Luego de recibir una denuncia reservada, un grupo de agentes policiales encontraron lo que podría graficarse como una escena de cine gore. Tres hombres de entre 20 y 24 años desmembraban un cadáver en una casa inhabitada de Portoviejo, a 196 kilómetros de Guayaquil. Los hombres fueron capturados en flagrancia, según informó la Policía en un comunicado.
El operativo sucedió la noche del martes, 26 de agosto cerca de las ocho de la noche. Cuando las unidades policiales llegaron al lugar “observaron a tres sujetos desmembrando un cuerpo, quienes al notar presencia policial salieron en precipitada carrera, y luego de una persecución ininterrumpida fueron neutralizados en un domicilio vecino”.
Los detenidos fueron identificados como Carlos Julio P.V. de 23 años, sin detenciones pero con un proceso por una infracción menor; Ricardo Jandel M.C. de 20 años, sin antecedentes penales; y Steveen Jesus M.C. de 24 años, con un prontuario que incluye cuatro detenciones por rebelión, tráfico ilícito de drogas, robo y evasión (fuga); además tiene al menos cinco procesos judiciales por los mismos delitos.
De acuerdo con la Policía, los detenidos “serían parte de un grupo de crimen organizado transnacional, que opera en esta jurisdicción”.
La víctima, cuyo cadáver fue cercenado, era Henry Javier Molina Ramírez, de 20 años. El asesinado " tenía impactos en la cabeza. Además, sus extremidades habían sido cercenadas”, según indicó Lenin Peralta, comandante subrogante de la Policía en la subzona Manabí, en declaraciones recogidas por Primicias.
Además de aprehender a los jóvenes, la Policía decomisó un arma de fuego de tipo artesanal, una alimentadora, seis municiones, dos teléfonos, doce prendas de vestir y una sierra.
Descuartizar: uno de los pasos para ascender en las estructuras criminales
En agosto de este año se hizo público el testimonio de la madre de un adolescente de 16 años descuartizador de Ecuador. La madre, que dijo preferir ver muerto a su hijo, relató cómo este cambió tras ser reclutado por una banda narcoterrorista que opera en Guayaquil.
Un desgarrador testimonio revela la crueldad con la que operan las bandas narcocriminales en Ecuador. Una madre, cuya identidad se mantiene en reserva por seguridad, relató a un medio local sobre su hijo, que forma parte de Los Tiguerones, una de las organizaciones delictivas calificadas como terroristas por el gobierno ecuatoriano.
La mujer habló con Ecuavisa y relató cómo su niño cambió “de la noche a la mañana”. La madre vive en Nueva Prosperina, en el noroeste de Guayaquil. Ese barrio, a finales del 2023, fue uno de los cinco lugares más peligrosos del mundo por el número de homicidios registrados.
“Empezó a meterse droga, porque él también consume. Yo simplemente llamaba la atención, pero no podía profundizar más allá por el sistema del miedo, porque él pertenece a una famosa banda de Los Tiguerones”, contó la mujer en su testimonio para el medio ecuatoriano, además indicó que su hijo incluso la ha amenazado con matarla si sigue tratando de entrometerse en sus asuntos.
El adolescente empezó en las filas criminales cometiendo robos, pero para ascender en la organización debió involucrarse en crímenes cada vez más graves, como la venta de droga y ahora, según su madre, en el secuestro. Las víctimas a las que secuestran en algunos casos son descuartizadas. El joven de 16 años es uno de los encargados de desmembrar a las personas. Lo hacen con un machete o con una sierra: “Lo hacen para que ellos vean, y así como les hacen a estas personas, así también les van a hacer a ellos en el momento en que ellos digan que ya no quieren continuar en ese lugar, o que a ellos se les vaya la lengua”, narró la mujer a Ecuavisa.
Esa crueldad con la que opera la mafia es un mensaje directo para los jóvenes cooptados: “Si en ese momento, tú sabes dónde está; por un motivo, cae la Policía y te llegan a agarrar, tú tienes que morir, que tú no sabes nada, porque si se te va la lengua, el detallito es de que adentro te van a matar”, dijo la mujer a la televisora ecuatoriana.