La ministra de Energía encargada, Inés Manzano, reconoció que, en medio del estiaje y los apagones, “lo que no se hizo fue hacer los recortes energéticos necesarios”. A pesar de ello, la secretaria de Estado aseguró que el gobierno toma sus decisiones bajo criterios técnicos. Aunque reconoció no poder explicar por qué los racionamientos programados no empezaron antes.
En entrevista con Ecuavisa, Manzano indicó que la administración del presidente Daniel Noboa enfrenta una crisis de una magnitud “nunca antes vistas” no solo por lo metereológico sino por la “falta de previsión”. La ministra reiteró que esta semana es “crítica” porque las proyecciones sobre lluvias indican que al sur del país, donde está la represa de Mazar, una de las más importantes, no habrá el nivel de precipitaciones requeridas para recuperar a dicho embalse.
Asimismo, la ministra Manzano reiteró que el gobierno trabaja en diversificar la matriz energética. “Tenemos que asegurar energía”, enfatizó y explicó que la estrategia incluye una combinación de energías renovables (hidroeléctrica y solar), junto con termoeléctricas que funcionan con diésel y gas, con el objetivo de asegurar un suministro energético constante y estable, buscando opciones más económicas como el gas natural, pero importado. En referencia a la iniciativa privada para la generación eléctrica, Manzano reconoció que el gobierno la necesita y dijo que se apoyará esos impulsos. La ministra fue clara: “No podemos seguir dependiendo del clima”. En Ecuador alrededor del 60% de producción energética depende de fuentes hídricas.
Durante la entrevista, Manzano fue consultada sobre por qué el presidente Noboa no asume la vocería sobre la crisis energética. Desde que iniciaron los más recientes apagones programados, en la opinión pública se ha cuestionado que el mandatario no comunique sobre la situación actual a la nación. Manzano respondió: “Yo no le puedo imponer un estilo al presidente. Él está al tanto de todo”, aseguró.
Los cortes de luz han permitido ahorrar más de 1.190 MW, según información que presentó Manzano en la televisora. No obstante, los apagones han generado en los sectores productivos al menos USD 1.200 millones de pérdidas, según Ecuavisa.
La ministra indicó, el lunes pasado, que el desempeño de la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair ha permitido reducir los cortes de energía gracias a un “buen flujo de lluvias” en las zonas cercanas, lo que ha ayudado a reducir las afectaciones que se han prolongado durante semanas. Además, la ministra subrayó que se está utilizando la mayor cantidad posible de hidroeléctricas que aún están en buenas condiciones para “dejar descansar” a Mazar, según declaró Manzano en Teleamazonas.
Manzano explicó que Mazar, clave para el sistema eléctrico nacional, sigue enfrentando problemas debido a sus bajos niveles de agua. Actualmente, la represa está en un metro cúbico por segundo cuando lo normal es 143, según Manzano.
La crisis también ha forzado la implementación de medidas de emergencia, como la desconexión del 31% del consumo eléctrico del sector industrial en horarios determinados para no afectar gravemente su operación. El Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE) ha alertado sobre las graves consecuencias que estos cortes tienen en la economía, señalando que “cada corte de energía de ocho horas genera pérdidas aproximadas de USD 96 millones a escala nacional”.
Por el momento, una de las soluciones del gobierno fue la implementación de una barcaza alquilada a la empresa turca Karpowership que debería producir 100 MW/H, sin embargo ha mantenido importantes fluctuaciones que no cumplen con lo ofrecido, según las cifras oficiales. La empresa ha insistido en que está prestando el servicio conforme a los establecido en el contrato.
En medio de los apagones, la presidenta de la Asamblea Nacional anunció que deben revisarse el tarifario de electricidad que pagan las grandes mineras y señaló que dicho subsidio deberá inscribirse dentro del Proyecto de Ley Económico Urgente enviado por el presidente Noboa. El consultor eléctrico, Jorge Luis Hidalgo, lleva varios meses planteando que el Ecuador no puede “regalar” energía que no tiene.