El misterio detrás del cadáver amarrado a un árbol hallado en un turístico cerro en Santiago de Chile

La mañana del sábado 17 de agosto recién pasado, trabajadores que realizaban labores de limpieza del icónico cerro Santa Lucía, ubicado en pleno centro de Santiago, se encontraron de sopetón con un macabro hallazgo: se trataba de un cuerpo en avanzado estado de descomposición amarrado a un árbol, ubicado en un lugar de difícil acceso incluso para las parejas de novios, turistas y consumidores de marihuana ocasionales que suelen visitar el lugar.

El caso quedó en manos de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) y, según reportó La Tercera, en el sitio del suceso se hallaron algunos documentos personales que de inmediato arrojaron luces sobre su posible identidad: un celular, una tarjeta bancaria y una licencia de conducir.

A poco andar trascendió que el cadáver - en estado esquelético - estaba unido al árbol por el cuello y no mostraba signos de que terceros hubiesen tenido participación en el hecho, por lo que rápidamente la hipótesis de un suicidio fue tomando forma.

Pero si bien aún se están realizando las pericias tendientes a identificar el cadáver de manera científica, todo apunta a que el cuerpo correspondería a Matías Caro, un joven padre de 38 años quien desapareció el 7 de octubre de 2023 sin dejar rastro alguno, dejando a su familia en vilo.

Aquel 7 de octubre, Matías Caro realizó una transferencia de dinero desde su casa y luego se dirigió a un negocio vecino, donde retiró otra suma de dinero indeterminada. Dichos movimientos causaron extrañeza en su familia, sobre todo porque todas las operaciones comerciales de su casa las hacía su esposa.

Con el pasar del día y al ver que Matías no volvía a casa y no contestaba el teléfono, se encendieron las alarmas. 48 horas después de su desaparición, la familia puso una denuncia por presunta desgracia y se activó su búsqueda.

Caro era padre de dos hijos, vivía en la comuna de Lo Barnechea y, según aseguró su hermana, era un hombre de familia “incapaz de alejarse de su familia, sobre todo de sus hijos”.

En conversación con el matinal “Contigo en Directo” de CHV, Pabla Caro aseguró que Matías “tenía una vida muy estructurada. Era su casa, su familia y su trabajo. Tampoco tenía tiempo de salir o encontrarse con alguien”.

Su madre, mientras tanto, manoteó una explicación: “Quizás estaba agobiado, cansado. A lo mejor tuvo una pequeña discusión, no lo sabemos”.

Los últimos movimientos de Matías Caro quedaron registrados en una cámara de seguridad que apunta a las afueras del metro Salvador, en Providencia. Se lo ve vagar por la estación, pero finalmente sale y toma otra dirección.

A partir de ese momento ya no se obtuvieron más registros desde su celular y la última ubicación que arrojó el GPS de su dispositivo, ese mismo día, lo sitúa en el puente Pío Nono, cerca del cerro San Cristóbal, otro sitio que suelen elegir los suicidas capitalinos por su frondosa vegetación.

Al día siguiente, dos vecinos afirmaron haberlo visto, en las inmediaciones del barrio. “Caminaba por la calle muerto en vida, como que solo iba derecho”, afirmó uno de estos testigos.

Tras la aparición del cuerpo en el cerro Santa Lucía, la hermana de Matías volvió a conversar con CHV Noticias, dando a entender que finalmente, tras casi un año de incertidumbre, las sospechas de la familia que apuntaban a un suicidio comenzaban a dilucidarse.

“Coincide todo”, aseguró Pabla Caro. “Por el momento no hay nada oficial. Primero nos enteramos por la prensa y luego nos llamaron desde PDI, donde nos informaron que estaban sus pertenencias, porque el cuerpo está en estado de descomposición”, señaló.

“Aparentemente, es así (…) porque él desapareció el 7 de octubre y la data de muerte es del 8, un día después”, agregó.

