Brasil celebrará este domingo sus elecciones municipales, una carta que podría resultar clave en los comicios presidenciales de 2026, dependiendo de sus resultados. Si bien la totalidad del país irá a las urnas, el foco estará puesto en San Pablo, Río de Janeiro y Belo Horizonte, los principales colegios electorales.
Lula da Silva eligió el primero para mostrarse este sábado, junto a su candidato Guilherme Boulos. En un acto sin oradores -debido a la veda- aunque con varios miles de simpatizantes, el Presidente recorrió la céntrica avenida Paulista con el político local en un intento por sacar ventaja de la fraccionada ultraderecha de Jair Bolsonaro y hacerse con la mayor cantidad de los 9,3 millones de electores allí.
Boulos es diputado por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y, en esta oportunidad, se presenta en coalición con el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula, que ya no cuenta con el peso municipal que supo tener en el pasado y solo presentó candidatos a alcaldías en 1.379 de los 5.569 municipios.
En el otro extremo, el Partido Liberal (PL), liderado por Bolsonaro, cuenta con una presencia a nivel nacional mayor que el oficialismo de Lula -postuló a 1.477 candidatos a alcalde- pero en Sao Paulo quedó dividido tras la aparición de Pablo Marçal, quien en su corto tiempo en la política demostró tener ideas y formas aún más extremistas que las del ex Presidente.
Durante su campaña, Marçal destacó por sus insultos, provocaciones y difusión de mentiras sobre sus adversarios, por lo que fue sancionado por las autoridades electorales y hasta le costó una agresión por parte de José Luiz Datena -su rival del Partido de la Social Democracia Brasileña- con una silla durante el debate del 16 de septiembre.
Inclusive, este viernes despertó la más reciente de sus polémicas, cuando difundió un supuesto documento médico que acusaba a Boulos de ser consumidor de cocaína. La denuncia fue inmediatamente desmentida por el candidato, quien señaló que podría llevar el caso ante la Justicia penal.
No obstante sus formas, Marçal logró hacerse entre los favoritos de la gente, consiguiendo así una intención de voto de cerca del 20 por ciento, según recientes encuestas, junto a Boulos y el actual alcalde paulista y candidato a la reelección respaldado por Bolsonaro, Ricardo Nunes, quienes también cosechan un 20% cada uno.
Las cifras sugieren que Sao Paulo podría tener una segunda vuelta el 27 de octubre, como sucederá en las 103 ciudades con más de 200.000 electores, si ningún candidato logra hacerse con más del 50% de los votos. Inclusive, de ser así, no se descarta que la instancia definitiva esté disputada entre dos candidatos de la ultraderecha, complicando más la situación de Bolsonaro en el estado.
En Río de Janeiro, el segundo colegio electoral, con cinco millones de votantes, los sondeos adelantan una victoria del centrista Eduardo Paes, quien aspira a la reelección con el respaldo de Lula. En su caso, la intención de voto ronda entre el 50% y el 55 por ciento.
En cambio, Alexandre Ramagem, el elegido de Bolsonaro para representar al Partido Liberal, no supera el 20 por ciento, a pesar del acto que el ex mandatario encabezó a su lado este sábado.
Por último, Belo Horizonte, con sus 1,9 millones de electores, plantea un escenario similar al de Sao Paulo, con tres candidatos empatados en torno al 20 por ciento. Se trata del centrista Fuad Noman, quien aspira a la reelección; el bolsonarista Bruno Engler y Mauro Tramonte. También compite el diputado Rogério Correia, del PT de Lula, aunque con una débil intención de voto por debajo del 10 por ciento.
(Con información de EFE)