En la década de los setenta, las mujeres en Bolivia tenían un promedio de 7,5 hijos y en la actualidad esta cifra bajó a 2,1, según información brindada ayer por el director del Instituto Nacional de Estadística (INE), Humberto Arandia, durante la presentación de los datos del Censo de Población y Vivienda.
Arandia hizo referencia a datos intercensales de la Encuesta de Demografía y Salud que señalan que la fecundidad fue bajando con el paso de los años: en la década de los 80 el promedio era de 5 hijos, en la de los 90 era 3,5 hijos y en el 2023 las mujeres tuvieron un promedio de solo 2,1 hijos, lo que indica que la población -en especial las mujeres- ejercen cada vez más control sobre su vida reproductiva.
A partir de estos datos, el director del INE explicó que Bolivia se está acercando a la “tasa de reemplazo poblacional”, es decir que los hijos que nacen solo cubren a los padres, con lo cual la tasa de crecimiento poblacional desciende. “En ese contexto las proyecciones de crecimiento fueron mayores, 350.000 más, que las realmente observadas a través de los certificados de nacimiento”, informó.
Las datos de fecundidad coinciden con la tendencia global. Según datos históricos publicados en Statista, en todos los continentes -excepto en África- la tasa de fecundidad empieza a descender entre las décadas de 1960 y 1970, y su decrecimiento es sostenido. En África, la reducción de la tasa de fertilidad inicia en los años 80.
Según expertos, la caída en la tasa de fecundidad puede tener profundas implicaciones en el futuro demográfico global, en el crecimiento económico, en la estructura social de las nacionales y en las políticas de pensiones y uidados para el envejecimiento de la población. Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, está previsto que las poblaciones de América Latina continúen aumentado, pero que lleguen a su máximo antes del año 2100.
Divorcios y fecundidad
Este jueves se presentaron los datos preliminares del censo, que fijaron la población total de Bolivia en 11,3 millones, debajo de la expectativa que se tenía. La información completa se conocerá recién en abril de 2025.
Sin embargo, Arandia deslizó datos adicionales a los previstos durante su presentación. Indicó que las mujeres tienen hijos cada vez a mayor edad, bordeando los 30 años, según el último censo.
De igual manera, reveló que la pandemia tuvo incidencia en la composición demográfica del país más allá de la tasa de mortalidad. “Aumentó la tasa de divorcios, redujo la tasa de fecundidad y aumentó la tasa de convivencia, reduciendo la cantidad de matrimonios”, explicó.
Polémica por los datos del censo
Las cifras de población en Bolivia son relevantes para determinar la representatividad política de las regiones en la Asamblea Legislativa Plurinacional y para la asignación de recursos de coparticipación tributaria. En ese sentido, a mayor población, los departamentos reciben mayores recursos y eligen a más diputados.
Los datos presentados ayer generaron rechazo en varios sectores, especialmente en Santa Cruz y El Alto, debido a que no coinciden con las proyecciones que se habían realizado ni con la expectativa generalizada por la migración interna.
Actores políticos y autoridades regionales manifestaron su desconfianza por los datos y pidieron al INE que transparente la información del proceso censal para que se pueda hacer una revisión técnica de las cifras.
La población en Bolivia está fijada en 11,3 millones (un millón menos de lo proyectado) y Santa Cruz se consolida como el departamento más poblado del país, con 3,1 millones de habitantes. El analista político Carlos Saavedra, sostiene que para legitimar esos datos lo que corresponde es permitir una revisión técnica en la que todas las regiones puedan resolver sus dudas.