La Secretaría de Relaciones Exteriores de México insistió a Ecuador que entregue a Jorge Glas, ex vicepresidente sentenciado e investigado por corrupción, a quien el gobierno de Andrés Manuel López Obrador le concedió asilo el pasado 5 de abril, unas horas antes de que la Policía ecuatoriana ingresara a la fuerza a la legación diplomática mexicana en Quito y capturara a Glas, desatando la ruptura de relaciones en ambos países.
A diferencia de los pedidos anteriores, en los que México solicitaba que Glas sea trasladado a territorio mexicano, esta vez el gobierno de López Obrador ha solicitado que se excarcela a Glas y se lo entregue a un tercer país con base en el artículo XIX de la Convención de Caracas sobre asilo diplomático. Si bien Suiza representa los intereses de México ante Ecuador, la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana indicó a Infobae que aún no se ha definido qué tercer país podría asilar a Glas.
La Convención citada establece que ante la ruptura diplomática entre dos países, el gobierno que concedió el asilo puede solicitar a un tercero que proteja a dichos asilados: “El Estado territorial deberá respetar dicho asilo”, se indica en el instrumento internacional.
Con dos sentencias por corrupción en firme y dos investigaciones abiertas (una por malversación de fondos y otra por intimidación), Glas ingresó en diciembre de 2023 a la Embajada de México en Quito y permaneció en calidad de huésped hasta el 5 de abril de 2024. Durante los primeros días de abril y a partir de unas declaraciones de López Obrador sobre las elecciones en Ecuador, la entonces embajadora de México, Raquel Serur fue declarada como persona non grata. Para retornarla a México, López Obrador dijo que enviaría aviones militares, pero ese mismo día, a través de notas verbales contradictorias, el gobierno ecuatoriano empezó a sospechar que se fraguaba un plan para sacar a Glas del país, pues la administración del presidente Daniel Noboa se negaba a darle el salvoconducto. Esto, a decir de las autoridades ecuatorianas, motivó al allanamiento, contra las normas internacionales, de la fuerza pública en la sede diplomática, que no solo resultó en la ruptura de relaciones sino que fue llevado ante la Corte Internacional de Justicia por parte de México. Posteriormente, Ecuador también hizo lo propio y demandó al estado mexicano por entrometerse en asuntos internos, usar la legación diplomática para otros fines y no respetar las conveciones sobre lucha anticorrupción.
México ha argumentado la necesidad de que se conceda el salvoconducto a Glas “en atención al crítico estado de salud que reporta”.
A inicios de julio, un juez negó el pedido del ex vice ecuatoriano de ser trasladado a la casa de su madre, obligándolo a continuar en la prisión de máxima seguridad en la que se encuentra desde abril de este año. La defensa de Jorge Glas presentó un habeas corpus argumentando que el ex vicepresidente de Rafael Correa ha sufrido la vulneración de sus derechos durante su tiempo en prisión. Sin embargo, la solicitud fue rechazada por el Juez de la Unidad Judicial Especializada de Garantías Penitenciarias con sede en Guayaquil. El ex vicepresidente pedía ser trasladado a la casa de su madre y sostenía que no tiene acceso a medicina, que ha intentado suicidarse y que ha sufrido mordeduras de ratas. Mientras que las autoridades aseguraron que el ex vicepresidente recibió 79 atenciones médicas, según Primicias. Un informe oficial al que tuvo acceso Primicias reveló que Glas es un “paciente estable, con buena implantación de cuero cabelludo, activo, afebril y orientado”.
El Servicio de Cárceles y el Ministerio de Salud demostró ante el juez que no se ha vulnerado el derecho a la salud de Glas por lo que el magistrado decidió negar el pedido del ex vicepresidente. Asimismo, la Procuraduría General del Estado presentó un informe sobre el cumplimiento de medidas cautelares internacionales ante la Comisión Interamericana, que están vigentes desde 2019. El informe mostró, con fecha del 28 de junio, que el Ecuador ha cumplido con todas las medidas necesarias para garantizar la salud del ex vicepresidente.
México, por su parte, ha defendido su decisión de asilar al ex vice: “La procedencia y necesidad de otorgar la protección internacional del Estado mexicano al señor Glas Espinel fue resultado de una evaluación exhaustiva de la información recibida por su parte y por parte del Gobierno de Ecuador desde diciembre de 2023, y se basó en los fundamentos del asilo político y en la verificación del cumplimiento de sus requisitos en el caso en cuestión”, se lee en el más reciente comunicado.