La esposa del narcotraficante uruguayo, Gianina García Troche, fue detenida este miércoles en el aeropuerto de Barajas (Madrid), según informaron medios de Uruguay. Según la información primaria, la mujer viajaba con documentos propios cuando fue interceptada por la policía en la terminal aérea.
La mujer está requerida por la Justicia de Paraguay, donde se investiga a Marset por varios delitos. Los datos primarios consignados por los medios locales indican que García Troche viajaba sola desde Dubái.
El paradero del narcotraficante y de su familia es desconocido desde fines de julio de 2023, cuando fue encontrado en Santa Cruz de la Sierra con una identidad falsa con la que jugaba al fútbol. Luego de ese episodio, el delincuente apareció en una entrevista televisiva, que se enmarcó en una estrategia de su defensa para que sus familiares se entregaran en Uruguay y no sean extraditados.
Marset cree que la orden de captura internacional que hubo sobre su pareja fue algo que lo llevó a permanecer prófugo. El delincuente admitió que esa decisión le dolió porque implicó un “cambio de vida total” para su familia, pero aseguró que si ella estuviera en libertad, hubiera sido más fácil atraparlo.
Marset es uno de los hombres más buscados en América del Sur. La entrevista con el programa Santo y seña la brindó en noviembre, pero el lugar de grabación no fue revelado a la producción. En el reportaje, contó algunos detalles sobre su vida.
“Los niños no pueden ir al colegio, tuvimos que cambiar muchas cosas y movernos. Es difícil, pero mirando el lado positivo me ayudaron: si yo solo estaba con (orden de) captura y mi mujer no, los niños seguirían yendo a un colegio, yo estaría con ellos o los visitaría –porque no puedo estar sin familia– y ya estaría preso”, aseguró.
El narco desligó a su familia de las causas en las que él está involucrado y reveló la estrategia judicial que seguía en su país, pero que no resultó exitosa.
Marset dijo que confía en la Justicia de Uruguay, a pesar del escándalo vinculado al documento que le entregó el gobierno y que le permitió salir de Dubái. “Lo del pasaporte fue una cagada que hicieron, pero creo que si mi hermano, mi cuñado, mi señora, tuvieran las garantías de entregarse en Uruguay, como se ha hablado, que va a ser justo… Yo no voy a pedirle a Uruguay (que lo haga) porque sea mi familia, o que me los dejen afuera porque les voy a mandar una plata”, dijo.
Lo que la defensa busca es que haya “ciertas garantías” para que se concrete una entrega de la hermana, la pareja y el cuñado de Marset.
Su abogado, Santiago Moratorio, pretendía que los familiares no sean extraditados y sean enjuiciados por la Fiscalía en Uruguay. “Nuestra pretensión es que no los extraditen y que tengan en cuenta la valoración, la imputación de Paraguay y que no existe evidencia alguna de que hayan cometido delitos”, detalló.
En la entrevista, Marset puso como ejemplo la entrega de su cuñado Sebastián Alberti, quien se había escapado de una cárcel en moto y a fines de octubre se entregó ante la Justicia. “Tiene que pagar y está bien. Pero quiero que sea justo. Quiero que se haga justicia porque mi hermano, mi cuñado y mi señora no tienen nada que ver en mis cosas. Nada que ver”, aseguró entonces.
“De mi parte siempre hubo paz. Lo de mi cuñado fue una decisión dura, porque todavía le queda una larga pena por cumplir. Se tomó la decisión porque en algún momento va a terminar con eso y puede hacer una vida normal y no estar siempre prófugo de la Justicia”, agregó.
Este trámite no tuvo éxito y hasta el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, negó negociar con narcotraficantes.