Mientras andaba en auto por el barrio Villa Española de Montevideo, tres encapuchados se acercaron a Fernando Nandito Rodríguez y le dispararon 30 veces. Solo uno de los tiros le pegó en su pierna y otro rozó su nunca, pero salió ileso. Era 2016 y la hipótesis más firme que explica ese episodio es que se debió a una pelea interna en la barra brava de Peñarol.
Ocho años después, el nombre de Rodríguez volvió a aparecer en investigaciones policiales. Esta vez, el conocido integrante de la barra brava de Peñarol fue condenado luego de que se le encontraran armas y drogas, entre ellas fentanilo, el potente opioide que ha generado alarma en las autoridades uruguayas. La condena, informada por El País, fue mediante un proceso abreviado –que implica el reconocimiento del delito a cambio de una pena menor– a 10 meses de prisión.
Entre los elementos que incautaron en un allanamiento, habían dos pistolas –Glock y Bersa– con cargadores, 39 municiones de distintos calibres, 19 vainas, una bolsa hermética de marihuana, un sobre de nylon con dos pastillas naranja y amarilla con el diseño de Grinch (que resultaron ser droga MDMA) y ocho ampollas, dos de las cuales eran de fentanilo.
Rodríguez fue condenado por tráfico de armas, pero no se pudo probar el tráfico de drogas ya que las pocas cantidades encontradas de las sustancias hicieron pensar que eran para consumo personal.
Además de las armas y las drogas, se incautaron USD 15.200, tres celulares, tres equipos de GPS y un auto.
Cuando Rodríguez fue imputado fue enviado a prisión preventiva, pero la cárcel en la que tendría que cumplir esa condena era algo que inquietaba a su defensa. En algunos de los centros penitenciarios del país están presos integrantes de la facción de la barra de Peñarol enfrentada a Rodríguez. El episodio de 2016 todavía está fresco en la memoria.
El grupo enemigo es liderado por Erwin Coco Parentini, que está en la cárcel de Santiago Vázquez (el ex-Comcar), una de las prisiones de máxima seguridad en el país.
Rodríguez tuvo problemas con integrantes de la banda rival, que lo tienen amenazado, según se mencionó en la audiencia en la que fue condenado, consignada por El País. Por eso, su defensa pretende que no sea enviado ni al Comcar ni a la cárcel de Canelones, en las que están los rivales.
El ahora condenado fue acusado de haberle devuelto una bandera a la hinchada de Nacional, algo que él siempre negó. En las redes sociales se difundieron imágenes con su cara, en las que lo llamaban traidor.
Ahora la Fiscalía intenta dilucidar cómo fue que Rodríguez accedió a las dosis de fentanilo, la conocida como “droga zombi” que hace estragos en Estados Unidos. La principal hipótesis de los investigadores es que las ampollas fueron robadas por un trabajador de un hospital, que luego se las hizo llegar.
Las incautaciones de fentanilo se han reiterado en el último tiempo en Uruguay, aunque siempre han sido en dosis pequeñas. La semana pasada el laboratorio de Química y Toxicología del Instituto Técnico Forense de Uruguay detectó el opioide en drogas incautadas en operativos policiales.
Fueron dos las oportunidades en las que se detectó el potente opioide en muestras de productos de origen farmacéutico. Las sustancias fueron decomisadas en operativos antidrogas que encabezó el fiscal de Estupefacientes, Rodrigo Morosoli. Como sucedió en el caso de Rodríguez, los investigadores presumen que la droga fue robada de algún centro de salud, algo que todavía es investigado.
Tras esa detección, el fiscal Morosoli aclaró que a pesar de esta incautación “no existe un mercado del fentanilo en Uruguay” y señaló que las muestras encontradas suponen un caso de “consumo problemático” de esa droga por parte del detenido.