Al menos dos personas fueron detenidas en las últimas 24 horas por provocar incendios forestales en el estado brasileño de San Pablo, donde 21 municipios enfrentan todavía focos activos, informaron este domingo fuentes oficiales.
Uno de los arrestos tuvo lugar el sábado en São José do Rio Preto y el otro ocurrió este domingo en Batatais, según confirmó el gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, en una rueda de prensa.
De Freitas no dio detalles sobre la identidad o motivación de los detenidos, aunque sí atribuyó parte de los cientos de incendios desatados en los últimos días en la región a “acciones de criminales”.
El presidente del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama), Rodrigo Agostinho, adelantó al diario O Globo que pedirá a la Policía Federal que investigue lo sucedido.
“En São Paulo existe la sospecha de que todo estaba organizado, ya que los focos aparecieron prácticamente al mismo tiempo”, señaló.
De acuerdo con el Gobierno, 46 municipios paulistas están en “alerta máxima” para incendios y 21 de ellos registraban este domingo focos activos en sus dominios.
Según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales, el estado de São Paulo registró 2.316 focos de incendio entre el jueves y el viernes, casi siete veces más que los contabilizados en todo el mes de agosto del año pasado.
Una de las localidades más afectadas es Ribeirão Preto, la octava ciudad más poblada de São Paulo, con 700.000 habitantes, donde algunos vecinos abandonaron sus casas ante la cercanía del fuego, se han suspendido las clases y se han cancelado vuelos por la baja visibilidad provocada por el humo.
Las altas temperaturas en el inicio de esta semana, la baja humedad y las fuertes rachas de viento han propiciado que las llamas se multipliquen en el estado más rico y poblado de Brasil, en un grave episodio que ha causado dos fallecidos en Urupês.
Unos 7.300 profesionales y voluntarios participan en las labores de extinción y apoyo a la población, dentro de un amplio operativo que cuenta con el apoyo del Gobierno federal y las Fuerzas Armadas.
De Freitas agradeció el apoyo recibido y se comprometió a “extinguir lo más rápido posible” los incendios.
“Somos bastante optimistas porque hay un esfuerzo concentrado muy grande”, expresó el dirigente, aliado del ex presidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
Las autoridades esperan ahora que el descenso de las temperaturas y las lluvias de este fin de semana en algunos puntos del estado ayuden a mejorar la situación.
Las altas temperaturas en el inicio de esta semana, la baja humedad en el aire y las fuertes rachas de viento han propiciado que se desate esta ola de incendios en el estado más rico y poblado de Brasil, que ha dejado hasta el momento dos fallecidos.
La Defensa Civil ha enviado ayuda humanitaria, como colchones, agua y cestas de alimentos básicos, a algunas de las localidades azotadas por el fuego.
El Gobierno de São Paulo igualmente ha puesto en marcha un fondo de 100 millones de reales (18 millones de dólares) para subvencionar el seguro rural a los agricultores y ganaderos perjudicados.
“Necesitamos el máximo de cautela. El esfuerzo tiene que ser conjunto para evitar la propagación de las llamas”, pidió el gobernador de São Paulo, que el sábado sobrevoló las zonas más afectadas y este domingo viajó a Ribeirão Preto.
(Con información de EFE)