El dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, amenazó este lunes con tomar la Asamblea Legislativa Plurinacional en medio de la pugna interna del Movimiento Al Socialismo (MAS) que tiene a la organización obrera dividida entre los liderazgos de Evo Morales y Luis Arce.
“¡No vamos a parar compañeros, hoy más que nunca, mañana la marcha va a terminar con la toma física de la Asamblea Legislativa, y si no quieren legislar, carajo que asuman sus suplentes! Así nomás es, y si los suplentes no quieren, ¡vamos a plantear cierre del Parlamento, carajo!, ¡Qué viva la Central Obrera!”, vociferó el dirigente afín al Gobierno.
El conflicto inició cuando el lunes por la tarde, un grupo de seguidores de Evo Morales entró a la sede sindical para protestar contra Huarachi, a quien acusan de estar alineado con Luis Arce y ocupar el cargo ilegalmente, porque estaría fuera del plazo para el que fue elegido.
Con cohetes y carteles en mano que decían “¡Huarachi traidor, COB vendida, Huarachi corrupto!”, cerca de 50 manifestantes entraron por la fuerza a la sede sindical para exigir que su líder “dé la cara”.
Según la prensa local, la protesta estaba encabezada por Humberto Claros y Enrique Mamani, dirigentes de organizaciones sociales cercanos a Evo Morales, quienes dieron una conferencia de prensa desde la oficina de Huarachi.
“Al señor Huarachi, al señor Arce Catacora, la siguiente (vez) que vengamos no vamos a venir solo a protestar, ¡los vamos a venir a sacar a patadas!, a todos esos dirigentes malandrines que ahora se han auto prorrogado en la Central Obrera Boliviana. Esta es nuestra rabia que queremos hacer conocer a Bolivia”, manifestó Claros.
En medio de las crecientes manifestaciones que enfrenta el Gobierno por la crisis económica, la escasez periódica de combustibles, los incendios y los resultados del censo, entre otros, la COB convocó para este martes una marcha “en defensa de la democracia” y tiene previsto llegar a la Asamblea Legislativa para exigir la aprobación de créditos internacionales. Sin embargo, para Claros, el dirigente evista, la movilización de la COB es “una pantomima” que, en vez de defender a los trabajadores defiende a quienes están en el poder.
“Lo que tiene que hacer (Huarachi) es salir a defender al pueblo y no al Gobierno corrupto”, manifestó Claros antes de abandonar el edificio de la sede sindical.
Tras el incidente en la COB, el presidente Luis Arce pidió sanciones contra los dirigentes evistas y dijo que se trató de un “golpe sindical” que “no puede quedar impune”. Sin embargo, no hizo referencia a la amenaza a la institucionalidad legislativa que hizo Huarachi.
La declaración causó rechazo unánime en la oposición. La diputada Luisa Nayar cuestionó en su cuenta de X: “¿Cómo es posible que un patán abusivo y descalificado como Huarachi, se atreva a amenazar así al primer poder del Estado y quede impune?” y luego agregó “venga, Huarachi, con sus huestes violentas. No le tenemos miedo. Lo estaremos esperando armados de nuestra verdad y nuestra pasión por la libertad y la democracia”.
Huarachi, en el vaivén del poder
El liderazgo de Juan Carlos Huarachi se forjó en la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia a través de la cual llegó a la dirección de la COB en febrero de 2018. Según el Estatuto Orgánico de la organización sindical, el mandato de la dirigencia tiene una duración de dos años con posibilidad de ser reelegido por un periodo adicional.
En entrevista en un programa televisivo, Humberto Claros manifestó que “Huarachi ya no es ejecutivo por norma estatutaria desde inicios del 2020. En ninguna parte del Estatuto dice que se puede auto prorrogar (…) ¿Qué Congreso lo ha elegido el señor Huarachi para estar ocho años ahí?”, manifestó.
La gestión de Huarachi es cuestionada, entre otras cosas, por la manera en la que se acomoda al poder de turno. Cuando fue electo dirigente de la COB, apoyó las políticas del entonces presidente Evo Morales y fue uno de sus principales aliados. Sin embargo, en medio de la crisis política de 2019 y horas antes de la caída del Gobierno, Huarachi le dio la espalda: en conferencia de prensa pidió su renuncia.
Luego fue acusado, sin pruebas, por el expresidente de haber recibido dinero del Gobierno interino de Jeanine Añez para promover “la pacificación del país”, algo que el aludido ha negado. Meses más tarde, Huarachi organizó marchas contra la postergación de las elecciones de 2020 y el Gobierno de Añez.
Una vez que Luis Arce asumió el poder, el dirigente sindical mostró afinidad con su Gobierno. Si bien ha manifestado varias veces que “no es masista”, en abril de este año, durante el aniversario de la COB, manifestó su apoyo al presidente: ˝Hoy ratificamos el compromiso de seguir acompañando a nuestro presidente y vicepresidente como institución obrera”, afirmó.
Opositores y afines al evismo, critican la politización de su liderazgo. Para el diputado Miguel Roca, la COB ya no existe y lo que hay en su lugar es “un sindicato prebendal y servil al Gobierno”.