Cuando los Bomberos llegaron a la casa de Mercedes Nieto y Mario Cabrera, en Pueblo Garzón (Maldonado, Uruguay), se encontraron a la pareja de abogados calcinada. Los profesionales habían llegado hacía unas pocas horas desde San Carlos, donde vivían, para limpiar el hogar de descanso, pero un incendio provocaría su muerte. En un comienzo, se estableció que el fallecimiento fue accidental, pero hay varios datos que no cierran y que llevan a pensar que alguien cometió un doble crimen por venganza.
Los testigos de la zona contaron que la pareja llegó ese 15 de junio a la casa y sacó varias de las pertenencias al exterior para limpiar la vivienda, según informó Montevideo Portal. Nieto abrió las ventanas para aprovechar las horas de sol y el calor del día. Pero unas horas más tarde, la casa tomó fuego.
Los datos primarios que manejaba la Fiscalía indicaban que no habían signos de violencia en los fallecidos y la posibilidad de un doble crimen no era opción. Pero con el correr de las semanas, la hipótesis de que se trató de un accidente fue perdiendo fuerza y se comenzaron a plantear ciertas dudas.
Una de las principales incógnitas de los allegados a la familia es respecto a la hipótesis de un accidente con la estufa: era una jornada atípicamente calurosa en la semana previa a la llegada del invierno. Por tanto, una de las preguntas que queda planteada es si era necesario que la encendieran.
La abogada Ana Silvia Rodríguez contó que la pareja llegó sobre la hora 13 a la residencia ubicada en el camino Los Nietitos y fue encontrada a las 15.30, cuando “ya no quedaba nada” en el hogar por el incendio. La defensora señaló que existió un “tiempo acotado” entre la llegada de la pareja al hogar y el comienzo del fuego. Y sumó un elemento más a sus dudas: la pareja tenía entradas para ir al cine a la hora 18 en Punta del Este. Por lo tanto, no tenían previsto quedarse durante mucho tiempo en el lugar.
Uno de los primeros informes que se agregó a la carpeta fiscal determina que los abogados tuvieron una muerte violenta, sobre la que no se pudo determinar la causa concreta. “No se puede decir, con los elementos presentes, si fue un accidente o no”, concluye el documento.
Una nueva pericia privada solicitada por la defensa de los abogados descarta por completo la hipótesis del accidente y señala que, como mínimo, hubo una tercera persona en la escena del crimen para ocasionar el incendio, informó El Observador.
El estudio técnico se basa en la posición de los cuerpos –ninguno de los dos estaba en una “posición defensiva”– y en el lugar en el que se originó el fuego.
“No se trata de especulaciones sino de conclusiones en función del análisis de la escena, de los cuerpos, de la temperatura, de una serie de elementos que hacen a la situación. En las consideraciones respecto a qué combustible se podría haber tratado, el perito entiende que no fue nafta y se decanta más por gasoil”, expresó la abogada Rodríguez, al noticiero Subrayado de Canal 10. El uso de ese combustible se dio “en una cantidad importante” por el estado en el que estaban los cuerpos.
El acelerante que se utilizó para prender la estufa era una de las dudas que todavía no se había despejado. A los investigadores les había llamado la atención la voracidad con la que se dieron las llamas, dado que alcanzaron buena parte de la casa. Para los defensores de la pareja, es poco creíble que los fallecidos hayan utilizado “tanto combustible como para quemar casi toda” la vivienda.
Otro elemento que despertó sospecha fue que algunas de las pericias dan cuenta de que en la cavidad de la estufa no hay rastros de tizne, lo que indicaría que nunca se encendió el fuego.