La empresa de capitales georgianos Pharmin era presentada como la principal productora y proveedora de América Latina de flores de cannabis medicinal de alta calidad. Se constituyó en 2019, empleaba a más de 60 personas y exportaba a varios destinos de Europa y Asia. Tenía un predio de 2,3 hectáreas en Uruguay, que era capaz de cosechar hasta una tonelada de inflorescencias secas por mes. Pero, de golpe, su presencia en el país se esfumó.
La empresa, que comenzó a operar en 2020, cerró de forma sorpresiva a principios de 2024. Los 65 trabajadores fueron despedidos por WhatsApp, no se les pagó la indemnización que les correspondía ni se les dio la baja del Banco de Previsión Social (BPS), el organismo previsional del país.
Además, poco se sabe sobre el paradero de los referentes de la multinacional. El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) no logra ubicar a los referentes de esta multinacional, informó el diario uruguayo El Observador. El contacto en Uruguay era Nicolás Bustillo, el hermano del excanciller, pero el vínculo con él también se cortó.
La planta fue rematada este miércoles por disposición judicial. La subasta se dividió en dos grandes lotes. Primero se ofreció el invernadero, una gran carpa de 24 mil metros cuadrados, que está equipada con “los mejores sistemas” por USD 205 mil (la puja había iniciado en USD 100 mil). El comprador se presentó como un productor hortícola de Paysandú, un departamento limítrofe con Argentina, que también trabaja con drones de forestación.
En el segundo lote se subastó un laboratorio con todo el equipamiento y se remató por USD 130 mil. El comprador fue un representante de Zonamérica, el lugar físico donde estaba instalada la planta.
El precio de venta de estos dos lotes fue muy inferior a su valor. El rematador había asegurado en la previa que se trataba de una “venta forzada” porque Zonamérica le había realizado un juicio a Pharmin por alquileres impagos.
El precio final fue cuestionado por el sindicato del sector. Germán González, dirigente de la Unión de Trabajadores Rurales y Agroindustrial del Uruguay (Utrau) declaró a La Diaria que la inversión que hizo la empresa fue de USD 9,5 millones y, por tanto, lo recaudado es una cifra irrisoria. “Se remató un invernáculo de 24 mil metros cuadrados, todo techado, de policarbonato, con luces. Son aproximadamente 18 naves con focos y cada nave lleva 240 focos. Cada foco vale mil dólares”, dijo el dirigente sindical, para ejemplificar el bajo costo de la subasta.
González cuestionó la rapidez con la que se convocó al remate judicial a pedido de la empresa que maneja el predio de Zonamerica. “No está bien que haya sido así. Fue un remate muy rápido. A nosotros nos sorprende. No nos dio tiempo de presentarnos al concurso. Es algo que no apostó a la unidad productiva. No esperaron que se nombrara un síndico”.
“Nadie defendió a los trabajadores. Yo estuve en el remate y el rematador hizo su trabajo, demoró mucho tiempo para que alguien ofertara mejor. Pero cuando llegó el momento que ofrecieron, miró para donde estaba el alguacil, y el alguacil dio el visto bueno a los USD 205 mil”, relató. “Hay que tener conocimiento de lo que se vende. No se puede regalar por USD 200.000 algo que salió USD 9,5 millones. No se paga ni el nylon”, cuestionó.
El dirigente comentó que la empresa Boreal, propiedad del empresario que fue asesinado en Punta del Este por su ex pareja, también fue a remate, pero no se cerró un acuerdo porque el precio de base era muy bajo.
La licitación por la venta de esta planta fracasó, según informó El Observador semanas atrás. Luego se intentó vender en un remate sin base, pero tampoco hubo interesados. La única oferta que se concretó fue por USD 500 mil cuando se pretendían USD 3 millones.