Crisis en Bolivia: Evo Morales acusó a Luis Arce de reabrir casos judiciales en su contra para deslegitimarlo

El ex presidente denunció que el Gobierno busca procesarlo por investigaciones ya archivadas, mientras ambos líderes libran una pugna por el control del MAS y la candidatura presidencial

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El expresidente de Bolivia Evo Morales. EFE/ Juan Ignacio Roncoroni/Archivo
El expresidente de Bolivia Evo Morales. EFE/ Juan Ignacio Roncoroni/Archivo

El ex presidente de Bolivia Evo Morales (2006-2019) aseguró este sábado que el Gobierno de Luis Arce busca procesarlo con casos judiciales “ya resueltos”, debido a que el Ejecutivo ha perdido su legitimidad por las dificultades económicas que atraviesa el país.

“Cuando los argumentos se agotan, la violencia sale a flote. Cuando el gobierno pierde el debate político, abusa del poder procesando dirigentes y líderes sociales”, escribió Morales en la red social X.

El ex gobernante, líder del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), sostuvo que la Administración de Arce “perdió cualquier tipo de legitimidad” debido a la escasez de combustibles, falta de dólares y por la inflación.

También dijo que el Gobierno “en vez de gestionar los últimos meses” de su gestión busca “procesarlo con juicios ya resueltos por la justicia”, tal como pasó durante la gestión interina de Jeanine Áñez (2019-2020).

Morales enfrenta una investigación por presuntamente “violar a una menor de 15 años” y por crear una red de jóvenes para tener a su disposición durante su presidencia que habría llamado ‘Generación Evo’.

El caso se dio a conocer el miércoles tras la denuncia de la fiscal departamental Sandra Gutiérrez, quien afirmó que fue retirada de su cargo por el fiscal general, Juan Lanchipa, para evitar la captura de Morales.

El ex presidente dijo el viernes que el mencionado caso es de 2020 y fue activado durante el Gobierno interino de Áñez, pero finalmente rechazado por la Fiscalía.

La ex mandataria de transición, detenida desde marzo de 2021, expresó en sus redes sociales que es víctima de lo que considera una guerra jurídica y sostuvo que Morales debería afrontar “sus delitos” ante la Justicia “sin llorar”.

El expresidente de Bolivia, Evo Morales, es visto a través de un teléfono móvil durante una conferencia de prensa, en Cochabamba, Bolivia, el 4 de octubre de 2024. REUTERS/Patricia Pinto
El expresidente de Bolivia, Evo Morales, es visto a través de un teléfono móvil durante una conferencia de prensa, en Cochabamba, Bolivia, el 4 de octubre de 2024. REUTERS/Patricia Pinto

Por su parte, el presidente Arce calificó el caso de “sumamente delicado” y manifestó su intención de solicitar que se declare en reserva para evitar que se politice y proteger a la supuesta víctima.

“Nuestro Gobierno se identifica mucho con los niños. No estamos de acuerdo con este tipo de situaciones y no puede ser que nadie salga impune cuando hay una investigación y se encuentre la culpabilidad correspondiente, sea quien sea”, dijo el mandatario en un breve contacto con la prensa en Santa Cruz.

El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, también se pronunció y cuestionó la actuación de Lanchipa al destituir a los fiscales involucrados. Del Castillo reveló que su despacho investiga tres casos adicionales de supuesta violación que involucran a Morales y que no se descarta la presentación de más denuncias en el futuro.

“Estamos investigando, recibiendo denuncias de manera formal e informal. Haremos lo que esté en nuestras manos y, si existen elementos de convicción, vamos a pedir las sanciones correspondientes”, aseveró el ministro.

Morales señaló recientemente que tiene cuatro procesos que el Gobierno de Luis Arce o sus allegados abrieron en su contra después de la caminata que realizó a mediados de septiembre junto a miles de sus partidarios.

El exmandatario lideró la movilización que recorrió 187 kilómetros hasta llegar a La Paz, y después de siete días de andar, le advirtió a Arce que si “quiere seguir gobernando” debe cambiar a varios de sus ministros.

Arce y Morales libran una larga batalla por el control del MAS y el Ejecutivo boliviano, y desde 2021 se encuentran alejados también por una pugna por la candidatura presidencial del partido para las elecciones del próximo año.

Los dos políticos se culpan el uno al otro por la crisis económica que atraviesa Bolivia, por la falta de dólares, el encarecimiento de varios productos de consumo diario y por la escasez constante de combustible.

(Con información de AFP)

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