Apenas días después de que la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, anunciara el fin del tratado de extradición con Estados Unidos, en su entorno cercano se dio una serie de renuncias en medio de un escándalo por lazos con el narcotráfico. En este contexto, este domingo la jefa de Estado designó a una abogada cercana a su familia como la nueva ministra de Defensa, tras la dimisión de su sobrino al ministerio y de su cuñado diputado al Congreso.
“Quiero anunciar el nombramiento para ocupar el cargo de Secretaria de Defensa a la ciudadana Rixi Moncada”, anunció la presidenta en un discurso de inauguración del mes de las fiestas de la independencia de Centroamérica.
José Manuel Zelaya, sobrino de Castro, renunció a la jefatura del Ministerio de Defensa el sábado, luego de que su padre, Carlos Zelaya, dimitiera como diputado y secretario del Congreso al reconocer que en 2013 se reunió con capos del narcotráfico.
Moncada, muy cercana a la familia presidencial, fue ministra de Trabajo y Energía en el gobierno del marido de Castro, Manuel Zelaya, quien fue derrocado en un golpe de Estado en 2009.
La abogada de 59 años es considerada, además, como una de las favoritas para ser la candidata presidencial del partido oficialista Libre en las elecciones de 2025.
“Voy a presentar mi renuncia al Congreso Nacional como diputado y como secretario del Congreso para despojarme de cualquier tipo de blindaje que pueda tener y se me investigue”, declaró a periodistas el sábado el diputado Zelaya. Horas después, su hijo José Manuel Zelaya, renunció a la jefatura del Ministerio de Defensa.
“Para que se investigue con toda libertad, he presentado mi renuncia como Ministro de Defensa ante la Presidenta”, escribió el alto funcionario en la red social X, al resaltar “la integridad y el honor” de su padre.
Tras rendir declaraciones en la fiscalía, Carlos Zelaya dijo haber caído “en una trampa”, al reconocer que participó en 2013 en una reunión donde estuvo un conocido narcotraficante hondureño y se ofreció “una aportación para la campaña” electoral del gobernante partido Libertad y Refundación (Libre).
“Esa reunión nunca tuvo el aval del presidente Zelaya, nunca tuvo ni el aval ni el acompañamiento, mucho menos conocimiento de esa reunión, ni la presidenta Castro, fue una reunión unilateral de mi parte”, aseveró en las afueras de la Agencia Técnica de Investigación Criminal, en Comayagüela, ciudad contigua a Tegucigalpa.
Asimismo, también generó polémica en los últimos días un video del ahora ex ministro de Defensa junto a Vladimir Padrino López, ministro de Defensa de la dictadura venezolana, durante una visita oficial a Caracas. Ese encuentro despertó la reacción de Estados Unidos, que expresó su preocupación al respecto, en medio de la grave crisis que atraviesa Venezuela tras el fraude electoral y la posterior represión del régimen de Maduro.
Padrino López es, además, uno de los funcionarios de la dictadura venezolana que está sancionado por Estados Unidos por vínculos con el narcotráfico.
Los cambios en el gabinete se producen días después de que Castro anunciara la cancelación de un tratado de extradición con Estados Unidos, que permitió encarcelar y enviar a ese país a 50 hondureños ligados al narcotráfico, entre ellos poderosos políticos.
La denuncia del tratado de extradición ocurre, además, a pocos días de que el fiscal general de Honduras, Johel Zelaya, hizo pública una lista de funcionarios, políticos y otros que son sujetos de interés en varias investigaciones sobre narcotráfico abiertas por el Ministerio Público tras el juicio al ex presidente Juan Orlando Hernández en Nueva York, donde estas personas fueron mencionadas como supuestos cómplices de los narcos. En la lista están los nombres de Manuel Zelaya, el esposo de la presidenta Castro, y de Carlos Zelaya, su cuñado y vicepresidente del congreso.
La mandataria afirmó que lo hizo para evitar que Estados Unidos lo usara contra militares que le son leales y facilite un intento de golpe de Estado.
(Con información de AFP y EFE)