El ex presidente boliviano Evo Morales brindó este viernes su primera conferencia de prensa desde el estallido de la polémica causa por tráfico de personas en su contra y reivindicó su inocencia en éste y los otros tres casos que lleva la Justicia en su contra. Inclusive, aseguró que se trata de maniobras políticas lanzadas por el actual gobernante, Luis Arce, en forma de represalia por la marcha que encabezó la pasada semana hacia La Paz, en la que dio un ultimátum al Ejecutivo, que fue entendido por el oficialismo como una amenaza al orden democrático del país.
“Después de la marcha empiezan cuatro procesos contra Evo, antes de la marcha no habían procesos”, comenzó diciendo, antes de puntualizar que tres de las causas están relacionadas a dicha movilización, en las que se lo acusa de instigación pública a delinquir, daños a la infraestructura caminera y utilización en la caminata de un vehículo de lujo, propiedad de una persona con antecedentes de narcotráfico.
“Lamentablemente, en Bolivia no tengo libertad de expresión ni de locomoción”, apuntó a continuación.
Sin embargo, la más polémica de las causas contra Morales es la cuarta, la que lo investiga por estupro, trata y tráfico de personas, específicamente por “violar a una menor de 15 años” y crear la red de jóvenes Generación Evo. Según los documentos del caso, a los que accedió Infobae, el 31 de mayo de 2018, en un registro civil de Yacuiba, se emitió una partida de nacimiento de una menor, hija de Cindy S.V.P y Juan Evo Morales Ayma.
Si bien el documento data de aquel año, la fecha de nacimiento de la niña es, en realidad, el 8 de febrero de 2016, lo que indica que la progenitora tenía 16 años al momento del nacimiento y, por tanto, la relación con Morales tuvo lugar a sus 15 años.
El caso salió a la luz este miércoles por la noche, cuando la fiscal departamental de Tarija, Sandra Gutiérrez, denunció su remoción del cargo por negarse a cumplir con las órdenes del fiscal general, Juan Lanchipa, de abandonar el caso y anular la orden de captura lanzada contra Morales. Lanchipa fue cuestionado por el oficialismo e, inclusive, varios ministros exigieron un juicio de responsabilidades sobre su persona.
El político de Cochabamba, sin embargo, aseguró que se trata de una denuncia que data de 2020, durante la presidencia interina de Jeanine Áñez, pero que fue rechazada por la Fiscalía. “Áñez, usando el Ministerio de Justicia, ya me procesó, ya me investigó y se demostró que no había nada”, dijo antes de apuntar, también, contra el ministro de Justicia, César Siles, por permitir la presentación de estas denuncias en los últimos días.
“Yo no puedo entender qué clase de procurador o ministro de Justicia tenemos, cuando este caso está cerrado. Acaso no sabe que ya fui investigado por este delito. En aquel entonces ya se investigó y no encontraron ni demostraron nada”, sumó.
Morales también advirtió sobre el accionar del ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, quien “está insinuando” con llevarlo “fuera de Bolivia”, es decir, extraditarlo a Estados Unidos, como ocurre con su ex jefe Antidrogas, Maximiliano Dávila, quien también es investigado por la Justicia nacional y sobre quien pesa un pedido de entrega por narcotráfico por parte de Washington.
Poco después de la conferencia, como suele hacer, Morales utilizó su cuenta de X para retomar sus argumentos y acusar a Arce de liderar estas “mentiras”. “El Gobierno prefiere dedicar sus últimos meses de gestión en buscar proscribir al instrumento político que lo llevó a la presidencia e inhabilitar a quien ellos consideran su principal adversario: Evo. Luego de la Marcha para Salvar Bolivia activaron de forma simultánea cuatro procesos penales para buscar mi aprehensión, pues creen que enviándome a la cárcel callarán la voz de un pueblo descontento con una gestión que arrastró al país a la quiebra”, denunció.
(Con información de EFE)