El 1 de junio de 2023, la fiscal general Diana Salazar recibió un video y varios mensajes que la amenazaban con asesinar a su hija. Estas intimidaciones contra la fiscal, que tiene un perfil de riesgo del 100%, se investigan en la justicia y tienen como principal sospechoso a Fabricio Colón Pico, uno de los cabecillas de la banda narcoterrorista Los Lobos, quien está detenido.
Una pieza clave en el proceso fue la pericia de voz realizada por el experto policial Wilmer Lincango, quien determinó que la voz en el video amenazante pertenece a Colón Pico. Esta conclusión, según reportó Primicias, fue posible gracias a un cotejo de la grabación con los datos biométricos de Colón Pico almacenados en el sistema AVIS+F, un registro que incluye muestras de voz de personas que han sido detenidas. La Fiscalía informó en un comunicado que: “El perito que estuvo a cargo del cotejamiento de voz determinó que Fabricio Colón P. sería quien habría proferido el mensaje contenido en el video amenazante”.
El juicio, que se lleva a cabo ante el Tribunal de Garantías Penales en Quito tiene a la fiscal Salazar como acusadora particular. Durante su intervención, Salazar señaló que los mensajes y videos recibidos en la madrugada del 1 de junio del año pasado contenían amenazas explícitas contra su vida y la de su hija menor de edad. “La vez pasada te me salvaste, porque alguien habló por ti. Tengo todas tus ubicaciones. Ya vas a cumplir años, no quiero arruinarte tu fiesta matándote a tu hija, porque antes de matarte te hago sufrir”, decía parte del audio enviado por Colón Pico, según la acusación de la Fiscalía.
El fiscal del caso, Andrés Cuasapaz, ha solicitado una condena de cinco años de prisión para Colón Pico, la pena máxima establecida para el delito de intimidación, así como una disculpa pública y el pago de una indemnización a la fiscal y su familia.
Además del testimonio de Lincango, el juicio contó con la participación de otros expertos y testigos que corroboraron la naturaleza de las amenazas. Marlon Basantes, jefe de seguridad de Salazar, detalló los protocolos que se implementaron tras recibir las amenazas, aunque señaló que parte de esta información es confidencial debido a la seguridad de la fiscal, de acuerdo a lo recogido por Primicias.
La Fiscalía indicó que “se llamó a testificar a las peritas psicóloga y de entorno social, quienes concluyeron que -tras haber recibido estas muestras de intimidación- la Fiscal General fue afectada psicológicamente y en el desarrollo de sus actividades cotidianas, debido a que tuvo que reforzar su seguridad y la de su entorno familiar cercano”. Asimismo también testificó un agente investigador de Interpol, “quien señaló que Fabricio Colón P. tenía difusión roja por un delito de secuestro, anterior al de intimidación que se investiga en esta causa”.
La audiencia fue suspendida pasadas las 16:00 del 1 de octubre de 2024, luego de que la fiscal solicitara tiempo por razones médicas. La reanudación del proceso judicial, en la que se espera que Colón Pico brinde su testimonio, se realizará en una fecha aún por definir. Mientras tanto, el juicio sigue siendo un tema de interés tanto nacional como internacional, dado el contexto de creciente violencia e intimidación contra figuras públicas y el desafío que esto representa para la justicia ecuatoriana.
En mayo de este año, la fiscal general del Ecuador, Diana Salazar, quien investiga los casos más emblemáticos de corrupción y narcotráfico en el país, reveló que los sicarios contratados para asesinar a Fernando Villavicencio, que aspiraba a la presidencia de Ecuador, tenían también como tarea matarla. Salazar enfrenta un riesgo personal del 100%, lo cual señala la presencia constante de amenazas inminentes contra su vida. Para resguardarse, la fiscal utiliza un chaleco antibalas y se desplaza acompañada de un grupo policial que porta armas largas. En los alrededores de su despacho en Quito, se han colocado vallas y una tanqueta como medidas adicionales de seguridad. Según algunos expertos, el equipo de protección de la fiscal incluso cuenta con francotiradores.