Un magistrado del Tribunal Contencioso Electoral de Ecuador (TCE) admitió a trámite la denuncia realizada por Tamara Cedeño, ex funcionaria de la Vicepresidencia, contra Diana Jácome, asesora del presidente Daniel Noboa. Cedeño acusó en julio de este año a Jácome por ejercer violencia política de género que devino en su desvinculación de la institución.
Diana Jácome es delegada del Presidente de la República ante el Directorio de la Empresa Pública Medios Públicos de Comunicación del Ecuador y ante el Directorio de la Empresa Pública Correos del Ecuador – CDE E.P.-, ambas en liquidación. Jácome era presentadora de los medios públicos durante el mandato de Rafael Correa e incluso se la observaba en actos proselitistas vistiendo las insignias del extinto Alianza PAIS. En las elecciones de 2023 fue candidata a la Vicepresidencia por el Partido Social Cristiano que postuló al empresario Jan Topic. Ahora, Jácome es una de las precandidatas a diputada por el movimiento de Daniel Noboa.
En el ejercicio de su cargo gubernamental, Jácome ha acusado al correísmo de tener vínculos con la vicepresidenta Abad y querer afectar al presidente Noboa. Sin embargo, Abad no ha militado con ese movimiento y más bien ha sido crítica incluso de la alianza que la bancada oficialista hizo en el Legislativo al inicio del mandato con el correísmo. Igualmente, varias figuras del correísmo han negado cualquier tipo de pacto con la vice.
En cambio Cedeño, la denunciante, es pareja de Andrés Pasquel, ex candidato a la alcaldía de Quito. Pasquel denunció al actual mandatario por haber realizado campaña anticipada en las elecciones de 2023 en las que resultó ganador. Es justamente esa denuncia interpuesta por Pasquel ante el TCE la que inicia con los hechos por los que Cedeño acusa a la asesora Jácome.
El 22 de mayo, Diana Jácome dijo que la Presidencia conocía que el TCE había recibido una denuncia contra Noboa, en referencia a la acción de Pasque. En esa declaración ante los medios, Jácome dijo que el denunciante es la pareja de “una ex funcionaria de la Vicepresidencia de la República que acaba de renunciar hace pocas horas, nada extraño pero se entiende de dónde proviene esta denuncia y esta relación”.
La declaración de Jácome llegó en medio de las pugnas políticas entre Noboa y su vicepresidenta Verónica Abad, a quien la envió como embajadora a Israel, por lo que se trataba de un tema de alto interés público.
Dos horas después de la rueda de prensa de Jácome, Cedeño fue desvinculada de su cargo de directora administrativa financiera de la Vicepresidencia. Es decir que Cedeño no renunció como dijo Jácome, sino que fue despedida. Esto, para Cedeño constituye violencia política de género pues: “Dio por resultado afecciones directas a la denunciante ocasionando la pérdida de su espacio laboral debido a la presión mediática generada, mediante documento del sistema informático quipux la denunciante es cesada de sus funciones a las 14:25 el mismo día de la rueda de prensa realizada el 22 de mayo del año 2024 siendo este el hecho de violencia de género denunciado en la presente denuncia”, según se lee en la denuncia recogida por Expreso.
Según el artículo 280 del Código de la Democracia de Ecuador, la violencia política de género es una agresión “cometida por una persona o grupo de personas, directa o indirectamente, contra de las mujeres candidatas, militantes, electas, designadas o que ejerzan cargos públicos...”. En los numerales del articulado se explica que constituye esta forma de violencia cualquier acto de amenaza o intimidación en cualquier forma que busque “anular sus derechos políticos, incluyendo la renuncia al cargo o función que ejercen o postulan”. Asimismo, según la ley ecuatoriana, es violencia política que se revele “información de las mujeres en ejercicio de sus derechos políticos... con el objetivo de menoscabar su imagen pública o limitar sus derechos políticos”. También constituye un acto de violencia política que se “impongan sanciones administrativas o judiciales injustificadas o abusivas, impidiendo o restringiendo el ejercicio de sus derechos políticos en condiciones de igualdad”.
Con base en la normativa ecuatoriana, la denuncia de Tamara Cedeño contra Jácome podría ser vista como un caso de violencia política de género si se comprueba que la exposición pública de su vida personal y su destitución fueron motivadas por su condición de mujer y por su relación sentimental, afectando su derecho a participar en la vida política y profesional.