Por ahora, a la familia solo le queda esperar el resultado de las muestras de ADN, con los cuales se confirmará si el cuerpo corresponde a su desaparecido hermano. “Nos dijeron que los resultados pueden tardar hasta dos meses, así que solo nos queda esperar”, remató desconsolada.

Sin embargo, ese infausto 7 de octubre, hubo una última persona que vio a Matías Caro con vida y habló con él: se trata de una misteriosa mujer extranjera, a quien Caro le habría hecho la transferencia por una suma de dinero aún no establecida, y quien lo dejó en un auto afuera de la estación de metro Salvador.

“Él hizo esta transferencia a esta persona, que es la misma que lo fue a dejar al metro, pero no sabemos quién es”, aseguró la madre de Matías.

Pabla, mientras tanto, señaló que cuando se inició la investigación, Carabineros interrogó a esta enigmática mujer, la que afirmó en su declaración que conocía “de antes” a Matías Caro, que ese día se reunieron, conversaron un rato y luego lo dejó en su auto en el metro. Lo último que le dijo Matías fue que iría a ver a su madre, que vive en la comuna de Melipilla, aseguró.

“Matías le deposita a una persona $40 mil (USD 44), pero según ella (el dinero) era para una prima. Entrega los datos de esta otra persona y se llega a ella, quien afirma que dejó a Matías en metro Salvador y Matías le dijo que se iba a la casa de su mamá”, detalló la hermana de Matías.

“Esa persona dice que a mi hermano lo conoció en una despedida de soltero y que hablaron para juntarse. Nos dimos cuenta con la abogada que este testimonio era falso, nosotros nunca la habíamos visto”, complementó la hermana de Matías.

“La mujer no tiene antecedentes penales y no sé si tiene RUT chileno, porque ambas son extranjeras. Ella dice que se conocían de antes con Matías, pero nosotros lo dudamos”, sostuvo tajante.

Pabla Caro, voz cantante de la familia, ya había criticado la investigación llevada a cabo por la policía, la que en enero de este año cerró la causa tras no registrarse nuevos movimientos bancarios en las cuentas de su hermano. Al mes siguiente la familia volvió a la carga y presentó una querella por secuestro, acusando poco avance en las indagatorias.

“Por lo que tengo entendido, Matías no tenía Instagram ni Facebook”, explicó su hermana. “Pero en WhatsApp no se ha hecho ningún tipo de investigación”, acusó en junio de este año.

“Y eso es lo que yo también decía. Se puede solicitar de nuevo el chip, instalarlo en otro celular y restaurar el WhatsApp. Pero ninguna de esas cosas se hicieron (...) Por lo menos en la primera investigación algo pudimos esclarecer, pero ahora estamos parados. Metimos la querella en febrero y no se ha hecho ninguna diligencia”, fustigó.

En esa misma línea, Pabla denunció que desde Fiscalía “quedaron de mandarnos la carpeta investigativa que tendría que haber llegado el 17 de mayo. Tampoco se ha hecho. Se dice que la causa está en la Bicrim de Lo Barnechea, donde tampoco ha llegado la carpeta”.

Y aunque se manejan varias hipótesis acerca de por qué Matías Caro decidió quitarse la vida, para la familia resulta primordial recuperar sus conversaciones de WhatsApp y, sobre todo, volver a interrogar a la intrigante mujer extranjera que fue la última en verlo y a la que Matías le transfirió dinero. ¿Estaba extorsionando esta mujer a Matías? Dicha teoría - que explicaría la transferencia bancaria - ya habría sido descartada por ellos.

“Nosotros igual pensábamos lo mismo, (pero) si debía plata porqué no llamó (a su familia)...o si pagó y le hicieron algo, podrían habernos llamado y solicitado más plata, pero tampoco lo han hecho. Lo que nosotros sabemos es que él no tenía ninguna deuda ni le debía nada a nadie”, cerró la hermana hace menos de dos meses atrás, cuando el paradero de Matías Caro aún era desconocido.

Mientras tanto, la investigación sigue su curso.