En los últimos días, agentes de la Seguridad del Estado del régimen cubano intensificaron sus acciones contra disidentes dentro y fuera de la isla. Un nuevo episodio de acoso se registró cuando funcionarios de la dictadura llamaron directamente a la casa del director de Cuba Siglo 21 en Estados Unidos, dejando mensajes amenazantes a un familiar que, de manera accidental, atendió la llamada al ver que provenía de la isla.
Según denunció la organización, existen registros telefónicos y grabaciones de estos hechos, que han sido descritos como parte de un “hostigamiento patético”.
“Consideramos que todo este hostigamiento es realmente patético”, expresó Cuba Siglo 21 en un comunicado público emitido tras los incidentes.
La organización opositora no dudó en responder de manera directa y firme a las amenazas recibidas, señalando que estas tácticas intimidatorias no alteran su labor de denuncia sobre la situación en Cuba. Y afirmó que tiene claro el malestar que sus investigaciones han generado en La Habana.
“Comprendemos que están muy disgustados con el trabajo investigativo de nuestra institución sobre la transformación de Cuba en un estado mafioso totalitario donde una oligarquía, que representa a menos del 0,01% de la población, se ha apropiado por medio de la corporación GAESA de más del 70% de las riquezas nacionales y controlan el 95% de las finanzas”, señaló el comunicado.
GAESA (Grupo de Administración Empresarial S.A.), una entidad bajo el control de las Fuerzas Armadas cubanas, ha sido reiteradamente señalada como la principal beneficiaria de las riquezas del país, con operaciones en paraísos fiscales y el desvío de grandes sumas de dinero.
Cuba Siglo 21 denunció que más de 70 mil millones de dólares de los salarios de las brigadas médicas cubanas han sido sustraídos a través del Banco Financiero Internacional, sin cumplir con la promesa de reinvertir esos fondos en un sistema de salud que hoy se encuentra en crisis.
Además, la organización también ha molestado al régimen al respaldar llamados a militares, funcionarios y miembros del Partido Comunista para que dejen de colaborar con el gobierno. Un documento que promueve esta ruptura con el sistema fue firmado por dos decenas de reconocidos ex presos políticos, activistas democráticos y militares objetores de conciencia.
A pesar de los intentos de intimidación, Cuba Siglo 21 asegura que las amenazas no detendrán su labor. “Estas acciones intimidatorias son ridículas y han sido puestas en conocimiento de las instancias pertinentes”, subraya el comunicado, añadiendo que se han tomado medidas frente a los nuevos intentos de “asesinato de reputación” o cualquier otra acción en su contra.
Finalmente, el mensaje advierte a los agentes implicados que la obediencia debida no exime de responsabilidad ante la comunidad internacional. “Les recordamos que la comunidad internacional no reconoce la llamada ‘obediencia debida’ para acciones criminales. Deben tomar conciencia del momento que hoy vive el país”, advirtió la organización, instando a los oficiales a abandonar su cooperación con el régimen y sumarse a las demandas populares por un cambio democrático.
“Están viviendo en la Cuba de 2024, no de 1964. No pierdan más tiempo en juegos pasados de moda cuando existen verdaderas crisis en el país que esperan por soluciones definitivas”, concluyó la organización.