Tres años después de la inauguración de una planta de procesamiento de cáñamo medicinal en Salto, sus inversores cerraron el emprendimiento de forma imprevista. La instalación en Uruguay de una de las industrias del rubro más grandes de la región había ilusionado al gobierno, pero la actividad disminuyó zafra a zafra contrario a las proyecciones y los trabajadores fueron despedidos por WhatsApp.
La historia después tuvo un giro inesperado. El empresario uruguayo Gonzalo Aguiar fue quien desarrolló el proyecto tras ganarse la confianza de inversores canadienses. El hombre, propietario de una mansión en Punta del Este, fue a pocas semanas del cierre de la empresa asesinado a balazos por su ex pareja.
Y mientras avanzan varias causas judiciales, tanto por el asesinato del empresario como por presuntas estafas a inversores canadienses, la empresa Boreal puso a la venta la planta de cannabis medicional con el objetivo de saldar las deudas generadas a partir de la maniobra que derivó en el cierre de las firmas. Pero este trámite no ha prosperado.
El síndico que lleva adelante el proceso concursal de la planta, Carlos López, ahora busca vender 20 toneladas de mercadería que están guardadas en la planta de Salto para facilitar la venta del complejo industrial, informó este martes El Observador.
El producto es cannabis procesado y secado y sin el componente psicoactivo (THC), que se encuentra almacenado en la industria desde que cerró. De esas 20 toneladas, hay cinco que tienen destino medicinal mientras que el resto son para uso industrial.
“La mercadería está en buen estado. Por el paso del tiempo va perdiendo algunas propiedades pero está bien conservada”, declaró López al medio uruguayo.
Después del cierre de la planta, se vendieron seis toneladas que estaban almacenadas. Las ganancias que se obtuvieron en esa transacción se utilizaron para financiar las condiciones de refrigeración y mantenimiento de las otras 20 que estaban guardadas. Ese dinero ya se agotó.
La principal deuda de la firma es con los proveedores de la obra, pero también están los trabajadores que no cobraron el despido. Antes de la Semana de Turismo, los ex empleados de Boreal llegaron a un acuerdo con el síndico de la empresa para cobrar una parte de lo que reclamaban pero ese pago se concretará si la planta efectivamente se vende.
El llamado a interesados incluye un campo de 94 hectáreas, 500 metros cuadrados de edificaciones, herramientas, maquinaria y stock de mercadería. La presentación de las ofertas está abierta hasta el 23 de mayo.
La venta de estos 20 kilos de marihuana se realizará a través de una licitación cerrada porque solo seis empresas en el país tienen la habilitación para manejar esta mercadería. Los sobres se abrirán el 4 de noviembre. Y en caso de que no haya ofertas, será destruido.
La venta o la destrucción de la marihuana almacenada facilitaría la venta de la planta, porque el manejo de esa mercadería no lo puede hacer cualquiera. Esto limitaba las posibilidades de venta a través de un remate abierto.
Cumplido este trámite de venta o destrucción, entonces, la planta de 5.000 metros cuadrados de superficie volverá a ser rematada. Inicialmente, se buscará venderla en bloque con un valor base de USD 1 millón. Si esta primera instancia no es exitosa, se abriría la posibilidad de venderla por partes, diferenciando la maquinaria, el mobiliario y los inmuebles.
En el último intento de venta, el síndico solo recibió una oferta de USD 700 mil por toda la planta, que fue rechazada. Otra oferta de USD 500 mil también fue negada.
La intención del síndico es que el remate se realice antes del final de octubre para que, si se concreta la venta, se pueda aprovechar la zafra del cannabis de noviembre.