Cuando estaba bien de salud, el ex presidente uruguayo José Mujica solía participar de varios actos políticos por día en campaña electoral. Pero a falta de poco más de un mes para las elecciones nacionales en el país, el histórico dirigente político es un “perro atado” –como lo definió su esposa, Lucía Topolansky–, que a participado en contadas actividades a pesar de que su delfín, Yamandú Orsi, es el favorito para gana la Presidencia.
Mujica, de 89 años, se viene recuperando de un cáncer de esófago. Después de las sesiones de radioterapia, el ex presidente inició la etapa de recuperación, en la que tuvo dificultades para alimentarse que motivaron que fuera internado varias veces en un sanatorio de Montevideo. Su última aparición pública fue a fines de agosto, cuando salió de su internación y apareció en la presentación de su “última jugada política”. Se trataba de la llegada de Blanca Rodríguez, una conocida personalidad de la televisión uruguaya, a su sector político.
Desde entonces, Mujica no ha aparecido y ha estado acompañado por su esposa. Topolansky se hizo presente este lunes en el lanzamiento de la lista 609 –del espacio liderado por Mujica– y en declaraciones a los medios contó detalles del avance de la enfermedad. La ex vicepresidenta aseguró que el líder político se recupera de una operación en la que le pusieron una sonda gástrica para poder alimentarse.
“Es difícil acostumbrarse a eso, pero todos los días va dando un pasito más”, dijo. “Estar enchufado durante un rato, tres veces al día, a un aparato para que le pasen la comida no es sencillo. De todos modos él ha seguido pensando en las cosas que hay que hacer en la chacra, que hay que cortar la alfalfa”, declaró.
Mujica también ha seguido la campaña política a través de la televisión. La pareja, por ejemplo, miró por celular el primer acto que hizo el sector político en un parque de Montevideo. “No es lo mismo porque no estás en el clima, pero por lo menos escuchamos la palabra de los compañeros”, dijo.
Topolansky señaló que ellos dos son “bichos políticos” que están “en el balcón” observando la campaña electoral del país. “Esa es la dificultad. Yo tengo esperanza de que de a poquito, con esta alimentación, vaya recuperando toda la fuerza que perdió. Él ya puede tomar té por la vida normal, en la medida que pueda tomar otras cosas… Veremos”, continuó.
La esposa de Mujica destacó que hay “un núcleo” de personas que se acercan para ayudar al ex presidente. “Hemos puesto el alma para sacarlo adelante”, agregó.
Mujica fue sometido a la intervención porque no se estaba pudiendo alimentar por una fibrosis que se le formó en el esófago como consecuencia de la radioterapia que recibió durante 32 sesiones para tratar el cáncer de esófago. El sábado 7, la médica personal de Mujica, Raquel Pannone, expresó que el procedimiento tuvo un resultado “excelente” e indicó que Topolansky estaba acompañando a su esposo. El dirigente tiene patologías previas como una insuficiencia renal, que dificulta la recuperación.
Tras la intervención, Pannone dijo: “Esta gastrostomía nos permite un acceso para el alimento y la hidratación seguro, con un buen flujo y poder permitir que, mientras esto transcurre, el esófago se pueda ir reparando naturalmente. A eso es lo que apostamos: a tenerlo mejor nutrido, bien hidratado y darle tiempo al esófago para cumplir las etapas naturales de recuperación”, puntualizó Pannone.
Sanguinetti, internado
El ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000) fue internado este martes en Montevideo para un control de rutina por su marcapasos, informó el noticiero Telemundo de Canal 12. El control es habitual: se lo hace cada determinada cantidad de años para chequear el funcionamiento del equipo y el estado de sus baterías.
Sanguinetti se encuentra bien y está previsto que este mismo miércoles vuelva a su domicilio.