Santa Cruz de la Sierra marcó los registros más altos de contaminación del aire por el humo de los incendios en Bolivia

La ciudad más próspera del país tuvo una calidad de aire “peligrosa” el lunes y martes, debido a la humareda por los incendios. Las operaciones aéreas son irregulares por la falta de visibilidad y se suspendieron las clases presenciales

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Una capa de humo en Santa Cruz (EFE/ Juan Carlos Torrejon)
Una capa de humo en Santa Cruz (EFE/ Juan Carlos Torrejon)

La calidad del aire en Santa Cruz de la Sierra es “peligrosa” desde este lunes, cuando se alcanzó un Índice de Calidad de Aire (ICA) de 806 el lunes y de 1.070 el martes, posiblemente los dos más altos en la historia en Santa Cruz, según la medición del portal internacional de medición de aire IQAir. El mismo registro muestra que en las semanas anteriores se llegó a picos de hasta 621.

Los registros de la Secretaría Municipal de Medioambiente son mucho menores pero igualmente peligrosos. Según su cálculo, este lunes se registró el máximo histórico de contaminación con un ICA 434, más alto que el pico del año pasado que fue de 313.

El ICA es una escala que mide la contaminación del aire -cuanto más alto el número, mayor es la contaminación- en la cual a partir de 301, se considera un aire “peligroso” para la salud.

Los incendios forestales iniciados en junio no han sido controlados y el humo ha invadido incluso ciudades distantes a los focos de incendio, como la capital cruceña, desde mediados de agosto cuando el aire llegó a la categoría de “malo para grupos vulnerables”.

La densidad del humo ha ocasionado que este lunes se suspendieran las operaciones aéreas en Viru Viru, el principal aeropuerto del país, por más de siete horas y hasta el martes por la mañana se mantenían irregulares. En las calles y carreteras, se observaron conductores con las luces encendidas para evitar accidentes por la poca visibilidad.

Como medida de precaución, el Ministerio de Educación instruyó la suspensión de clases presenciales hasta el jueves, cuando se espera que cambie la dirección del viento y se produzcan lluvias en Santa Cruz.

La zona de Equipetrol, en Santa Cruz de la Sierra, cubierta por el humo (Foto: José Luis Arias)
La zona de Equipetrol, en Santa Cruz de la Sierra, cubierta por el humo (Foto: José Luis Arias)

Sin embargo, el alivio esperado para los próximos días puede ser temporal porque los incendios en vez de disminuir se están incrementando. Según el último reporte del Comité de Operaciones de Emergencia Departamental (COED), el martes se registraron 58 incendios activos en 21 municipios de Santa Cruz. El 1 de octubre eran 41.

“La calidad del aire es extremadamente mala debido a los incendios (…) ya son más de 7.370.000 hectáreas que están devastadas por estos incendios, los vientos del norte están trayendo esta humareda desde la Chiquitania”, manifestó Jhonny Rojas, coordinador del COED al canal Unitel.

La realidad muestra que los esfuerzos del Estado en todos sus niveles son insuficientes para controlar las llamas. El 11 de septiembre se decretó una “pausa ambiental” indefinida que prohíbe las quemas y revoca las autorizaciones existentes hasta la fecha, y el 30 de septiembre se emitió la declaratoria de “desastre nacional” para movilizar recursos económicos en acciones contra los incendios y recibir más cooperación internacional.

Desde inicios de septiembre que brigadas y equipos de varios países llegaron a Bolivia para sumarse a las tareas de los bomberos nacionales. Sin embargo, las operaciones son cada vez más desafiantes, no solo porque hay focos en lugares de difícil acceso, sino porque se continúan generando.

Los incendios en Bolivia son provocados con el objetivo de preparar el suelo para los cultivos agrícolas y especular con el precio de la tierra. De hecho, hay sectores campesinos que se oponen al veto a las quemas y exigen que el Gobierno modifique el decreto que establece la pausa ambiental.

Personas caminan utilizando barbijos para evitar la inhalación de partículas contaminantes en Santa Cruz (REUTERS/Claudia Morales)
Personas caminan utilizando barbijos para evitar la inhalación de partículas contaminantes en Santa Cruz (REUTERS/Claudia Morales)

Según el Gobierno hasta la fecha se han quemado siete millones de hectáreas en todo el país. Sin embargo, organizaciones privadas como la Fundación Tierra calculan que son 10,1 millones de hectáreas las que han sido consumidas por el fuego. En cualquier caso, la devastación es irreparable y prácticamente duplica el promedio de superficie quemada de los últimos años.

En ese contexto, desde mediados de agosto que la calidad del aire varía entre regular y peligrosa en Santa Cruz de la Sierra, los peores días en lo que va del año fueron el 7 y 25 de septiembre, y el 7 y 8 de octubre. En las comunidades próximas al fuego, las condiciones son aún peores y se ha llegado a evacuar a la población.

“Los índices de contaminación evidentemente generarán problemas en la salud, sobre todo alergias, problemas respiratorios y conjuntivitis, incluso problemas cardiovasculares que aumentan el riego en nuestros adultos mayores, nuestros niños no están exentos”, sostuvo la ministra de Salud y Deportes, Maria Renée Castro.

Las atenciones médicas por complicaciones derivadas por la contaminación se han incrementado en las últimas semanas. Hasta inicios de octubre, se habían realizado 19.361 atenciones médicas en las zonas afectadas por los incendios, según información oficial.

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