Condenaron en Chile a una profesora que insultaba a sus alumnos de 4 y 5 años y los obligaba a comerse su propio vómito

El Tribunal de Valdivia dictaminó que no podrá trabajar como docente por tres años y la obligó a asistir a un programa de rehabilitación para maltratadores

Guardar

Nuevo

La maestra trabajaba en una escuela de lenguaje en Coñaripe, Región de Los Ríos.
La maestra trabajaba en una escuela de lenguaje en Coñaripe, Región de Los Ríos.

Una docente identificada como Carola Mandujano, fue condenada este lunes a una pena de 541 días de cárcel por ejercer el delito de trato degradante a preescolares de solo cuatro y cinco años de edad aunque podrá cumplir esa pena en libertad. Los chicos eran verbalmente zaheridos de manera periódica con términos como “huevones” o “cara de poto”, e incluso obligados a comer de manera intimidante, al extremo de ser obligados a tragarse su propio vómito.

Dichas situaciones se habrían producido de manera sostenida al menos desde 2017 y hasta mayo de 2022, en una escuela de lenguaje en la localidad de Coñaripe, comuna de Panguipulli (805 kms al sur de Santiago). Sin embargo, en un fallo unánime, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Valdivia conmutó la pena de cárcel por libertad condicional, decretando que la docente se presente periódicamente ante Gendarmería de Chile.

El juez de la causa dio por acreditado “más allá de toda duda razonable que en fechas indeterminadas, desde al menos, 2017 y hasta mayo de 2022, la condenada, Carola Andrea Mandujano Pino, quien se desempeñaba como profesora en una escuela de lenguaje en la localidad de Coñaripe, comuna de Panguipulli, sometió a tratos degradantes, menoscabando gravemente la dignidad de ocho niños de entre 4 y 5 años de edad, aproximadamente”.

Según se lee en el fallo, la mujer solía gritarle a los niños constantemente y se refería a ellos con términos tales como “‘pajarones’, ‘tontones’, ‘cochinos’, ‘chanchos’, ‘huevones’, ‘cara de poto’, ‘cara de mono’, ‘cabezas de pájaro’ y ‘cabezas de pollo’.

También “se sentaba de forma intimidante frente a algunas víctimas para que se coman su comida y en caso contrario, los obligaba a que comieran mientras los niños mantenían la boca llena hasta vomitar, debiendo algunos incluso comer su propio vómito”.

La pedagoga solía expulsarlos “de la sala de clases si se orinaban sin asistirlos o cambiarlos de ropa, los expulsaba de la sala de clases cuando estaban desordenados, como forma de castigo, incitaba a los alumnos a burlarse de las víctimas, cuando lloraban diciéndoles ‘guagüita’ o cuando hacían mal una tarea, frente a demás alumnos. Todo lo cual provocó un gran temor e intimidación en las víctimas, quienes resultaron afectadas psicológica y/o emocionalmente producto del trato degradante que ejercía la acusada en perjuicio de ellas”.

Dichos problemas psicológicos saltaron a la vista cuando los pequeños tuvieron “cambios de ánimo, rechazo a estudiar e ir a clases, presentando cuadros de estrés psicológico y/o emocional, entre otros efectos”, prosigue el fallo. Ahí se activaron las alertas de sus padres.

La pena

El tribunal concluyó que sus actos constituyen “acciones humillantes, ridiculizantes, vejatorias, creando con ello la acusada un ambiente hostil, nocivo para la salud y bienestar biosicosocial de los y las niños y niñas víctimas, que se evidenció en los efectos tanto físicos como mentales de relevancia”.

Finalmente, se decretó que la profesora no podrá ejercer su magisterio por tres años y un día, quedando absolutamente inhabilitada para trabajar con menores de edad. El juez también la obligó a asistir a un programa de rehabilitación para maltratadores, el que tendrá una duración no mayor a 60 días.

Mandujano además quedó con prohibición de acercarse a los menores, “a sus familias, a sus domicilios, lugar de estudios o donde quiera que ellos se encuentren, por el lapso de duración de la condena”.

Guardar

Nuevo

Últimas Noticias