Verónica Abad, vicepresidenta de Ecuador, con funciones de Embajadora ante Israel y que ahora está en Turquía, enfrenta un sumario administrativo por incumplir con disposiciones de la Cancillería sobre su traslado a Ankara, decretado por el presidente Daniel Noboa por motivos de seguridad. El proceso que ha sido criticado es una más de las evidencias de la pugna política entre Noboa y Abad, quienes mantienen un conflicto desde antes de asumir sus funciones.
La ministra de Trabajo, Ivonne Núñez, en declaraciones con la prensa, reiteró que Abad no puede ser destituida como Vicepresidenta, a través del sumario; pero señaló que un sumario puede resultar en sanciones leves, graves y muy graves: “Hay sanciones de suspensión de días, sanciones de suspensiones de semanas”, explicó.
El pasado 16 de septiembre, se inició un sumario administrativo en contra de Abad por presunto abandono de funciones en su rol de embajadora del Ecuador ante el Estado de Israel. El sumario administrativo contra Abad se centra en su retraso al trasladarse a Turquía, donde debía desempeñar funciones temporales como embajadora, tras una disposición del presidente Noboa en consideración a la escalada del conflicto bélico en medio oriente. Aunque Abad llegó a Ankara el 9 de septiembre de 2024, no lo hizo en la fecha establecida por la Cancillería, que era antes del 1 de septiembre, lo que motivó el inicio del proceso administrativo en su contra, según se lee en el proceso.
En la opinión pública ecuatoriana se ha debatido sobre el uso del sumario administrativo como una posible estrategia del Ejecutivo para evitar que Abad asuma la Presidencia temporalmente mientras Noboa se concentra en su campaña para elegirse por cuatro años. Noboa actualmente completa el periodo inconcluso del ex presidente Guillermo Lasso. De acuerdo con la Constitución de Ecuador, el Vicepresidente tiene la facultad de reemplazar al Presidente en caso de ausencia temporal o definitiva. Si Noboa decidiera tomar licencia para su campaña, Abad asumiría el cargo interino, una posibilidad que no le agrada al Ejecutivo y cuyo rechazo a la sucesión ha sido expresada públicamente por el presidente y varios miembros del gabinete.
En julio de este año, durante una entrevista radial, Noboa afirmó que Abad “saldrá sola” del cargo y que “solita va a caer”. A inicios de septiembre, la asesora presidencial Diana Jácome declaró que las autoridades gubernamentales “pretendemos la destitución de la vicepresidenta Verónica Abad”. Previamente, el ex viceministro de Gobierno y ahora precandidato a legislador por el partido de Noboa, Esteban Torres, afirmó que sería “nefasto” que Abad asumiera la Presidencia. El 23 de septiembre, al ser consultado sobre el sumario administrativo interpuesto contra la vicepresidenta, Torres señaló: “Lógicamente, según el derecho no se puede” destituir a Abad a través de ese sumario.
La audiencia, en donde las partes implicadas expondrán sus puntos de vista, se realizará el 7 de noviembre.
La ruptura política
Lo que empezó como una sospecha de distanciamiento entre ambos desde la campaña quedó confirmado apenas asumieron el cargo y Noboa decidió encargarle a Abad la representación diplomática de Ecuador en Israel. Desde entonces, el mandatario ha sido enfático en que busca maneras de evitar que Abad lo reemplace cuando él deba hacer campaña. A eso se suman las vocerías gubernamentales y oficialistas que han calificado a Abad de corrupta, mal agradecida y desleal, entre otros. Por u parte, Abad ha denunciado a Noboa y a otros miembros del gabinete ante el Tribunal Contencioso Electoral por violencia política de género y ha pedido varias sanciones, incluyendo la destitución y la pérdida de derechos políticos.
Infobae reconstruyó la línea de tiempo de esta ruptura que inició mucho antes de que siquiera Noboa se presentara como un candidato con posibilidades de triunfo. Para lograr armar las piezas del rompecabezas se consultó material de archivo de las entrevistas que Noboa y Abad realizaron como candidatos, se conversó con fuentes reservadas, cuyas versiones se verificaron y contrastaron con los acontecimientos que son de dominio público, declaraciones de Noboa y Abad en el ejercicio de sus cargos, ruedas de prensa, documentos y comunicados oficiales.
Noboa y Abad se conocieron en algún momento del 2021, dos años después, el 1 de junio de 2023, cuando se celebraron las primarias de la alianza auspiciante de Noboa, el ahora presidente habría llamado a Abad para proponerle la candidatura a la Vicepresidencia, según contó la fuente que habló con Infobae.
Conforme avanzaba la campaña, relató la persona del equipo de Abad, poco a poco se le fueron quitando jurisdicciones a Abad para que acudiera y realizara actos proselitistas. Luego tras el magnicidio del candidato presidencial Fernando Villavicencio y con el debate, celebrado el 13 de agosto, Noboa subió considerablemente en las encuestas.. Fue entonces cuando Noboa, que ya estaba distante con Abad, mostró un cambió abrupto: “Ya había distanciamiento. Antes del debate sé que Verónica le envió una carta a Daniel invitándolo a la reflexión”, dijo la fuente. Pese a que nadie lo notó, Noboa y Abad ya no aparecieron en el cierre de campaña de la primera vuelta.
Tras ser considerado la sorpresa de las elecciones, Noboa accedió al balotaje. Luego de esa primera victoria y por insistencia de Abad, Noboa le concedió “una entrevista” en su residencia en Guayaquil. Al edificio llegó Abad acompañada por su escolta policial y su equipo, pero en la puerta les informaron que solo ella podía ingresar. La persona del equipo de Abad que habló con Infobae y que acompañó entonces a Abad dijo no poder confirmar qué sucedió en esa reunión pero aseguró que la vicepresidenta “salió descompuesta” tras hablar con Noboa. La fuente supone que en esa reunión se le dijo a Abad que se fuera del país.
En la segunda vuelta, Abad empezó a recibir mayor atención y sus comentarios sobre el feminismo, el papel del Estado, entre otros, fueron cuestionados. Según un reportaje de Ecuavisa, publicado el 27 de noviembre de 2023, Noboa “reaccionó enviándola (a Abad) a Estados Unidos y Europa para que hiciera campaña con los migrantes. Era la primera manifestación de que no la quería cerca”.
El 23 de noviembre fue el cambio de mando, Noboa tomó juramento en el congreso. Tras la ceremonia, en el Palacio de Carondelet se esperaba a Noboa con un almuerzo de bienvenida. Abad no asistió y almorzó en un mercado de Quito. La vicepresidenta aseguró que “nadie la invitó”.
En la foto oficial del presidente y su gabinete, Abad no apareció. Pocas horas más tarde, llegó el decreto 27 asignándole como única función “colaborar en calidad de Embajadora en nombre del Ecuador por la paz para evitar el escalamiento del conflicto entre Israel y Palestina”. Sin embargo, como ese cargo es inexistente en la carrera diplomática, Noboa tuvo que corregir la designación con el decreto 61 donde se la nombró: “Embajadora Extraordinaria y Plenipotenciaria de la República del Ecuador ante el Estado de Israel”.
Con la disposición, Abad rompió el silencio y dijo que Noboa “no la quiere cerca”, que el equipo del presidente “la mandó a callar” y que se oponía a la alianza del oficialismo con el correísmo y el partido Social Cristiano en la Legislatura.