La Sala del Senado chileno aprobó este miércoles las acusaciones constitucionales que pesaban contra los jueces de la Corte Suprema, Sergio Muñoz y Ángela Vivanco, por notable abandono de deberes y tráfico de influencias, respectivamente. Ambos fueron destituidos y no podrán ejercer cargos públicos por cinco años y este jueves, el presidente Gabriel Boric criticó fuertemente la decisión de los parlamentarios de ‘amarrar’ a Muñoz por una causa distinta junto a Vivanco en una sola interpelación, calificándola de ‘insólita” e “inexplicable”.
En un punto de prensa desde el Palacio de La Moneda, el mandatario partió su alocución asegurando que el Gobierno es “respetuoso de las atribuciones de otros poderes del Estado”, pero que en su calidad de Jefe de Estado no podía dejar de “reflexionar sobre esta decisión y advertir sobre los efectos complejos y nocivos que puede acarrear para la democracia el mal uso que se puede hacer de las instituciones”.
“Resulta insólito, y a mi juicio, inexplicable, que la Cámara de Diputados haya decidido dar curso a una acusación constitucional a dos jueces de la Corte Suprema por hechos totalmente distintos en una sola votación”, prosiguió tajante.
Según Boric, utilizar un juicio político “contra un juez como un medio oblicuo para enjuiciar su sentencias del pasado, o la manera de comprender el derecho por parte de alguno de ellos, sienta un precedente que es muy peligroso”.
“A los jueces les corresponde, en un Estado de Derecho, la decisión final respecto de nuestras controversias. Y también cumplen un rol esencial en la defensa de los derechos humanos cuando el resto del Estado omite su protección o derechamente la quebranta”, agregó.
“El Poder Judicial debe estar exento de todo tipo de influencia externa - política o económica - que pueda afectar la independencia de decisión de cada juez, que debe ejercer su labor sin temor a la venganza de los litigantes”, complementó.
“Es tiempo de cuidar nuestras instituciones. Utilizar las acusaciones constitucionales, en este caso contra un juez con argucias procedimentales, puede terminar por dañar su indispensable independencia”, subrayó la máxima autoridad del país.
“Desde la recuperación de la democracia nuestro país ha construido instituciones democráticas sólidas que han logrado además sortear diversas crisis. Pero estas instituciones no son indemnes a la acción irresponsable de quienes activa o pasivamente la socavan”, observó.
Al cierre, Boric indicó que “tengo la convicción personal e institucional que debemos ser firmes e implacables contra la corrupción y todo tipo de privilegio injusto venga de donde venga, sin importar color, posición social, ni posición política” y recordó que el pasado miércoles el Ejecutivo ingresó una reforma al sistema de nombramientos del Poder Judicial.
Finalmente, hizo un llamado a todos aquellos funcionarios que ostentan cargos de responsabilidad pública a “reflexionar de buena fe sobre el bien común de nuestra patria y cómo actuar en consecuencia”.
La acusación
Sergio Muñoz era el juez más antiguo y el “más poderoso” de la Suprema, según muchos. Nombrado por Ricardo Lagos en 2005, su caso estaba relacionado con filtraciones de información privilegiada a su hija, la jueza de Garantía, Graciel Muñoz. Esto, luego de una denuncia presentada por la Inmobiliaria Fundamenta, que manifestaba que existió “violación a la ética profesional” por parte del ministro del máximo tribunal.
La querella apuntaba a que Graciel Muñoz habría desistido de dos promesas de compraventa, señalando a una ejecutiva que “este proceso puede durar años y no creo que quiera ni pueda esperar tanto, y te lo digo con conocimiento no porque yo sea abogada, sino porque mi papá es el que ve todo este tema, ya que participa en la Corte Suprema”.
Por otra parte, la votación para destituir a la jueza Ángela Vivanco fue un mero trámite, puesto que el Pleno de la Corte Suprema ya había removido de su puesto a la jueza el 10 de octubre pasado, tras un reportaje de Ciper que sacó a la luz una serie de conversaciones entre la magistrada y el abogado Luis Hermosilla que dieron cuenta de una serie de favores de ida y vuelta.
La respuesta del Senado
Desde la Cámara Alta no tardaron en responderle y fue su presidente, José García Ruminot (RN), el encargado de hacerlo. “El Senado de la República, el día de ayer, se formó el convencimiento, por mayoría absoluta de sus miembros en ejercicio, que tanto el Señor Sergio Muñoz como la señora Ángela Vivanco, cometieron ilícitos constitucionales”, dijo de entrada.
“No lo hicimos caprichosamente, sino dando pleno cumplimiento a nuestro mandato constitucional y legal, y con pleno respeto al debido proceso”, prosiguió.
“La ciudadanía también debe tener presente que la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó el libelo, con amplio apoyo de parlamentarios oficialistas (..) Por esa razón, mi llamado es también a que la primera autoridad del país reflexione sobre lo importante que es cuidar, en palabras y actos, la debida separación de los poderes del Estado”, remató.