Junto con las elecciones presidenciales y parlamentarias del 27 de octubre, los uruguayos votarán un plebiscito sobre seguridad social que establece la edad de retiro en 60 años, equipara las jubilaciones mínimas al salario mínimo nacional y elimina los fondos privados de pensión. La propuesta es impulsada por el PIT-CNT, la central sindical de los trabajadores, y por los sectores más radicales. El Frente Amplio, la coalición de izquierda uruguaya, está en una posición incómoda con esta papeleta.
Los sectores comunistas y socialistas –que integran el Frente Amplio– respaldan el Sí al plebiscito, pero la mayoría de los espacios están en contra, incluido dos de sus principales líderes, el ex presidente José Mujica y el candidato presidencial Yamandú Orsi. Sin embargo, las encuestas mostraban que la mayoría de la población no tenía claro cuál era la posición de estos dos dirigentes.
Durante una gira por el departamento de Salto, Orsi dijo que comparte la “preocupación” que había expresado días atrás el ex presidente Mujica, respecto a que la aprobación del plebiscito llevaría a una situación de “caos” si se aprobara.
“Comparto la preocupación de él, sin dudas no es la situación más conveniente y va a generar dificultades”, dijo Orsi, aunque luego matizó diciendo que no sabía si la calificación correcta era definirlo o no como “caos”.
“La discusión en el Frente Amplio ya lleva meses y se decidió la libertad de acción porque no hay acuerdos. Para mí, es altamente inconveniente; pero hay otros compañeros como (Marcelo) Abadala, que es de nuestro Frente Amplio, que creen lo contrario”, expresó.
Marcelo Abdala es el presidente del PIT-CNT y además integra una lista del Partido Comunista del Uruguay, uno de los sectores del Frente Amplio que respalda el plebiscito.
La propuesta del PIT-CNT surgió como respuesta a la reforma previsional del gobierno, que además de aumentar la edad extendió los fondos individuales de pensión a todos los nuevos trabajadores que ingresan al sistema. La norma no tuvo en el Parlamento los votos del Frente Amplio, que propuso para un eventual nuevo gobierno iniciar un diálogo social para impulsar una nueva reforma jubilatoria. La propuesta del PIT-CNT fue en otra dirección y puso en una posición incómoda a la izquierda.
El jueves, Mujica rompió un silencio de algunas semanas para expresarse en contra del plebiscito. “Meter esas cosas en la Constitución es como meterse en cana”, dijo en declaraciones a Búsqueda. “Por eso no es el camino, el camino es la ley (…) Porque vos la ley la modificás más seguido y estoy seguro de que las transformaciones de la seguridad social van a tener que toquetearse cada cinco o seis años por la evolución del trabajo”, señaló el ex presidente uruguayo.
Para Mujica, que se recupera de un cáncer de esófago, la eventual aprobación del plebiscito causaría un “lío importante” para el país y podría “armar un caos” relacionado con un “problema en la estabilidad jurídica del país”. “Por más que pueda entender que este plebiscito que impulsan tenga una parte de justicia, el problema es que esa parte de justicia termina hipotecando la libertad en el futuro”, señaló.
En el oficialismo, el rechazo a la propuesta del PIT-CNT es unánime. El candidato del Partido Nacional, Álvaro Delgado, en un acto partidario reclamó al Frente Amplio desactivar “el arma que genera una ruleta rusa” para Uruguay. Para el delfín del presidente Luis Lacalle Pou, la aprobación del plebiscito pone al país “al borde del abismo”.
“Es un poco contradictorio que el candidato del Frente Amplio vaya a Buenos Aires y hable en primer lugar, que presente al Uruguay como un país con estabilidad democrática, con estabilidad política y con seguridad jurídica, y que dos días después venga diciendo ‘no es tan malo’, ‘no es un caos’ si el plebiscito sale”, señaló Delgado.