El avión de la aerolínea Voepass que se estrelló este viernes en el interior del estado brasileño de San Pablo en un accidente en el que murieron sus 61 ocupantes estaba en condiciones regulares de vuelo y no llegó a reportar ninguna emergencia, informaron los responsables por la investigación.
“Todo es muy prematuro. Lo único que tenemos hasta ahora es que no hubo comunicación (del piloto del avión) con los órganos de control de que habría alguna emergencia”, afirmó el director del Centro de Investigación y Prevención de Accidentes Aéreos (Cenipa) de la Fuerza Aérea Brasileña, brigadier general Marcelo Moreno.
El oficial agregó en rueda de prensa que el piloto no se comunicó con ninguna torre de control para reportar problemas, por lo que espera que las cajas negras de la aeronave, ya rescatadas, puedan dar alguna pista de lo ocurrido.
De acuerdo con Moreno, el vuelo transcurrió dentro de la normalidad hasta las 13:20 hora brasileña (16:20 GMT), cuando dejó de responder las llamadas del Centro de Control de Aproximación de San Pablo, y un minuto después desapareció del radar.
El general dijo ser muy prematuro comentar las diferentes hipótesis que han señalado especialistas sobre las posibles causas del accidente, la principal de las cuales es sobre la posible formación de hielo en las alas de la aeronave, que explicaría su caída en vertical y girando sobre sí.
“Es muy temprano para afirmar cualquier cosa. En este momento no podemos afirmar si eso fue decisivo o no para lo ocurrido”, afirmó el director de Cenipa, quien aclaró que la aeronave accidentada cuenta con un certificado para volar en esas condiciones atmosféricas (de formación de hielo).
Según el militar, el avión tiene dispositivos para impedir la formación de hielo en su fuselaje.
El director de la Agencia Nacional de Aviación Civil (Anac, regulador), Luiz Ricardo de Souza, dijo en la misma rueda de prensa que tanto el avión como sus tripulantes contaban con todos los certificados exigidos y actualizados.
“El avión estaba totalmente regular y en condiciones normales de aeronavegabilidad. Cumplía todo lo previsto por la legislación”, afirmó De Souza al referirse al aparato fabricado en 2010 y que operaba en Brasil desde 2022.
El funcionario agregó que los tripulantes también estaban con todos sus certificados en condiciones legales y al día.
El avión, un bimotor de modelo ATR-72-500 y fabricación francesa, se estrelló en la tarde de este viernes en una zona residencial del municipio brasileño de Vinhedo, en el estado de San Pablo.
El aparato cubría el trayecto entre la ciudad de Cascavel y San Pablo y se accidentó cuando le quedaban unos 80 kilómetros para llegar al aeropuerto de Guarulhos, su destino.
Pese a caer en un área residencial, el aparato se estrelló en los patios traseros de un conjunto de residencias sin afectar ninguna edificación ni dejar ninguna víctima en tierra.
(Con información de EFE)