El expresidente Evo Morales dio marcha atrás respecto al ultimátum que dio al Gobierno de Luis Arce sobre el cambio de ministros en un plazo de 24 horas y afirmó que se refería a otro tema.
El lunes, en un mitin organizado al finalizar una marcha de siete días en protesta contra el Gobierno, el exmandatario manifestó: “Si Lucho (Luis Arce) quiere seguir gobernando, primero, en 24 horas, que cambie a los ministros narcos, corruptos y ‘drogos’, (además) de ministras racistas y fascistas”.
Tras este ultimátum, la Cancillería de Bolivia activó una campaña internacional para denunciar que el líder cocalero amenaza con interrumpir la democracia. “El expresidente Evo Morales Ayma ha amenazado con interrumpir la continuidad del orden democrático al dar un ultimátum al presidente constitucional Luis Alberto Arce Catacora para que en 24 horas cambie su Gabinete de Ministros si quiere seguir gobernando”, señala un comunicado de la Cancillería boliviana emitido este lunes por la noche.
Al finalizar el texto, la Cancillería manifiesta su rechazo ante “cualquier tipo de extorsión o condicionamiento en contra de la voluntad del pueblo expresada en las urnas”.
En ese contexto, el expresidente brindó este martes una conferencia de prensa en el Trópico de Cochabamba, en la que acusó a la canciller Celinda Sosa de dar una información “totalmente tergiversada” y falsa, tras ser consultado sobre la denuncia ante la comunidad internacional.
En un cambio de retórica, el expresidente aseguró que el plazo era para que se atienda la demanda vinculada al desabastecimiento de combustible.
“Me equivoqué. ¿24 horas para qué? Para que el Gobierno atienda combustible especialmente. Ya, para que Gobierno siga gobernando, entonces, mejore su gabinete. Eso no significa que ya después de 24 horas, 48 horas, va a haber movilización. Nosotros tenemos reunión de evaluación el día jueves, acá en Cochabamba”, aseguró Morales cuando fue consultado sobre el plazo que había dado y se retiró de la conferencia.
La movilización encabezada por el exmandatario partió de la localidad de Caracollo en Oruro el 17 de septiembre y llegó a La Paz el día 23. La manifestación exigía la atención de varias demandas, vinculadas a cuestiones económicas y políticas. Entre ellas, el abastecimiento de combustibles que tiene periodos de escasez ante la dificultad del Gobierno para importarlos.
En lo político, la demanda central era la ratificación de un congreso del ala evista del Movimiento Al Socialismo (MAS), que ratificaba el liderazgo de Evo Morales y lo proclamaba como candidato para las elecciones presidenciales de 2025, un pedido que tendría que ser atendido por el Tribunal Constitucional Plurinacional.
Contradicciones dentro del MAS
Mientras Evo Morales moderaba su discurso el martes por la tarde, el dirigente campesino Ponciano Santos ratificaba el ultimátum de 24 horas para cambiar ministros. “Para (ver) si este Gobierno incapaz se queda o se va”, manifestó citado por el diario El Deber y agregó un plazo de 48 horas para atender la crisis económico.
El dirigente campesino subrayó que si el Gobierno de Arce no atiende sus demandas de forma satisfactoria y no se determina la legalidad del congreso de Lauca Ñ en el que se proclamó a Evo Morales, de octubre de 2023, el bloqueo de caminos a nivel nacional iniciará el lunes 30 de septiembre. Esa misma advertencia hizo el vicepresidente del MAS, Gerardo García en conferencia de prensa desde La Paz.
Ambos dirigentes pidieron a las organizaciones afines al evismo que se alisten para iniciar los bloqueos.
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