La agencia internacional Moody’s elevó la calificación de Paraguay al investment grade (grado de inversión), que facilita el acceso al crédito con mejores condiciones de tasas de interés y una mayor amplitud en los plazos. Esta mejora alcanza tanto al gobierno como a las compañías privadas que tengan el volumen suficiente.
La noticia fue confirmada a Infobae por fuentes del Poder Ejecutivo desde Asunción, y más tarde confirmada por Moody’s.
“La mejora de la calificación de Paraguay refleja una combinación de factores, incluyendo un crecimiento económico robusto y sostenido y nuestras expectativas de que la economía se ha vuelto más resistente a los choques”, dijo Moody’s en un comunicado.
“La perspectiva estable refleja nuestras expectativas de que el crecimiento económico se mantendrá robusto, apoyado por la inversión pública y privada en proyectos clave de infraestructura”, agregó.
Peña dijo que el reconocimiento mejorará las condiciones de financiamiento del país y fortalecerá el mensaje de que Paraguay es un lugar atractivo para la inversión.
“La obtención del grado de inversión es un paso crucial para el desarrollo sostenible de Paraguay, consolidando nuestra economía en el panorama internacional”, señaló el mandatario en un video publicado en la red social X.
La economía paraguaya creció un 4,7% en 2023 y el Banco Central proyecta una expansión de 3,8% para este año, sustentada en los buenos resultados del sector agropecuario.
Esta calificadora había considerado a Paraguay en el nivel “Ba1 positivo” en diciembre de 2023, sin cambios con respecto a su evaluación previa, al igual que Fitch Ratings, que lo ranqueó como “BB+ estable”.
Las buenas noticias para Paraguay habían comenzado en febrero, cuando Standard & Poor’s elevó de “BB” a “BB+ con perspectiva estable” la calificación del país sudamericano, un escalón por debajo del grado de inversión.
Las agencias de calificación crediticia citadas tienen la tarea de evaluar los activos financieros, empresas y Estados para determinar su riesgo de quiebra o insolvencia. Estos análisis exhaustivos de cuentas y balances ayudan a los inversores a tomar decisiones informadas sobre dónde colocar su capital.
El resultado de su trabajo se refleja en evaluaciones de varias categorías. Dentro del investment grade o grado de inversión, la calificación más alta es la AAA, que representa el riesgo más bajo. En la otra punta, cuando la calificación baja, se incrementa la prima de riesgo, lo que implica que los inversionistas exigirán retornos más altos por asumir mayores peligros.
Los bonos no incluidos en el grado de inversión se conocen como grado especulativo. Estos, denominados también high yield o bonos basura, tienen calificaciones inferiores a BBB según Standard & Poor’s o a Baa3 según Moody’s, indicando un alto riesgo de impago.
Entre los países latinoamericanos, se destaca la posición de Chile, cuya calificación A2 es la más alta de la región para Moody’s.