Un hombre encontró, hace unos años, la forma de hacer dinero con los cálculos biliares que se extraían de las vesículas de las vacas. De a poco fue introduciendo a otras personas al negocio y les encomendaba la tarea de recorrer distintos frigoríficos del interior de Uruguay. Así, los nuevos colaboradores comenzaron a visitar las plantas de Canelones, Durazno, Salto, Paysandú y Montevideo. Iban en búsqueda del “oro bovino”, como se conoce a los cálculos vacunos que son un remedio natural en el mercado chino.
El hombre que inició el negocio en Uruguay falleció, pero las personas a las que vinculó al rubro siguieron contrabandeando el producto y tuvieron problemas en la Justicia. Al punto que ya van cuatro condenados, según informó El Observador. La Fiscalía logró el lunes la tercera y la cuarta condena por lavado de activos proveniente de el contrabando del “oro bovino” que era vendido en negro a China.
Dos hermanos fueron condenados por enviar los cálculos de las vacas, por los que cobraban miles dólares de cuentas que provenían de Hong Kong. Entre 2020 y 2023, uno de los sentenciados recibió casi US$ 408 mil, dinero que retiró en forma inmediata, según el dictamen del fiscal de Lavado de Activos, Enrique Rodríguez, consignado por el medio uruguayo.
La condena fue por un delito de contrabando en concurso fuera de la reiteración real con un delito de lavado de activos en la modalidad de conversión y transferencia a la pena de dos años y un mes de penitenciaría.
Su hermano, en tanto, fue condenado por un delito de asistencia al lavado de activos a la pena de 18 años de prisión, aunque será sustituida por el régimen de libertad a prueba. Deberá prestar tareas comunitarias durante cuatro meses y tiene prohibido ir a plantas frigoríficas o a faena de animales mientras dure la condena.
Estas dos condenas se suman a la que tuvieron otros dos hermanos, que eran hijos del hombre que inició el negocio años atrás en Uruguay. Uno de ellos llegó a recibir más de USD 3 millones desde China.
La mercadería se pagaba con dinero en efectivo directamente a los frigoríficos y sin facturación. Los condenados iban a las plantas y negociaban con los ejecutivos. Los cálculos eran pesados en la industrias con balanzas de precisión. Los frigoríficos hacían el proceso de secado de las piedras, que luego eran enviadas como encomiendas. Una vez que las empresas chinas recibían el producto, realizaban las transferencias a cuentas bancarias en Uruguay.
El envío a Asia se hacía a través de una empresa de mensajería dado que se trataba de cantidades muy pequeñas. El contrabando no era por kilo sino el producto se agrupaba en paquetes de 300 gramos, lo máximo que se podía enviar a través de este sistema.
El mercado chino suele estar interesado en este tipo de cálculos porque su medicina los utiliza como un remedio natural para enfermedades como la hipertensión y los trastornos hepáticos. En Uruguay hubo experiencias de exportaciones de este producto hacia Estados Unidos, pero tenían la habilitación del Ministerio de Ganadería. El ingreso al mercado chino no está habilitado.
“Los cálculos biliares de bovinos valen al peso más que el oro. Un kilo de cálculos biliares se vende en Asia a unos USD 210.000″, declaró el titular de la Secretaría Nacional para la Lucha contra el Lavado de Activos, Jorge Chediak, al noticiero Telemundo de Canal 12.
Este negocio ilegal comenzó en Uruguay a mediados de la década de los noventa. Por esos años, el gramo del cálculo biliar de vacas cotizaba a USD 40. Hoy su valor es cercano a USD 200, una cifra superior a lo que cuesta el gramo de oro de 24 kilates. Su precio elevado se explica porque se trata de un producto que no abunda. De cada 100 animales, los cálculos se encuentran solo en aproximadamente tres.