Luis Arce finalmente admitió la crisis en Bolivia y debió llamar al diálogo para buscar una salida del laberinto económico

(Desde Santa Cruz de la Sierra, Bolivia) Este martes y miércoles, el Gobierno de Bolivia sostendrá reuniones con sectores clave para buscar soluciones a la crisis económica que enfrenta el país y que en los últimos meses se ha agudizado debido al incremento del tipo cambiario del dólar en el mercado paralelo, la escasez de combustibles y el incremento de precios.

Luis Arce ha convocado un Gabinete Social Extraordinario para este martes, con sectores sociales y obreros, y un Diálogo Nacional por la Economía y la Producción para el miércoles, en el que se reunirá con empresarios, agropecuarios y otros sectores productivos. Ambos encuentros tienen por objetivo escuchar las demandas e iniciativas sobre el tipo de cambio y el comercio internacional.

Desde el año pasado y durante varios meses, el Gobierno de Bolivia negó sistemáticamente que el país estuviera entrando a un periodo de crisis económica y afirmaba que la falta de liquidez de dólares se debía a ataques especulativos y al contexto internacional adverso. Sin embargo, a mediados de este año Arce manifestó por primera vez en un acto público que “pese a la crisis” el país estaba avanzando y culpó a la Asamblea Legislativa por no aprobar créditos.

El lunes la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, dijo que con estos encuentros se busca dar una “solución estructural” y admitió que hay acciones a las que tienen que darle celeridad. La viceministra adelantó que en las reuniones se abordará “el tema económico, el tipo cambiario, las exportaciones, las importaciones y la situación política que hace que estemos en una coyuntura distinta”.

Si bien la crisis económica se empezó a cocinar en 2014 con la caída en el nivel de producción de gas y la disminución de las reservas internacionales, no fue hasta 2023 que se vieron las primeras grietas con la falta de dólares, que ha impactado principalmente en las importaciones, exportaciones y en el abastecimiento de combustibles que el país subvenciona.

De acuerdo a datos del Banco Central de Bolivia, las reservas internacionales cayeron drásticamente en los últimos diez años. Pasaron de un pico de 15.000 millones de dólares en 2014 a menos de 2.000 millones en este último año.

En medio de este contexto, el lunes el presidente boliviano hizo ajustes en su gabinete y designó a nuevos ministros en las carteras de Desarrollo Rural y Tierras, Trabajo e Hidrocarburos. De los tres, hay expectativa en la gestión del nuevo ministro de Hidrocarburos que, según diputados de la oposición, tiene la urgencia de resolver el abastecimiento de carburantes y transparentar las reservas de gas.

Sin embargo, algunos sectores mostraron descontento por estos cambios y reclamaron que no se toque al núcleo duro del gabinete. “De mal en peor. Las opciones del presidente Arce están, por lo visto, reducidas a personas sin las necesarias capacidades para una situación de emergencia. No son señales alentadores ante la crisis múltiple a la que nos han conducido las políticas y prácticas nefastas del MAS”, escribió en X la senadora de Comunidad Ciudadana, Cecilia Requena.

Otros ministros están en la mira de la oposición y de sectores sociales, como el transporte pesado, desde hace varios meses. Según una publicación del diario paceño Visión360, los más cuestionados son los ministros de Obras Públicas, Gobierno, Justicia y Economía, a quienes Luis Arce mantiene dentro de su círculo más cercano.