Un grupo de vecinos Aguada y Cordón Norte, dos de los barrios céntricos de Montevideo, decidieron unir fuerzas en sus reclamos por la seguridad. Hace un año, fueron al Parlamento a pedirle a los legisladores que se tomen medidas para mejorar la convivencia y que haya un mayor combate al narcotráfico. La semana pasada, la solicitud se reiteró en forma de súplica: “¡Ayuda! A quien sea: ayuda”.
Este colectivo de vecinos reiteró su pedido en la Comisión Especial de Seguridad y Convivencia de la Cámara de Diputados, según informó El País este jueves. Las críticas apuntaron tanto al gobierno nacional –liderado por el Partido Nacional– como a la Intendencia de Montevideo, gobernada por el Frente Amplio.
Los vecinos prefirieron el anonimato al hablar ante los legisladores y les aseguraron que viven estos problemas a diario. Y saben que no son solo ellos: los inconvenientes de convivencia también se registran en la Ciudad Vieja, el Centro, el Barrio Sur, Palermo y Tres Cruces, todas zonas céntricas de la capital uruguaya.
Según expresaron, el narcotráfico es una de las explicaciones que le encuentran a este fenómeno. Está “afincado de manera estructural y organizada, y hace inteligencia”. Además, contaron que corren un “riesgo” porque los delincuentes los comienzan a conocer con el paso del tiempo, incluso a quienes llegan a la zona solo para trabajar. El temor llega a los grupos de WhatsApp: muchos no se animan a “expresar opiniones o generar iniciativas” porque pueden ser identificadas.
Los vecinos creen que están ante una “falta de respuestas en el territorio” y aseguraron que, tanto el gobierno como la Intendencia de Montevideo, “responden como Bomberos”: cuando los llaman y les insisten, los agentes concurren al lugar pero después se van. “Estamos en un estado de indefensión ciudadana. ¿Pasan patrulleros? Sí, pero como turistas. Parece que no ven o tienen la orden de no ver. No sé qué es lo que pasa. Es evidente que más allá de la honestidad y de la buena voluntad –que recalco–, no hay un plan”, señaló uno de los vecinos que se expresó de forma anónima.
“¡Ya no sé con quién más hablar!”, relató otro integrante del grupo en el Parlamento. Su comentario apuntaba a que ya se había comunicado con la seccional policial, había tenido diálogo con la Dirección de Convivencia del Ministerio del Interior (encargado de la seguridad), con la Intendencia de Montevideo y con el Ministerio de Desarrollo Social. “Me siento solo porque no sé con quién más tengo que hablar para buscar una solución con respecto a lo que está pasando en esa calle, donde en las noches hay tiros y se dan puñaladas. Todos saben esto; imagino que la seccional lo debe saber porque yo he hecho las denuncias”, expresó.
Uno de los vecinos llevó la situación a un extremo: expresó que espera ir a la próxima reunión y que cuando lo haga no tenga que decir que su “hijo murió porque recibió un balazo”. En su casa –relató– hubo “balazos” que rebotaron en dos paredes, una de las situaciones que no fue descripta en el grupo de WhatsApp por miedo. “¿Entienden la situación? Es mi hijo, pero puede ser el hijo de cualquiera de los que estamos acá, porque no hay un barrio de Montevideo que no esté exento de estos problemas”, narró.
Hay, de acuerdo al relato del grupo consignado por el diario uruguayo, una “proliferación de bocas” y una “multiplicación de personas que se instalan en la vía pública a vender”. “Son conocidas por todos, incluso, hasta con los nombres, muchas veces. Sobre ellas hemos hecho múltiples denuncias, pero la verdad es que por este tema en particular hemos recibido muy poca respuesta o casi ninguna. No entendemos mucho por qué, porque están en la vía pública y no se necesitaría ningún tipo de orden de allanamiento”, cuestionó un integrante del grupo.