Uno de los cambios que estableció el gobierno de Luis Lacalle Pou fue una flexibilización de los requisitos para revalidar los títulos extranjeros. La medida, que permitió disminuir el tiempo de los procesos, provoca malestar en algunas organizaciones, como el Sindicato Anestésico Quirúrgico (SAC), que aseguró que “crece la preocupación por la falta de controles”. Además, alerta por situaciones de falta de formación que quedan expuesta en la atención de salud, expresó en un comunicado.
Antes del nuevo sistema, cuando los extranjeros llegaban a Uruguay debían revalidar el título en medicina general primero. Luego, en caso de querer ejercer, debían presentar su postulación para revalidar el título de especialista, recordó el presidente del SAQ, Daniel Montaldo.
Las nuevas flexibilizaciones se establecieron en la Ley de Urgente Consideración, la primera gran ley impulsada por Lacalle Pon. Las reválidas ahora se hacen a través de un sistema informático en el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), en el que el médico debe presentar todos los papeles y se le otorga un certificado de que presentó la solicitud.
“Con ese certificado de que presentó la solicitud reválida, si el colega se presenta ante el Ministerio de Salud Pública comprobando que además tiene un contrato de trabajo, le pueden autorizar a trabajar como especialista y ahí está el gran riesgo ya que nadie evaluó su capacidad”, señaló Montaldo.
El presidente del SAQ señaló que en los últimos años se ha registrado una “corriente migratoria muy importante de especialistas” de varios países de América Latina, que llegan a Uruguay a “buscar una solución a su problema laboral”, dice el texto del comunicado.
El certificado que otorga el MEC “no significa más” que dar la certeza de que el profesional presentó la reválida. El SAQ interpreta que ese trámite no significa ni aprobación ni negación, ni tampoco una evaluación de las capacidades del médico. Si la persona tiene un contrato de trabajo, Salud Pública ya le da la “autorización para trabajar como especialista”. “Pensamos que ese es un riesgo muy importante porque realmente no ha sido evaluado en cuanto a su capacidad, su expertise y su entrenamiento”, declaró Montaldo.
El médico contó que las especialidades en Uruguay se basan en “el entrenamiento”, mientras en otros países “no se sabe con certeza si eso ocurre ni si están capacitados para desarrollar la especialidad”.
“A nosotros nos preocupa porque hay algunos médicos extranjeros que han intentado revalidar mediante prueba su título y pierden. Lo que quiere decir que no tenían la capacidad necesaria. En la diaria, uno los ve trabajar y mientras hay algunos que están bien orientados y se manejan de forma adecuada, hay otros que no tanto”, aseguró el presidente del sindicato de anestesistas quirúrgicos.
El SAQ insiste con su planteo desde hace tiempo, tanto en Salud Pública como ante el MEC. A las autoridades les expresan que no se le puede exigir lo mismo a un extranjero que a un uruguayo. Montaldo explicó este punto: “Los colegas uruguayos hacen una residencia de cuatro o cinco años según la especialidad de anestésico quirúrgico que desarrollan y recién después se les habilita a dar una prueba final para acceder al título. En cambio, estas personas no han pasado por esa evaluación y no han pasado por la opinión de la academia”.
En el interior del país, las faltas de controles son mayores –según el SAQ– por el aumento de las distancias y la disminución de la cantidad de médicos.
La polémica por la contratación de especialistas tuvo otro capítulo en septiembre de 2023. Entonces, las obras del Hospital del Cerro estaban por terminarse y el gobierno había tenido problemas para cubrir las vacantes de anestesistas, para lo que debieron recurrir a médicos argentinos. Entonces, la Sociedad de Anestesiología del Uruguay (SAU) consideró que Uruguay se estaba “comprando un problema”.