El candidato a presidente de Uruguay por el Frente Amplio, Yamandú Orsi, cruzó el Río de la Plata esta semana y disertó en un evento del Consejo Interamericano de Comercio y Producción, en el Hotel Sheraton. El postulante destacó ante el empresariado argentino la estabilidad política de un país que otorga “certeza” más allá de quién esté al frente del Poder Ejecutivo.
“El Uruguay funciona. Ahora sí, una noticia: va a seguir funcionando. Es una certeza. La primera definición es que Uruguay seguirá abierto a la inversión extranjera directa”, dijo el candidato para los comicios del 27 de octubre. El evento de este miércoles estuvo organizado por el presidente de Buquebús, Juan Carlos López Mena.
Orsi es el postulante de la coalición de izquierda y, según las principales encuestadoras, es el favorito para las elecciones. Sin embargo, para ganar el 27 de octubre deberá alcanzar el 50% de los votos, algo altamente improbable. El principal candidato por el oficialismo es Álvaro Delgado, el delfín de Luis Lacalle Pou y su secretario de la Presidencia durante buena parte de este período de gobierno.
Orsi, cuyo mayor respaldo político es el del ex presidente José Mujica, destacó en su discurso la importancia de la participación argentina en Uruguay. “Las inversiones extranjeras, y fundamentalmente las argentinas, nos han venido muy bien. En nuestro departamento nos ha tocado compartir con ustedes emprendimientos que han sido exitosos”, dijo el candidato, que fue dos veces intendente de Canelones.
“Una de las características de Uruguay es que somos lentos… O argentinos sin intensidad”, dijo Orsi en tono de broma y despertó las risas de los empresarios que lo escuchaban. El postulante a la Presidencia reconoció que envidia esa “intensidad” de Argentina y dijo que “hace falta” que se contagie eso para Uruguay o que los argentinos “sean parte” de la realidad uruguaya, con el “ímpetu y las ganas de hacer algo nuevo”.
El candidato del Frente Amplio destacó que en Uruguay la lógica “gobierno-oposición” trasciende la “coyuntura de a quién le toca estar de un lado y del otro”. “Quien se opone, cuando le toca gobernar, rara vez desarma todo y arranca de vuelta. Lo que normalmente pasa es utilizar esa herramienta contra la que tanto confrontamos”, dijo Orsi. Su comentario hacía referencia a que el actual oficialismo se benefició del Sistema Nacional Integrado de Salud o de la reforma tributaria que realizó el Frente Amplio; mientras que la coalición de izquierda utilizó la ley de zonas francas, de puertos y forestal, de la que había sido opositor.
“El respeto a las reglas de juego no se discute en Uruguay, o en clave de estabilidad, ya no hay discusión respecto a condiciones macroeconómicas y la discusión está en quién lo aplica mejor”, señaló.
Orsi estuvo acompañado por Gabriel Oddone, uno de sus principales asesores en materia económica y quien fue presentado como su “eventual” ministro de Economía. El de este economista, que hace poco tiempo se jubiló de su trabajo como consultor privado, es el nombre que más ha sonado para ese rol pero genera resistencias en los sectores más radicales del Frente Amplio.
El postulante dijo que en un eventual gobierno mantendrá “el marco fiscal y normativo” que rige en el país, pero pasó una advertencia: “La única alerta o novedad puede aparecer por lo que el impuesto global pueda obligarnos”, señaló.
Ante los empresarios argentinos, Orsi dijo que el presidente Javier Milei ha dado “muy buenas señales” hacia Uruguay e indicó que no se le ocurrirá gobernar “teniendo una relación dificultosa con Argentina”. “No cabe otra posibilidad para quien quiere ser presidente de la República que tener una excelente relación con el gobierno”, aseguró.
En rueda de prensa, el candidato fue consultado sobre la posibilidad de que Venezuela regrese al Mercosur. “No, no, no. No se me ocurre, ahora no”, respondió.