Scarlet Pullopaxi tenía seis años cuado desapareció el pasado lunes 26 de agosto. La comunidad de Belisario Quevedo en Latacunga, a 115 kilómetros al sur de Quito, empezó una búsqueda que terminó con un terrorífico hallazgo. El cadáver de la nena fue encontrado en una cisterna dentro de su propia casa.
Los agentes de la Policía Nacional han iniciado las investigaciones para esclarecer cómo la pequeña, quien era la menor de siete hermanos y que vivía con su padre, perdió la vida. Una hipótesis es que la niña resbaló y cayó dentro del tanque. Pero las autoridades investigan el caso para descartar el cometimiento de algún delito.
De acuerdo con Primicias, la tarde en la que desapareció, la niña estaba caminando con varias mujeres. Esa alerta congregó a los moradores y parientes de la menor para buscarla. La televisora Teleamazonas conversó con una de las vecinas que colaboraron en la búsqueda. Ella contó que “primero buscaron por los bosques de Miravalle, pero no obtuvieron resultados. Por ello, se dirigieron nuevamente a la vivienda. Allí encontraron a la pequeña dentro de una tanque de agua de la lavandería”.
El cadáver de la niña fue reconocido por su padre. Esta es la segunda tragedia que vive esa familia en este año. Hace apenas seis meses, la madre también murió. La familia, relató el presidente de la junta parroquial a Teleamazonas, necesita ayuda económica y las autoridades están gestionando asistencia, especialmente para velar y enterrar a la pequeña.
La segunda nena en ser hallada en una cisterna
Esta es la segunda menor que es encontrada sin vida dentro de una cisterna en Ecuador este año. En febrero, la niña Dana Ramos, de ocho años, fue hallada muerta en el tanque de agua ubicado en la vivienda de sus abuelos. Ramos había estado desaparecida por 15 días y su padre, un policía, se convirtió en el principal sospechoso de haber planificado un secuestro y luego aniquilar a su hija.
Entonces la Fiscalía indicó que una de las detenidas, prima de la nena, contó que el padre de Dana necesitaba pagar una deuda por lo que planificó el secuestro de la niña. El hombre conocía que la madre de Dana tenía una póliza de seguro y quería cobrarla para cumplir con sus obligaciones económicas. Por esa razón, relató la sospechosa, el 1 de febrero, a la hora del almuerzo se reunió con el padre de Dana quien le dio las últimas instrucciones. Ella debía sacar a la niña a la tienda no sin antes tomar el teléfono de la nena y responder un mensaje previamente enviado de un número desconocido. Esto con el propósito de distraer a los familiares.
Las primeras investigaciones indicaban que recibió un mensaje a través de algún juego en línea. Dana entonces habría dicho a una prima que su madre la envió a la tienda. Sin embargo, según recogió Teleamazonas, la madre de la nena leyó el mensaje para Dana apenas 10 minutos después de que este haya sido recibido, pero ya era tarde. La madre corrió a la tienda pero Dana no había estado ahí. Un vecino dijo que vio a la pequeña parada en la puerta de su casa.
La búsqueda de Dana se extendió por 15 días en Riobamba, una ciudad a 216 kilómetros al sur de Quito. Durante los primeros días de la desaparición los familiares recibieron mensajes extorsivos que les exigían miles de dólares para devolverles a la pequeña. Las autoridades identificaron que esos textos se enviaron desde dispositivos vinculados al padre y a la prima de la niña: “Con base en los elementos de convicción recabados en las investigaciones realizadas por la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas, se determina que ellos (el padre y la prima de Dana) serían los presuntos ejecutores de la desaparición de la niña Dana Alejandra Ramos Pilataxi”, informó el Ministerio Público.
El 16 de febrero, el insistente ladrido de un perro alertó a los familiares y a las autoridades para que revisaran la cisterna de la casa de los abuelos de Dana. Esa casa ya había sido allanada los primeros días de la desaparición de la niña, según reportaron las autoridades. Sin embargo, cuando los agentes indagaron en el lugar encontraron al cuerpo de Dana en descomposición. La madre reconoció la ropa de su hija cubierta por algas, según reportó Teleamazonas.