El Gobierno boliviano determinó prohibir el traslado de ganado bovino a las fronteras y endurecer sanciones para evitar su venta ilegal en las fronteras del país, dentro del marco de regulación y control de fuga de alimentos con el objetivo de combatir el desabastecimiento y la especulación de precios en el mercado interno.
La administración de Luis Arce estableció una multa de hasta 2.000 pesos bolivianos (equivalente a cerca de 290 dólares al tipo de cambio oficial) para quienes trasladen ganado en pie hacia zonas fronterizas para venderlo a países vecinos, explicó en conferencia de prensa el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca.
“En los países vecinos están pagando un mejor precio y por tanto es expectante para el contrabandista trasladar este ganado en pie y de esa manera tienden a desabastecer de carne de res en el territorio nacional”, manifestó la autoridad e informó que anteriormente la multa era equivalente a 10 dólares.
Las nuevas medidas del Gobierno buscan frenar la venta ilegal de productos alimenticios en los países limítrofes, para controlar los precios del mercado interno, que han sufrido un alza sostenido en los últimos meses- para lo cual han desplazado más de mil efectivos militares a zonas fronterizas.
El ministro Néstor Huanca también informó, en una entrevista con el canal estatal, que el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) no podrá emitir guías de movimiento de ganado en pie hacia las fronteras al menos hasta fin de año. En tanto otros productos alimenticios podrán llevarse pero solo para el consumo de los pobladores de esas regiones.
Huanca explicó, que debido a la sequía, actualmente se debe alimentar al ganado con alimentos atípicos, lo que incrementa su costo. La autoridad estima que una vez iniciada la temporada de lluvias, hacia fin de año, bajará el precio de la carne.
El alza de la canasta básica se da en medio de la crisis económica que atraviesa Bolivia desde el primer trimestre de 2023 cuando las transacciones en dólares empezaron a ser irregulares por la escasez de la divisa. Desde entonces ha surgido un denominado “mercado paralelo” en el que el dólar se cotiza a alrededor de 10 bolivianos cuando la cotización oficial es de 6,96, un valor al que prácticamente es imposible hacer transacciones; lo que ha elevado el costo de vida en el país.
Ganadería en Bolivia
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el año 2023 se contabilizaron 11 millones de cabezas de ganado en el país, lo que equivale a una vaca por habitante, y la política del Gobierno apunta a incrementar esa población para impulsar la industria ganadera.
En enero de 2022, el primer mandatario manifestó en su cuenta de X que es necesario “aumentar la producción de carne, no solo para el mercado interno sino con miras a exportar”, lo que coincide algunas medidas como la creación del “Programa de Fomento de la Ganadería Bovina” que tiene por objetivo aumentar la producción del sector ganadero.
Pero esta política como estrategia económica tiene larga data. En la denominada Agenda Patriótica 2025, establecida en 2013 como un plan general de desarrollo durante la gestión de Evo Morales, se había propuesto duplicar la población actual de ganado hasta el próximo año para incrementar su potencial de exportación.
Publicaciones del INE indican que, entre 2010 y 2020, los principales mercados externos de la carne boliviana fueron China, Perú, Ecuador, Venezuela y Vietnam. En 2023, las exportaciones de carne fueron de casi 45.000 toneladas que generaron un movimiento económico de 200 millones dólares, según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Las cifras oficiales muestran que el negocio de la ganadería va en ascenso con respaldo del Gobierno, pese a los cuestionamientos recurrentes por parte de ambientalistas y organizaciones de la sociedad civil que vinculan a esta industria con la deforestación y los incendios forestales que en los últimos años se incrementaron en Bolivia.