El Ministerio de Defensa de Uruguay recibió una donación de 14 vehículos blindados (13 para uso y uno de apoyo) de parte del gobierno de Estados Unidos. La embajadora en el país, Heide Fulton, destacó que el armamento militar será utilizado en las misiones de paz de Uruguay, en las que Uruguay es “segundo mayor contribuyente” per cápita.
La donación incluye 13 vehículos Mamba MK7 con equipos de comunicación multibanda, paquetes completos de mantenimiento y seis cursos de entrenamiento operacional y de reparación. En total, el valor de todos estos bienes asciende a US$ 14 millones, que se destinarán a las misiones de paz, informó la Presidencia uruguaya.
La donación fue ofrecida por la Oficina de Cooperación de Defensa de la Embajada de Estados Unidos y tuvo la intención de “colaborar” con el Ejército uruguayo, para que cumpla con los “estándares requeridos” por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en las misiones de paz, según la información oficial.
El ministro de Defensa Nacional, Armando Castaingdebat, señaló que esta donación se da en el marco de una decisión del gobierno de “fortalecer las Fuerzas Armadas”. Destacó que, en principio, estos vehículos tienen un “fin específico” que son las misiones de paz, pero hacia adelante podrían cumplir otras funciones.
Castaindebat recordó que, para cumplir ese objetivo, Uruguay está en proceso de compra de seis aviones Super Tucano a Brasil y antes compró dos Hércules. También se acordó la compra de dos patrullas océanicas a un astillero español.
La embajadora Fulton destacó que los nuevos vehículos le permitirán a Uruguay proporcionar una “fuerza de reacción rápida de compañía de infantería mecanizada” a la ONU. “Esta capacidad permitirá a nuestros socios uruguayos continuar con su largo historial de contribución a la paz y seguridad internacionales”, dijo.
“También demuestra el compromiso del Comando Sur de los Estados Unidos de trabajar estrechamente con nuestros socios, comprender sus necesidades de asistencia en seguridad y apoyar esas necesidades de manera expedita”, señaló.
El comandante en jefe del Ejército uruguayo, Mario Stevenazzi, dijo que los vehículos recibidos de parte de Estados Unidos son de “última generación, versátiles y adecuados para cumplir con las misiones de paz”. Los Mamba MK7 tienen protección antiminas, una característica requerida por las Naciones Unidas. “Brindan garantía al personal para poder actuar como medio totalmente confiable y seguro, con la opción de rápido despliegue”, indicó.
Uruguay tiene en estos momentos unos 1.000 efectivos desplegados en diferentes misiones de paz y más de 700 se encuentran en el Congo. Estaba previsto que las misiones de paz de la ONU en ese país finalizaran gradualmente durante 2024, pero Castaingdebat informó que días atrás se reunieron las comisiones de Defensa y el comandante en jefe del Ejército en el Congo. Los jerarcas volvieron de ese encuentro con la idea de que las misiones en el Congo se postergarían.
La misión en este país es la más importante para el Ejército uruguayo. Los funcionarios comenzaron con los viajes hacia allí en 2001 y significa para ellos un sueldo mensual que duplica lo que el Estado uruguayo les paga.
Castaingdebat aseguró que Uruguay será el último país en retirarse del Congo.
Uruguay es el decimocuarto país del mundo que más tropas aporta a las misiones de paz de la ONU. Por año, son más de 1.000 los cascos azules desplegados en el mundo y es, también, el país que más mujeres envía dentro del continente. Sin embargo, en términos absolutos hay una gran desproporción entre géneros: solo el 6,1% de las militares enviadas son mujeres.
Otro de los planes del gobierno era promover que más mujeres participen como cascos azules. Para lograrlo, el Ministerio de Defensa planteó a la ONU la posibilidad de hacer un plan de prueba para que los viajes sean de seis meses. Las autoridades identificaron como una barrera relevante para que las mujeres no participen debido a la duración que tienen este tipo de trabajos en el exterior.