaciones de finales del 2023 producto del enfrentamiento entre la banda de El Arce y la del Betito. Estas bandas acumulan varios homicidios entre 2022 y 2023. En septiembre de 2023, Telemundo informó que la lucha en el barrio se recrudeció cuando El Arce fue acribillado a balazos a la salida de un boliche en el barrio histórico de Montevideo, la Ciudad Vieja.
La banda de El Arce es un clan familiar que tiene fuerza en el barrio, pero los del Bebito –un joven de 24 años– buscan hacerse del control del tráfico en la zona a fuerza de tiroteos y muerte. Entre julio del 2022 y agosto del 2022 al menos once personas fueron asesinadas por esta guerra entre bandas. Entre ellos hay un hombre y una mujer que no tenían nada que ver. En diciembre, por ejemplo, una niña que jugaba en una plaza recibió tres disparos.