Ante la ola de violencia que azotó al gran Santiago el fin de semana largo recién pasado, que dejó 17 personas muertas en diversos hechos de violencia como la masacre de cuatro adolescentes chilenos en Quilicura, la madrugada del lunes, y la balacera que dejó cinco extranjeros muertos tras una fiesta “after hour”, el mediodía del martes en Lampa, el presidente Gabriel Boric informó, entre otras medidas, la construcción de una nueva cárcel de máxima seguridad en la que se encerrarán a los líderes de las bandas organizadas que atemorizan al país
Este jueves, a primera hora y flanqueado por su equipo, el mandatario hizo el anuncio en conferencia de prensa desde La Moneda y explicó que “será emplazada en la Región Metropolitana, tendrá un costo aproximado de $90 mil millones (USD 95 millones) y aumentará en 500 los cupos de este tipo de cárceles”.
La ministra de Interior, Carolina Tohá, complementó que el modelo que se busca emular “no es el salvadoreño, pero es el modelo que está internacionalmente validado y que creemos es el que nos puede dar mejores resultados”. Todo apunta a la experiencia italiana con los líderes de la mafia.
Por la tarde, el ministro (s) de Justicia, Jaime Gajardo, detalló cómo será el nuevo recinto penitenciario y aunque aseguró que su locación ya está definida, declinó confirmar el lugar preciso donde estará ubicado, al menos por ahora.
“Nosotros lo que hemos señalado es que el lugar en particular, en específico, lo vamos a dar a conocer una vez que ingresemos el proyecto que nos permite construir esta cárcel más rápidamente”, señaló en conversación con CNN Chile.
“Una cárcel de máxima seguridad es una información muy delicada”, arguyó misterioso.
La autoridad de Gobierno detalló que “durante este gobierno se han aumentado al doble las plazas que existían de máxima seguridad a lo largo del país. Teníamos 300, ahora tenemos 600 y vamos a terminar con 800, más el anuncio que hicimos hoy donde esperamos construir una cárcel de alrededor de 500 personas, de máxima seguridad”.
Gajardo recodó que el crimen organizado en América Latina ha crecido precisamente al alero de las cárceles. “Nosotros como país tenemos que prepararnos para seguir manteniendo el control de los establecimientos penitenciarios, y en particular de la delincuencia organizada transnacional”, subrayó.
Así las cosas, y a fin de prevenir el contacto entre los reos, “la cárcel de máxima seguridad va a ser con celdas individuales y antivandálicas que van a estar monitorizadas las 24 horas del día, y eso significa que tienen una cámara en su interior. (Habrá) un régimen penitenciario muy estricto, con pocas horas de patio. En esa horas de patio no tienen contacto con otros internos”, añadió.
Tocante al régimen de visitas, “se encuentran muy controladas, son por locutorios. Es decir, no hay contacto personal precisamente para que no se genere cualquier tipo de intercambio de información”.
“Son cárceles muy modernas también que nos permiten tener inhibición de telefonía celular, un sistema anti-drones, que nos permite eventualmente también tener sistemas de seguridad perimetral tecno-vigiladas y son cárceles que tienen una seguridad perimetral muy importante, es decir, un régimen estricto y una infraestructura adecuada”, remató.
“Me niego rotundamente¨
Sin embargo, una nota de Ex-Ante reveló extraoficialmente que la nueva cárcel será construida en la comuna de Santiago, en un recinto militar ubicado en la calle Pedro Montt, junto a la ex Penitenciaría y al Centro de Detención Preventiva Santiago 1, y muy cerca del Centro de Justicia, cuestión que tiene mucho sentido por lo demás puesto que allí se formaliza a los imputados.
La noticia no cayó nada de bien a Irací Hassler (PC), alcaldesa de Santiago, quien a través de su cuenta de señaló que “como alcaldesa y vecina, me opongo rotundamente. La tendencia en Chile y el mundo es que las cárceles se construyen fuera del núcleo urbano”.
“Mi labor como Alcaldesa es velar por la seguridad, desarrollo urbano y calidad de vida de los vecinos y vecinas de Santiago”, finalizó la edil.
La vocera de Gobierno, Camila Vallejo, salió a poner paños fríos al tema y aunque reconoció que instalar una nueva cárcel en Santiago es “impopular”, aseguró en conversación con radio Cooperativa que “hubo medidas que tuvieron que acelerarse. Es algo que se viene trabajando hace un año, que el Presidente pidió estudiarlo, analizarlo y por lo tanto se puso el pie en el acelerador a propósito de los lamentables hechos ocurridos en la Región Metropolitana durante los últimos días”.
“Ha sido bien estudiado, porque no es llegar y construir una cárcel de máxima seguridad, tiene que tener ciertos requisitos, no solamente por el terreno, sino que por cómo asegurar que en el traslado de las personas detenidas, tanto con cautelar o porque están en proceso judicial, desde los tribunales a las cárceles, no se produzcan inconvenientes”, explicó.
Según la ministra, “el lugar ya está definido efectivamente, pero no me corresponde a mí anunciarlo todavía y va a ser probablemente el ministro de Justicia, en una presentación más exhaustiva de los detalles del diseño de esta cárcel que podrá dar a conocer no solo los antecedentes, sino que la justificación del emplazamiento de este proyecto”.
“Entendemos que estas decisiones no son fáciles (...) así como se demandan más cárceles, nadie las quiere en su propia comuna y por eso entendemos que pueda ser impopular para el alcalde o alcaldesa de la comuna donde se vaya a instalar”, finalizó.