Por cuarta vez desde que se retomó la búsqueda de los detenidos desparecidos de la última dictadura uruguaya (1973-1985) aparecieron restos humanos en el Batallón 14, una unidad del Ejército uruguayo que fue un centro de detención y tortura en ese período. Los huesos estaban muy cerca de la superficie y cubiertos por cal. Ahora comienza el trabajo del Grupo de Investigación de Arqueología Forense para confirmar si nuevamente se trata de un desaparecido y, en ese caso, buscar conocer su identidad.
El fiscal especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, se hizo presente este martes en el Batallón 14 y confirmó algunos detalles. Dijo que se trata de un “enterramiento primario” y que tenía características similares al último hallazgo en ese lugar. Hace un año, el equipo de antropólogos de la Institución Nacional de Derechos Humanos (Inddhh) había encontrado huesos que luego se confirmaría que pertenecían a Amelia Sanjurjo, una militante comunista que fue detenida por repartir panfletos.
Los huesos fueron encontrados a unos 170 metros de donde estaban los restos de Sanjurjo y a 200 de donde fueron enterrados el maestro Julio Castro (encontrado en 2011) y el comerciante Ricardo Blanco (2012), detalló Perciballe, según La Diaria.
El fiscal señaló que ahora comienza el trabajo para la identificación de los restos y aseguró que todavía no se pudo establecer el sexo de la persona a la que pertenecen los restos. “Son todos huesos humanos obviamente. El cráneo no lo hemos visto, pero sí son varios huesos que están a la vista”, declaró. Los restos tenían cal, una losa y también un “tejido”, del que todavía no pudieron conocer las características.
El hallazgo en la zona fue producto de un trabajo rutinario que hace un equipo de antropólogos con una retroexcavadora. El trabajador que encontró los huesos fue el mismo que hace un año halló los restos de Sanjurjo.
El proceso de hallazgo de esta militante comunista fue complejo. Tras el descubrimiento, los antropólogos comenzaron con la excavación final y los análisis para conocer la identidad de esos restos humanos. Los análisis primarios permitieron determinar que pertenecían a una mujer y hacer una estimación de la edad, gracias a un estudio llevado adelante en un laboratorio genético de Argentina.
Pero estos datos no eran suficientes para saber quién era. Incluso, la organización de Madres y Familiares realizó en diciembre una marcha con la consigna “Que nos digan quién es”. Sin embargo, las muestras obtenidas de los huesos no eran concluyentes para lograr una identificación. La poca información que había disponible apuntaba a que una posible víctima era Sanjurjo. Ella era la única de la que no se habían conseguido muestras suficientes de ADN con las que contrarrestar.
Ahora el análisis parece más sencillo y el fiscal aseguró que “seguramente” la investigación llevará menos tiempo, en caso de que existan muestras de ADN. Lo primero que se va a establecer es la causa de la muerte y luego se extraerá el material genético para conocer la identidad.
Wilder Tayler, uno de los directores de la Inddhh, declaró que la cápsula de cal que cubría al cuerpo era “muy grande” y describió que lo encontrado era “una serie de huesos humanos”.
El nuevo hallazgo está a entre 60 y 80 centímetros de profundidad y tienen características “muy similares” a los cuerpos ya encontrados. Este martes se encontró “lo que sería la parte superior de un esqueleto”, pero sin el cráneo”. “Es altísima probable que sea un detenido desaparecido”, afirmó.
De confirmarse, pasarían a 36 los desaparecidos durante la última dictadura que fueron encontrados de un total de 197. Además de los cuatro hallazgos en el Batallón 14, en el Batallón 13 aparecieron Fernando Miranda y Eduardo Bleier y en una chacra de la Fuerza Aérea estaba Ubagesner Cháves Sosa. Las otras 29 víctimas fueron identificadas en Argentina u otros países de la región.